Quería compartir con vosotros un extracto de las ideas principales de mi TFG.
La dichosa Teoría de cuerdas que nos quieren meter con calzador los cientificuchos de tres al cuarto no es más que otra bala disparada directa a la dignidad y a la libertad de las que luchamos contra el sistema. De las que no queremos ser perfectas. De las que preferimos ser felices y molestas.
Teoría de cuerdas... ¡ja! ¡ja! ¿De dónde viene este nombre? ¿Casualidad? Seguro que sí... dejadme que os lo diga: la teoría "de cuerdas" no es otra cosa más que una apología encubierta de la práctica del bondage. Una práctica humillante hacia el sexo femenino que tiene su origen en la sociedad heteropatriarcal opresora por excelencia: la sociedad japonesa. Allí recibe el nombre de Shibari, donde Shi en japonés significa muerte (por si alguna no lo teníais claro, la muerte de la dignidad).
Las cuerdas son la metáfora que nos pretende mantener inmovilizadas ante el maltrato psicológico y físico (incluída la violación) del sexo fálico hacia la mujer. Las cuerdas son los brazos tentaculados de un sistema capitalista que no pretende otra cosa si no retener la dignidad de todas nostras. ¿Física? El que sea lo suficientemente iluso para pensar eso... sólo puede explicarse porque sea uno de ellos (Y chica, si tú lo piensas también, háztelo mirar porque la opresión te ha causado Síndrome de Estocolmo).
El resumen de la dichosa teoría es que no hay 3 dimensiones, si no 10 u 11. Esto evidentemente es otra metáfora. Es obvio que más allá de anchura, altura, y fondo... pocas dimensiones más pueden haber; y esto es porque las "dimensiones" hacen referencia a las diferentes facetas diferenciables del sexo femenino.
Cuando los machirulos con bata blanca dicen que hay que extender las 3 dimensiones a 11, y atarlas bien fuerte con cuerdas imaginarias, no dicen más que la sociedad HA DE SOMETER no sólo los aspectos básicos del sexo femenino, si no TODAS Y CADA UNA de sus facetas, matices y peculiaridades. No tenían bastante con querer dominar una parte de nosotras... no.
Ya está bien de invertir dinero en la caldera del patriarcado. Ya basta de alimentar ese fuego incansable que abrasa nuestra piel y quema nuestra decencia. Ya basta de engañar a la sociedad con conceptos indemostrables que no son más que complicados sinónimos de opresión. Ya basta de malgastar el dinero de todas en ciencia vacía.
Hay que empezar a invertir en la mente. El mundo actual se explica desde la psicología, desde la educación social y la igualdad. La física ya ha explicado todo lo que tenía que explicar. Ahora nos toca a nosotras explicar al mundo que...
... la revolución será feminista, o no será.
