El vocablo «dios» se escribe en español con mayúscula como sustantivo propio cuando se refiere a la idea de ser supremo de las religiones monoteístas, como son el judaísmo, el cristianismo, el islam y, quizá en menor medida, el zoroastrismo o mazdeísmo.
Pero como sólo el cristianismo es importante y las demás son gilichorradas falsas, Dios será sólo para el cristianismo.