Creepy

¿Os imagináis que al llegar a casa siempre está vacía? Que nunca va a haber nadie esperando. Hasta que te mueras. Siempre vas a estar solo una casa fría.
¿Sabéis que hay una enfermedad que hace que la gente necesite estar con gente? Puede sonar chorras, pero igual que el miedo a los espacios cerrados te lo explicas y el miedo a los espacios abiertos lo aceptas por lógica, hay miedo a estar rodeado de gente y por lógica también hay miedo a no estarlo. A estar solo.
Si juntamos ambas cosas se da un caso muy curioso en las ciudades. Indigentes con casa. Son gente a la que sentimentalmente les fue mal, viven solos, y además padecen esta enfermedad. Entonces no pueden estar solos en casa. En las efermedades hay grados, como el grado aceptable de diógenes que tiene la casa con poco de mierda, y grados extremos como el del diógenes que tiene mierda hasta el techo y hay que avanzar por la casa a cuatro patas entre túneles practicados en la basura. La gente que padece en grado extremo esta enfermedad que os decía se echa a la calle para estar con gente y llega un momento en el que es incapaz de volver a casa. Terminan viviendo en la calle, siendo auténticos mendigos, a la par que tienen una vivienda habitable.

Ahora es cuando entro en juego yo, pues es una historia personal. Tengo un trabajo un poco peculiar. Técnicamente es en un departamento de limpieza del ayuntamiento. El matiz rarito le viene porque también nos toca intervenir cuando hay que limpiar viviendas de fallecidos en las que la familia ya ha reclamado todo lo reclamable, si es que había algo que reclamar. O si es que había familia.
Primero va el juez, levanta acta, luego la policía, se toman fotos y datos rutinarios por si hubiera pasado algo raro, luego la funeraria, se lo llevan, y por fin tenemos vía libre para limpiar. Y aunque parezca un poco macabro, como eso no lo reclama nadie y va a ir a la basura, muchas veces conseguimos pequeños trofeos. Yo, que soy amante del rock y el heavy, no me arrepiento de decir que tengo en casa un par de vinilos clásicos, de uno de los trabajos en el que el pobre fallecido debía tener mis mismos gustos musicales.

Y ya acercándome a la pomada, vale de antecedentes, como os podéis imaginar el último caso que me tocó fue el de una de estas personas vagabundas pero con un hogar. Le encontraron en la calle muerto de frío e inanición, en sus datos apareció que tenía un piso, nadie reclamó nada y allá que fuimos.
Tengo ya bastantes limpiezas de estas a mis espaldas, y siempre hay unas cuantas cosas comunes en todas las casas. Cosas que hacen parecer que vivir ahí ha tenido sentido. Que te ayudan a, mientras limpias, aferrarte al pensamiento de que allí viviía una persona normal y corriente. Siendo sincero, que te ayudan a anclarte a la realidad para no pensar que estar limpiando el piso de un difunto y urgando entre sus cosas. Pero hubo algo que me asustó en esa casa. No son cosas que den miedo de por sí. Pero son cosas que... como decía, no encajan con una casa normal en la que vive una persona normal.

En la casa no había ni un solo espejo. Ni uno. Yo no soy muy de espejos. En mi casa no hay ni uno de cuerpo entero sin ir más lejos. Pero si os paráis a pensarlo, en la vuestra habrá mínimo dos de estos pequeños, mas el del baño. Allí nada. De los pequeños ni rastro. El del baño había sido retirado hacía tiempo. De eso me di cuenta yo..
Un compi me señaló otra cosa. Estaba vaciando el cajón de la cubertería cuando me dijo "mira tio, ni un solo cuchillo".
Y otra cosa que vimos todos. La casa estaba llena de fotos de la persona con su pareja. Y cuando digo llena, es llena. Recogimos 43 fotografías enmarcadas en un piso de cocina, baño, salón y un dormitorio, mas dos sobres llenos de fotos sin enmarcar. Cuando le preguntamos al encargado si se había conseguido contactar con alguien, nos dijo que solo figuraba el contacto de su pareja y que hacía años que había fallecido.

Aquel día llegué jodido a casa. Esa no era una persona que se tiraba a la calle porque estaba enferma. Porque necesitara rodearse de gente y no pudiera soportar la casa vacía. Esa persona seguramente tenía un trastorno mucho mayor. Su pareja murió, y esa habría sido la casa en la que vivían. Quizá quitó los espejos porque se los quedaba mirando embobado, viéndose a ellos mismos reflejados en esa misma superficie no hacía tanto tiempo. Quizá los quitó porque empezó a ver otras cosas reflejadas. Su tristeza, su soledad, la imagen de que se estaba pudriendo en el cementerio... Y un día comienza a aparecer en el espejo con su nueva apariencia. Algo pasaría un día. Un ruido, un sueño, algo que hiciera que su paranoia aumentara. Quizá temió por su vida y sacó todos los cuchillos de casa. O quizá lo hizo porque una vez se intentó suicidar acosado por los recuerdos y quiso evitar volver a hacerlo. O ambas a la vez.

Son dos o tres detalles sin importancia, pero como veis me dieron mucho en lo que pensar. Esa persona lo pasó muy mal. Seguro. Murió quien más quería en el mundo, y mi teoría es que se trastornó en soledad, rodeado de recuerdos y miedo. La casa le enloqueció. Un día huyó y no volvió a ella nunca más. Prefirió morir de frío en la calle. Lejos de lo que quisiera que huía.

Estoy buscando un vidrio que pusieron hace mucho aquí y lo he buscado un poco pero son 69 páginas ya... de una canción en 8-bit, juego de rol con vista desde arriba ¿A alguien le suena?

#1929 Esa peli no se va a estrenar en España?

#2058 Ni falta que hace...... Puntuación IMDB: 4.4

El otro día intenté ver Begotten. Intenté. Lo importante es participar.