El otro día me marqué un triple perfect cagando en el curro.
Donde trabajo es un pabellón de puta madre donde hay un montón de empresas de automoción en las que tenemos baño común para todas ellas. El martes de esta semana, me fui a soltar los pesares tras tomarme el café que pillo según entro, que me tomo mientras leo los mails y organizo el día, tras acabarlo e ir al baño, me encuentro que en mi letrina favorita había cagado algún ser del infierno que había manchado la totalidad de la parte sumergida de la taza del váter, yo, con unas ganas de cagar inhumanas gracias al poder del café solo que había ingerido me siento a cagar, y sin esfuerzo alguno pierdo no menos de kilo y medio de masa, inmediatamente me dispongo a limpiarme el stargate arrugado, y para mi sorpresa, el papel salia limpio desde la primera pasada, me incorporo, me subo calzoncillos y pantalón, tiro de la bomba, y para mi sorpresa, tras ser arrastrados los restos fecales que me habían acompañado hasta ese momento la taza está impoluta, mi mierda no solo no me había ensuciado el ojete, ni la taza, si no que ademas se había llevado consigo las múltiples y densas manchas de heces que el anterior energúmeno incívico con carrera superior había dejado ahí.
Una mierda de las que solo se cagan una vez en la vida.