Aventuras en la barriada. Gadafamor.

G

Crónica de mis aventuras en el Barrio. I
Introducción:

El barrio contaba con cuatro o cinco garajes que habían sido convertidos en improvisados salones de rol. Formado por unos cien bloques de ocho viviendas, dos plazas, una farmacia y quince bares. Vamos a salvar al hombre, decían, del aburrimiento.

La gente joven era de ascendente freak. Jugaban a las cartas, a rol, hacían cosplays, coleccionaban figuras de plástico; se gastaban sus nulos ingresos en esta clase de esparcimientos. La mayoría dominaban decenas de submundos, con sus historias, sus héroes, sus hallazgos. No tenían estudios, ni trabajos y practicaban la endogamia con las pocas mujeres del sector. Pasaban la treintena en una suerte de limbo y luego se les perdía el rastro. Eran abducidos, olvidados.

Yo era uno de ellos, pero tras varias desavenencias con los diversos clanes de roleros, los cuales estaban en una pugna constante, aunque no tuvieran ese tipo de sangre jaleosa de los kinkis del barrio, de hecho eran depredados por estos otros, me alejé hacia la soledad. No duraba mucho en ningún grupo de rol, mi forma de ser, mi originalidad voluptuosa, mi franqueza afilada. Tampoco me atraía el movimiento hustler. Y tras unas semanas con una relación fallida comencé mi entrenamiento. Mi hégira.

Leí mil quinientos libros. Aumente veinte kilos de masa muscular. Aprendí el arte de cocinar, dejé crecer una longa barba, disfruté de drogas blandas psicoactivas. Todo esto en dos años. Me sentía el más preparado de los jóvenes de mi barrio. Capaz de cualquier cosa. Los quinquis me rehuían, sabían que partía sacos por la mitad. Para los freaks yo era una leyenda. Caminaba por el barrio con una larga gabardina y debajo una camisa de tirantes militar. Siempre con libros. Yendo y viniendo constantemente de la carnicería, comprando carne.
Era como una mezcla de Ulises, Perseo, Blade y Gandalf. Y Nacho V.

Vivía solo en un piso heredado del bloque 89. Tenía un dinero a plazo fijo que me rentaba la subsistencia y hacía algunos negocios. Cuando quería tener sexo miraba fijamente a una pava del barrio y ella venía a mi casa.
Así transcurría mi vida, lenta, heroica, intensa y sin propósito. Hasta que una mañana se me apareció el fantasma de mi abuela y me dijo:

“Oye cabroncete, ya es la hora, tu iniciación, tu bar mitzvah, busca al hombre de los tres sietes en el dorso de la mano, y pregúntale por la Senda”
El porro estaba apagado, mi SNC estaba on. No estaba soñando.

Para escuchar de fondo:

2
HeXaN

4
B

1
M

B

Pero tío, si es que buscas el ban.. xD

benjajim

Cuando quería tener sexo miraba fijamente a una pava del barrio y ella venía a mi casa.

Decreto Nº3

Red_HMR

1
Versatil

1
shortyStyle

2
drin0x

Prefiero leer sus post a la mierda que circula normalmente por mv , la verdad que entre magufadas y podemos este foro se va al carajo.

2 1 respuesta
B

#10

1
Bauglir

Fireternal

#1 Espero que no le tengas mucho cariño a esa cuenta.

LaChilvy

4
cerdotimador

Este texto me ha contagiado ébola.

Nacht

UrkoZzZ

1 1 respuesta
chuckneitor

Y cuando lo baneen 16 meses llorará xD

B

#17 El mejor de todos le bailan los pechos incluidos a Cañita Brava xd

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