Fuck her right in the sushi
#405 Cómo vas de tiempo para retomar esto? Si no se le da continuidad o bien chapamos o lo reconvertimos en un hilo donde otros puedan poner sus relatos (inventados o no).
Una tarde cualquiera
Los dos estábamos en el sofá de su casa, como cada vez que vemos alguna peli, mi novia se quedaba frita con la cabeza en mis piernas y yo me dedicaba a acariciarle la espalda, y como no, a meterle mano. De tanto manoseo a mí se me empezó a poner dura como una estaca y como ella tenía la cabeza entre las piernas pues se dio cuenta. Cabe decir que era verano, y con el terral que hace aquí, los dos estábamos prácticamente en bolas, ella empezó a sobarse con mi rabo y yo a pellizcarle los pezones haciendo que se fueran poniendo duros. Empezó a acariciarme la polla por encima de los calzoncillos, dando pequeños bocados en mi glande, yo notaba la humedad de su boca he hizo que me pusiera tan cachondo que metí la mano dentro de sus bragas, dejando la mano puesta y permitiendo que ella empezara a moverse, rozándose con ella.
Puse un dedo en medio de su raja, dejando que se fuera introduciendo lentamente, separando sus labios y empapándolo con su flujo, ella me bajó un poco los calzoncillos y empezó a lamerme lentamente la punta, relamiéndose y, sobretodo, regodeándose. Yo ya no estaba para tonterías y metí un par de dedos dentro de ella, dejando que su coño se cerrara alrededor de ellos, y comencé a moverlos lentamente. No me di cuenta de cuando me había bajado del todo los gayumbos pero caí en ello cuando mi polla rozaba su campanilla, deberíais haber visto como chorreaba de saliva cuando se la sacó de la boca, a mi comenzaba a salirme un poco de líquido preseminal y como degustandose, me susurró al oído que me desnudara del todo.
Volvía con una toalla de su cuarto, se había quitado la parte de arriba y sus tetas se mecían a ritmo de sus pasos, algo que me encanta. Se arrodilló entre mis piernas y comenzó a chupármela como solo ella hace, con mucha saliva, que chorree y dejando que le resbale por la comisura de los labios, lamiendo los huevos sin dejar de pajearme. Con una mano me sujeto la base de la polla mientras la otra se movía rápidamente, yo tenía la punta que me iba a estallar, y el placer que me daba. Antes de llegar a correrme la paré, no quería terminar la fiesta así, le tocaba a ella ahora, pasó a ocupar mi lugar en el sofá y ahora era yo quien estaba entre sus piernas. Estaba lo suficientemente mojada como para que hubiera podido hacer lo que quisiera con ella, pero a mí me encanta comer, que le hago, comencé a besarle el interior de los muslos mientras ella cerraba los ojos y dejaba que el hormigueo le recorriera todo el cuerpo, lentamente me fui acercando más y más a su sexo, oliéndolo, aspirando el aroma de un coño bien dispuesto a ser follado, me lancé a el como si no hubiera mañana, jugando con su clítoris, metiendo la lengua dentro de ella, lamiendo de abajo a arriba, llegando hasta su culo… DIOS QUE BIEN SABE.
La puse de rodillas sobre el sofá, de espaldas a mí, ahora le tocaba a su culo. Mordí sus nalgas, su piel reflejaba las marcas de mis dientes poniéndose roja, las separó con sus manos, dejándolo todo dispuesto para que yo pudiera comer y lamer a placer. Cuando ya estaba completamente empapada en saliva y tan cachonda que no podía parar de hundirme la cara entre sus nalgas, se la clavé sin compasión, su coño chorreaba tanto que apenas había fricción, notaba como iba chorreando más y más a cada embestida. Me pidió que le agarrara del cuello, cortándole un poco la respiración cosa que le pone como una moto, me acorde del cinturón que tenía en el cuarto por lo que le ordené que no se moviera de donde estaba, a parte del cinturón aproveché para traerme algunos juguetes que tenemos, unas esposas, un antifaz y un vibrador.
Le esposé las manos a la espalda, le puse la correa alrededor del cuello y le tapé los ojos, ahora estaba a mi completa merced; mientras se la clavaba lo más profundo que podía, fui masajeando su ano, escupiendo un poco para que estuviera bien húmedo y mojado, de lo cachonda que estaba no paraba de chillar que le follara duro y vino su primera corrida.
En todo lo que le duró la corrida yo no deje de metérsela, por lo que llegó un momento que de tanto estremecerse se derrumbó. La puse de rodillas en el suelo, le quite las esposas y el antifaz y dejé que me comiera un poco la polla, aunque me tenía tan caliente que no podía dejar que se lanzara demasiado si no quería soltarle todo tan rápido. La llevé al despacho de su padrastro, quite las cosas que había en la mesa y la tumbe bocarriba, esta vez llevé el ritmo de más lento a más rápido, puse la punta del vibrador en su culo dejando que rozara con mi polla y la vibración se transmitiera también a través de ella, cuando más fuerte estaba follándole, chilló, al principio pensé que podía haberle hecho daño y paré asustado, cuando lo hice me gritó que no lo hiciera que estaba teniendo una corrida como nunca, tanto que empezó a soltar chorros de corrida poniendo el suelo empapado. Cuando ya hubo soltado hasta la última gota, le pedí que se reclinara sobre la mesa, quedándose de pie con el pecho apoyado en ella. Volví a clavársela, esta vez lentamente, dejando que ella fuera la que se moviera y llevara el ritmo dejando que me recostara un poco y le fuera besando su espalda desnuda.
Pasado un momento, la saqué y comencé a pasar la punta por su culo, adivinando mis intenciones, se lo abrió y suavemente fui metiéndola dentro, pese a que ya estaba bastante mojado con su flujo, no era los suficiente como para poder meterla y que no le molestara, por lo que tocaba bajar al pilón, hundí la cara y clave la lengua todo lo profundo que podía, dejando que corriera bien la saliva, lamiendo de arriba abajo, haciendo círculos y dejando que poco a poco fuera dilatando, yo ya estaba con un calentón del 15.
Puse la punta y poco a poco fui dejando que entrara, llevando ella el ritmo para que no le doliera, sentía su culo bien cerrado alrededor de mi polla, me movía poco a poco penetrándola suavemente dejando que se fuera acostumbrando un poco, como no estaba aún excesivamente húmeda, escupí bastante saliva sobre su culo y conforme iba chorreando sobre mi rabo, aproveché para ir metiéndola. La agarré del cuello y la atraje hacia mí, apretando y empujando fuertemente en su culo, comenzó a moverse, arriba abajo, hacia delante y detrás, llevando un ritmo delicioso. Yo que ya no estaba para mucho y tras aguantar un poco, la saqué y me corrí sobre su culo, dejando que la corrida le llenara la espalda y fuera chorreando por su culo hacia su coño. Tras recoger un poco, nos fuimos a la ducha donde nos enjabonamos mutuamente, dejando que cada uno se recreara sobre el cuerpo del otro.
