[AAR] - La aventura de Kushiraq

AikonCWD

Introducción

Hola! Esto… me llamo Kushiraq. Llevo un tiempo queriendo visitar las tierras de Qud, y finalmente me he atrevido a emprender este viaje en solitario. El camino ha sido duro y creo que me vendrá bien hablar con alguien, aunque ese alguien sean las páginas de un diario. Bueno, me presento:

Mi nombre es Kushiraq. Eso creo que ya lo he dicho. Desde pequeñito tuve que apañármelas solo. Soy un mutante, un mutante de los feos. Nací con mi genoma modificado y sufro del síndrome de quimera. Y no solo eso, si no que además desarrolle de forma espontánea múltiples brazos en mi décimo aniversario.

Cuatro brazos! A mí me pareció una bendición, pero a mi familia no le gustó nada. Tuve que aprender a valerme sólo, y terminé, bueno… haciendo cosas al margen de la ley para conseguir dinero y comida. Soy un Merodeador. Por eso he querido hacer este viaje hacia Qud, dónde otros humanos mutantes viven en estas tierras.

1ro de Ubu Ut – Llegando a Joppa

Un largo viaje

Estoy en la zona Sur-Oeste de Qud, donde los viajeros comentan que es la zona menos hostil y peligrosa de la región. Llevo andando semanas y mi odre de agua empieza a pesar poco. Eso no es bueno. Equipado con mi hacha de bronce y unas pieles de cordero que me protegen del sol… llevo días comiendo carne deshidratada de oso y mi paladar agradecería algo de variedad.

La aldea de Joppa

Encuentro al fin el primer atisbo de civilización, en forma de humilde aldea. En total son unas 8 o 10 casitas construidas con piedra gris y barro. Al Este puedo ver una pequeña zona de comercio y al Norte una gran casa que me indica el lugar de residencia del alcalde. A mi alrededor hay agua y vegetación… Agua! Uno de los bienes más preciados en esta región. Al lado de la vegetación hay un grupo de ¿granjeros?, al menos a mí me lo parecen.

Uno de ellos parece ser el jefe de la zona, tiene un porte robusto que inspira autoridad, y sus ropas son distintas.

Un gato brillante

Al lado hay un gato con el pelaje brillante y con rayas. Al parecer los granjeros del poblado agradecieron su visita y desde entonces se ha pasado los días durmiendo entre las sombras de las casas de piedra gris. Parece amistoso y le gusta que lo acaricien.

Su pelaje empieza a brillar con más fuerza. Una purpurina salta hacia mi brazo y empiezo a brillar. Ya me advirtieron que Qud es un lugar maravilloso y mágico. Me gusta

Mehmet el granjero

Me acerco al agua que hay en el suelo. Lástima! Es agua salada. No se puede ni beber ni comerciar con ella. Necesito comer y beber, así que me aproximo al granjero en busca de información y soluciones.

Nos presentamos mutuamente, su nombre es Mehmet.

El poblado se llama Joppa. Una aldea pequeña cuyos habitantes se dedican a la agricultura de las “enredaderas de agua”, una vegetación que es capaz de subsistir a base de agua salada. Ahora entiendo por qué los habitantes de Joppa me parecieron granjeros.

“Si quieres saber más de Joppa, deberías hablar con el anciano… Irudad. Está al norte”

Por supuesto que me presentaré a Irudad, pero no pude ignorar la mirada de preocupación que tenía Mehmet. No tengo ninguna confianza con él como para preguntarle qué le ocurre, así que usando mis dotes de carisma preferí comentarle que estaba buscando trabajo.

Una sonrisa se dibujó en su rostros. Al parecer Joppa está teniendo problemas con algunas criaturas que se comen su pasto de enredaderas. La criatura la describe con forma arácnida. Y la única pista que tienen es que alrededor de la cosecha mordida, suele aparecer tierra rojiza flotando en el agua. “Shale”, el mismo tipo de tierra que se encuentra en Red Rock.

Mi misión es viajar hasta Red Rock, a 2 parasangs al Norte de Joppa. Ahí encontraré la guarida de la araña. Debo matarla y entregar el cuerpo al anciano. Él me pagará por el trabajo.

Estoy eufórico! Creo que puedo ayudar a la gente de Joppa y esta oportunidad me otorgará algo de reputación, y comida, y bebida! Pero quiero ser cauteloso y no ir directo a Red Rock. Primero visitaré al anciano en busca de más información.

La guardiana Yrame

A las puertas de la gran casa me encuentro con una guardiana llamada Yrame. Es un mutante como yo, salta a la vista. Tiene 4 piernas y sus manos están frías como el hielo. Dos enormes cuernos coronan su cabeza. No me gustaría meterme en problemas ni nada parecido con semejante guardián!

Yrame es admirada por los habitantes de Joppa por defender su poblado, mientras que los habitantes de Kiilimmu detestan su presencia debido a que insultó y ofendió unas ruinas sagradas de dicha región. Aprovecho la presentación y pregunto acerca de Red Rock.

Red Rock? Oh sí, justo al Norte. Ten cuidado con los baboons. Son territoriales”

La casa del viejo Iruldad

Entro a la gran casa, hecha de piedra gris y barro. Como todas. El lugar es acogedor.

La casa está muy bien decorada y tiene varias zonas para sentarse y descansar. Al fondo está Irudad, que me recibe con una sonrisa amistosa en su rostro. Un rostro viejo y desgastado, donde el paso del tiempo y los vientos salados han dejado marca. Un segundo par de brazos emergen desde detrás de sus hombros. Donde sus manos y dedos se entrelazan se dibuja un segundo rostro. Es un mutante como yo.

Amado por los habitantes de Joppa, pero odiado por los habitantes de Tuvah y por las arañas. Antaño Irudad fue muy despectivo con un famoso poeta arácnido y ahora toda la facción de las arañas le odia. ¿Quizás este sea el motivo por el cual ahora una araña está molestando y destruyendo las cosechas de Joppa?

Irudad rápidamente me invita a sentarme y descansar. Me habla con orgullo sobre su pueblo, Joppa. Él lo define como un oasis, situado entre el gran desierto de sal Moghra’yi (al Oeste), y la densa jungla de Qud (al Este). Le pregunto si tiene algo de agua, comida o herramientas para vender, pero no. No tiene. Me invita a hablar con su hija, que es aficionada a la medicina y tiene hierbas a la venta. Y también con Tam, un mercader que vende todo tipo de objetos y artilugios.

Le pregunto si hay algo de trabajo que pueda realizar, esperando que me hable sobre el problema arácnido… para mi sorpresa Iruldad no hace comentario alguno. En su lugar me invita a conocer a Argyve “el manitas” (tinkerer). Quizás se siente culpable del ataque de la araña y por eso no ha querido mencionarlo.

Hora de descansar

En fin. Estoy algo cansado del viaje y tengo demasiadas cosas por hacer. Todavía me falta conocer al resto de habitantes de Joppa pero prefiero hacer uso de la hospitalidad de Iruldad y quedarme por el momento en su casa a descansar y dormir. Mañana será otro día… el día de partir hacia Red Rock

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AikonCWD

Le he pasado el texto a ChatGPT y le he pedido que se imagine al protagonista, Kushiraq:

En la medida de lo posible intentaré ilustrar a los personajes y escenas de la aventura usando Dall-e. Espero que os guste! y estoy abierto a sugerencias y feedback. No suelo escribir este tipo de redacciones y si tengo que mejorar o cambiar el estilo soy todo oídos!

Esta semana jugaré un poco más y publicaré una nueva entrega de esta aventura, a ver hasta donde llego!

10 1 respuesta
Hipnos

Tengo que retomar lo de los AARs. Buen hilo.

1
RosaNegra

#2 eso te lo ha hecho dal-e?

Buena historia aunque no entiendo muy bien que juego base estás usando

1 respuesta
AikonCWD

#4 Caves of Qud.

Un roguelike tradicional, que usa muchísimo la generación procedimental para generar contenido. Es un juego denso y complejo, su mayor atractivo son las historias, quest y eventos generados de forma random.

Sí. Tras escribir el primer capítulo le he pasado el texto y basándose en las descripciones que hay, se ha imaginado como sería Joppa y el protagonista. Así es un poco más fácil imaginarse las cosas que ocurren en el juego.

hda

Por aquí me quedo.

vasketahd

No sé si será mi tipo de juego pero tiene buena pinta

AikonCWD

2do de Ubu Ut – Los alrededores de Joppa

La hija de Irudad

Una suave brisa salada acaricia mi rostro, los primeros rayos de sol me despiertan. Hacía semanas que no dormía sobre nada más cómodo que la tierra y las rocas. El colchón que me ha prestado Irudad me ha ayudado a descansar profundamente y me siento revitalizado y con energía. Tengo que devolver el favor a este viejo y a los habitantes de Joppa. Tengo que encontrar la guarida de esa araña y acabar con su vida.

Pero antes necesito equiparme un poco mejor. Algo de armadura me vendrá genial y quizás más armas! A veces se me olvida que tengo 4 brazos y por tanto podría empuñar varias hachas y escudos de forma simultánea. Pero primero voy a presentarme a la hija de Irudad, a ver si tiene alguna medicina que me pueda servir. Y tampoco quiero olvidarme de Argyve “el manitas”; vive a las afueras de Joppa y su casa es la única construida con otro material distinto a la piedra gris.


Las mariposas revoloteaban a su alrededor...

Nima Ruda. Así se llama la hija de Irudad. No cabe duda que se dedica plenamente a temas de saludad, hierbas medicinales y remedios naturales. Su sombrero de paja y sus ropas hechas de algas demuestran que Nima es una amante de la naturaleza. Hablando con ella me cuenta que antes solía partir en busca de aventuras y ampliar conocimientos, pero desde que su padre se puso delicado por la edad, ha preferido quedarse a su lado y usas sus dotes medicinales para cuidad de él. Tiene una mirada que transmite empatía y bondad. Me ofrece unos vendajes que sin duda me ayudarán a detener pequeñas hemorragias que pueda sufrir si peleo con esa araña…


Vendas hechas de fibra vegetal

El comerciante Tam

Salgo de la casa de Irudad y Nima, en busca de “el manitas”, pero sin quererlo termino entrando en una pequeña tienda hecha con piel curtida de pato. Huele fuerte a incienso y a sal. En el centro de la tienda se encuentra su dueño, Tam. De cuello largo, que asoma sobre una túnica muy adornada. Sus orejas sirven para lucir anillos y joyas de metal y tras su espalda, una prominente joroba que le queda bien.


La tienda de Tam, el dromad

Me repasa con su mirada y me da la impresión que ha podido adivinar la cantidad de agua que llevo comerciar. Hablamos un rato y me explica que es un dromad. Una raza que vive exclusivamente del comercio. Nómadas por naturaleza que se desplazan en caravanas para conseguir los mejores objetos al mejor precio. Tam llegó hace varios soles a Joppa y quedó maravillado por la hospitalidad que decidió dejar su tienda-carpa ahí abierta indefinidamente.

Rápidamente me intereso por su mercancía. Ese hacha con material de carburo me vendría genial, pero no puedo gastarme la totalidad de mi agua en solo un arma. Así que decido comprarle un pequeño escudo que podré colocar en mi antebrazo y una pequeña hacha. Saliendo de la tienda veo a un granjero salir de su casa. No ha cerrado la puerta. Mi instinto de buscavidas y merodeador me llevan directo a irrumpir en esa casa a ver si hay algo de valor que pueda llevarme.


Yo, de noche en la casa del granjero

La casa es pequeña. Todo el mobiliario está hecho de madera de enredadera. Se nota que los granjeros de Joppa son también artesanos. Hay una cama que se ve realmente cómoda y detrás una cantimplora. Una cantimplora de agua. Y está llena! Rápidamente transfiero esos drams de agua a mi odre. Veo un cofre pero prefiero no meter mi mano ahí y dejar las pocas pertenencias del granjero ahí.

El taller oxidado de Argyve

Salgo sin hacer ruido de la casa y disimulando sigo mi paseo en busca de la casa de Argyve. A lo lejos veo una estructura de color fuerte, rojiza. Es una casa hecha de metal, que se ha oxidado por el ambiente húmedo y salado de Joppa


El taller oxidado de Argyve.

“Aquí debe vivir Argyve “el manitas”, sin duda”

Hay un cartel en la entrada de la vivienda que nos invita a “irnos sin molestar”. Argyve parece ese tipo de personas que busca tranquilidad y soledad. Decido entrar. Me encuentro a un señor algo mayor. Su espesa barba cubre casi toda su cara. Está desaliñado y toda su ropa está manchada de grasa, polvo metálico y cobre. No se ha percatado de mi presencia y está absorto en su mesa de trabajo mientras murmura frases sobre mecánica, artefactos y cachivaches. El suelo tiene pinta que no se ha barrido en meses, lleno de tuercas y tornillos. Montones de artilugios, máquinas y herramientas pesadas decoran las paredes de su hogar. Soy incapaz de encontrar una cama o sitio para descansar, ¿quizás este sea solo su taller? Le doy un golpecito en el hombro para llamar su atención:

Y rápidamente se vuelve hacia su mesa de trabajo mientras murmura y empuña su herramienta. No quiero insistir ni molestar a nadie, y justo cuando estaba a punto de irme escucho como se aclara su voz mientras tose y dice:

“Para qué me molestas? Eres otro granjero pesado? Un arconauta? …? Haz algo útil y consígueme algún artefacto. En las cuevas hay artefactos”

Los alrededores de Joppa

Así que nada, ya tengo una segunda misión por cumplir. Creo que si le llevo algún artefacto me recompensará de alguna manera. Decido explorar los alrededores de Joppa, a ver si encuentro algún artefacto o alguna cueva. He perdido mucho tiempo y no quiero que anochezca mientras estoy fuera.

Me encuentro con unas estatuas que rinden culto a los Sultanes de Qud. No quiero hablar ni explicar quienes fueron porque me quedaría sin papel en mi diario. Las estatuas tienen gravados que relatan eventos concretos de la historia de cada Sultán. Decido anotar el nombre de diferentes localizaciones y poblados, ya que es probable que esas zonas sean interesantes, contengan artefactos o se hayan convertido en grandes ciudades donde buscar fortuna y aventuras. No muy lejos de las estatuas me encuentro con el cementerio de Joppa. Siempre me entristece visitar un lugar así pero a la vez siento curiosidad por aquellas que ya no están entre nosotros:

Pues vaya… Aquí en Qud hasta una luciérnaga puede llegar a sorprenderte de verdad. Tendré que andarme con mil ojos. Quizás con un poco de suerte consiga mutar lo suficiente y tener un par de ojos más (o un par de cabezas más). Sigo explorando la llanura de Joppa hasta que de un pequeño lago de agua salada aparece un cocodrilo dispuesto a comerme. Dejo que se me acerque mientras preparo un ataque en carga. Mi objetivo es desmembrar a ese animal.


Yo, cargando hacha en mano contra el cocodrilo

Os he dicho que soy un experto con el manejo del hacha? El combate es rápido. El cocodrilo queda salpicado por su propia sangre. Me llevo un mordisco de regalo pero el pobre se ha quedado sin su cola. La pelea continua unos cuantos turnos más hasta que logro arrebatarle la vida a ese maldito cocodrilo. Continuo encontrando algún que otro cocrodilo que me sirven para practicar mis habilidades de combate mientras gano experiencia.

Snapjaws!

De pronto escucho un pequeño aullido acompañado de una risa aguda. Snapjaws! Híbrido entre perro y hiena, capaces de posarse sobre 2 patas y usar sus colmillos para atacar. Suelen desplazarse en grupo y más peligrosos que un cocodrilo. Su piel está cubierta de pelo así que decido usar mi rayo abrasador para ahuyentarlo:


Snapjaw reducido a cenizas!

Un montón de cenizas. Mi nivel está por encima de estos Snapjaws así que decido explorar la zona para seguir matando a estos monstruos, ganar experiencia y robar sus objetos y equipamiento. Sigo peleando contra cocodrilos, ciempiés gigantes y snapjaws. Un reguero de sangre queda tras de mí y con cada batalla librada mi experiencia aumenta. Además consigo varios objetos, herramientas y armas de entre los cuerpos desmembrados de los snapjaws

Por el momento me quedo recorriendo los alrededores de Joppa. Puedo ganar mucha experiencia que me servirá para visitar Red Rock, aunque esta historia os la narraré otro día...

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