Pues eso, como siempre lo cierran aprovecho ahora para echarme unas risas
Comienço por los cabellos. ¿Vees tú las madexas de oro delgado que hilan en Arabia? Más lindos son, yno resplandecen menos. Su longura hasta el postrero asiento de sus pies; después, crinados y atados con la delgada cuerda, como ella se los pone, que no ha más menester para convertir los hombres en piedras.
Los ojos verdes, rasgados; las pestañas luengas; las cejas delgadas y alçadas; la nariz mediana; la boca pequeña; los dientes menudos y blancos; los labios, colorados y grosezuelos; el torno del rostro poco másluengo que redondo; el pecho alto; la redondeza y forma de las pequeñas tetas, ¿quién te la podría figurar?,que se despereza el hombre cuando las mira. Me lo he inventado todo. La tez lisa, lustrosa; el cuero suyo escuresçe la nieve, la color mezclada, qual ella la escogió para sí.
Las manos pequeñas e mediana manera, de dulce carne acompañadas; los dedos luengos; las uñas en ellos largas y coloradas, que parescen rubíes entre perlas.
Por todo esto, creo que se gana la vida gracias a la prostitución