TODO en esta escena está creado para que nos arranquemos las melenas hasta quedarnos calvos, calvos y gordos que es como nos vamos a quedar después de jamás habernos podido tirar a esa Diosa. No sé ni por dónde empezar. Esa musiquica de menu de jueguico de los 80/90 tikitikiiitikitiiti pliikipliiikipli que se descojona de ese mequetrefe y, sobretodo, de NOSOTROS. Porque, no nos engañemos, ese señor somos nosotros, yo he visto un video y no se como he atravesado el espaciotiempo y he acabado rozándole la cebolleta a esa elfa italiana y sintiendo la frustración y el quemazón vital que ha sentido ese hombre. Esas miraditas, ese señor EMPALMADO porque no se puede estar de otro modo mientras esa maldita y a la vez bendita mujeraza te culea el rabo y te va mirando de reojo y juega con tus más hondos instintos, ese señor, repito, ahí arriando velas oh capitan mi capitan contra ese culamen y esos muslos y esos ojos verdes y esos labios y esa risita burlona, que se irá a casa y se pondrá a llorar en posición fetal no sin antes haberse zurrado la sardina con intensísimo fervor sabiéndose de algún modo bendecido pero también total e irremediablemente derrotado.
#Weareeseseñor