Poesía

Pandora_6

Podría describir lo que
se desmorona.
El proceso.
La pausa.
Una lepra tranquila comiéndose los bordes
de las cosas
la pérdida
de la cartografía del
contorno. De lo irreconocible
entonces
como lo familiar. Podría
por ejemplo decir
no tiene consistencia
lo que abrazas
o bien
la no carnalidad
de la ceniza
si muerdes del lugar del corazón.

-Ada Salas-

B

"De cómo todas las cosas del mundo son vanidat, sino amar a Dios."

Como dise Salomón, e dise la verdat,
que las cosas del mundo todas son vanidat,
todas son pasaderas, vanse con la edat;
salvo amor de Dios, todas son liviandat.
Et yo desque vi la dueña partida e mudada,
dixe: «Querer do non me quieren, faría una nada:
»responder do non me llaman, es vanidat probada.»
Partime de su pleyto, pues de mí es redrada.
Sabe Dios, que aquesta dueña e quantas yo vi,
siempre quise guardarlas, et siempre las serví,
si servir non las pude, nunca las deserví,
de dueña mesurada siempre bien escrebí.
Mucho sería villano e torpe pajés,
si de la mujer noble dixiese cosa refés;
ca en muger loçana, fermosa e cortés
todo bien del mundo e todo plaser es.
Si Dios, quando formó el ome entendiera
que era mala cosa la mujer, non la diera
al ome por compañera, nin d'él non la fesiera,
si para bien non fuera, tan noble non saliera.
Si omen a la mujer non la quisiese bien,
non ternía tantos presos el amor quantos tien',
por santo nin santa que seya, non sé quién,
non codiçie compaña, si solo se mantien'.
Una fabla lo dise, que vos digo agora:
que una ave sola nin bien canta, nin bien llora,
el mástel sin la vela non puede estar toda hora,
nin las verças non se crían tan bien sin la noria.
Et yo como estava solo sin compañía,
codiçiaba tener lo que otro para sí tenía,
puse el ojo en otra non santa, más sentía,
yo cruisiava por ella, otro la avíe valdía.
Et porque yo non podía con ella ansí fablar,
puse por mí mensagero, coydando recabdar
a un mi compañero, sópome el clavo echar,
él comió la vianda, e a mí fiso rumiar.
Fis' con el grand pesar esta trova cazurra,
la dueña que la oyere, por ella non me aburra,
ca debríen me desir neçio, et más que bestia burra,
si de tan grand escarnio yo non trovase burla.

Juan de Ruiz, Arcipreste de Hita, de "El libro del buen amor".

1
BUzzs

Me quiero comprar algun libro de poesía de Leopoldo María Panero, pero tiene como 80. Alguien me recomienda alguno en especial?

1 respuesta
Millonet1

#393 Las obras completas en la editorial visor

1
Millonet1

Ya que estoy:

La cuádruple forma de la nada

Yo he sabido ver el misterio del verso
que es el misterio de lo que a sí mismo nombra
el anzuelo hecho de la nada
prometido al pez del tiempo
cuya boca sin dientes muestra el origen del poema
en la nada que flota antes de la palabra
y que es distinta a la nada que el poema canta
y también a esa nada en que expira el poema:
tres son pues las formas de la nada
parecidas a cerdos bailando en torno del poema
junto a la casa que el viento ha derrumbado
y ay del que dijo una es la nada
frente a la casa que el viento ha derrumbado:
porque los lobos persiguen el amanecer de las formas
ese amanecer que recuerda a la nada;
triple es la nada y triple es el poema
imaginación escrita y lectura
y páginas que caen alabando a la nada
la nada que no es vacío sino amplitud de palabras
peces shakespearianos que boquean en la playa
esperando allí entre las ruinas del mundo
al señor con yelmo y con espada
al señor sin fruto de la nada.
Testigo es su cadáver aquí donde boquea el poema
de que nada se ha escrito ni se escribió nunca
y ésta es la cuádruple forma de la nada.

1
Pandora_6

Imagínate ahora que tú y yo
muy tarde ya en la noche
hablemos de hombre a hombre, finalmente.
Imagínatelo,
en una de esas noches memorables
de rara comunión, con la botella
medio vacía, los ceniceros sucios,
y después de agotado el tema de la vida.
Que te voy a enseñar un corazón,
un corazón infiel,
Desnudo de cintura para abajo,
Hipócrita lector - mon semblable - mon frère!

Porque no es la impaciencia del buscador de orgasmo
quien me tira del cuerpo hacia otros cuerpos
a ser posible jóvenes:
Yo persigo también el dulce amor,
el tierno amor para dormir al lado
y que alegre mi cama al despertarse,
cercano como un pájaro.
¡Si yo no puedo desnudarme nunca,
si jamás he podido entrar en unos brazos
sin sentir -aunque sea nada más que un momento-
igual deslumbramiento que a los veinte años!.


Para saber de amor, para aprenderle,
haber estado solo es necesario.
Y es necesario en cuatrocientas noches

  • con cuatrocientos cuerpos diferentes -
    haber hecho el amor. Que sus misterios,
    como dijo el poeta, son del alma,
    pero un cuerpo es el libro en que se leen.

Y por eso me alegro de haberme revolcado
sobre la arena gruesa, los dos medio vestidos,
Mientras buscaba ese tendón del hombro.
Me conmueve el recuerdo de tantas ocasiones...
Aquella carretera de montaña
y los bien empleados abrazos furtivos
y el instante indefenso, de pie, tras el frenazo,
pegados a la tapia, cegados por las luces.
O aquel atardecer cerca del río
desnudos y riéndonos, de hiedra coronados.
O aquel portal en Roma en vía del Babuino.
y recuerdos de caras y ciudades
apenas conocidas, de cuerpos entrevistos,
de escaleras sin luz, de camarotes,
de bares, de pasajes desiertos, de prostíbulos,
y de infinitas casas de baños,
de fosos de un castillo.
Recuerdos de vosotras, sobre todo,
o noches en hoteles de una noche,
definitivas noches en pensiones sórdidas,
en cuartos recién fríos,
noches que devolvéis a vuestros huéspedes
un olvidado sabor a sí mismos!
La historia en cuerpo y alma, como una
imagen rota,
de la langueur goutée a ce mal d'être deux.
Sin despreciar

  • alegres como fiesta entre semana -
    las experiencias de promiscuidad.

Aunque sepa que nada me valdrían
trabajos de amor disperso
si no existiese el verdadero amor.
Mi amor,
Íntegra imagen de mi vida,
sol de las noches mismas que le robo,
su juventud, la mía,

  • música de mi fondo -
    sonríe aún en la imprecisa gracia
    de cada cuerpo joven,
    en cada encuentro anónimo,
    iluminándolo. Dándole un alma.
    Y no hay muslos hermosos
    que no me hagan pensar en sus hermosos muslos
    cuando nos conocimos, antes de ir a la cama.

Ni pasión de una noche de dormida
que pueda compararla
con la pasión que da el conocimiento,
los años de experiencia
de nuestro amor.
Porque en amor también
es importante el tiempo,
y dulce, de algún modo,
verificar con mano melancólica
su perceptible paso por un cuerpo

  • mientras que basta un gesto familiar
    en los labios,
    o la ligera palpitación de un miembro,
    para hacerme sentir la maravilla
    de aquella gracia antigua, fugaz como un reflejo.

Sobre su piel borrosa,
Cuando pasen más años y al final estemos,
quiero aplastar los labios invocando
la imagen de su cuerpo
y de todos los cuerpos que una vez amé
aunque fuese un instante, deshechos por el tiempo.

Para pedir la fuerza de poder vivir
sin belleza, sin fuerza y sin deseo,
mientras seguimos juntos
hasta morir en paz. Los dos,
como dicen que mueren los que han amado mucho.

-Jaime Gil de Biedma-

huerohuero

Ya no me acuerdo de ti,
me acuerdo del tiempo,
me sobra el vivir,
si vuelvo al momento.

Y quieren que diga que he vuelto,
que se oiga una puerta,
que tiemblen las rejas,
y mienten, ¡que ya se alimenta!,
por mucho que quiera
el viento se cuela.

Y miento cada vez que me preguntan,
oye, ¡y qué!,
vendida esta la vida si se acercan sus pies.

Que yo ya ni lo intento, me siento, ¡pues!
reviento y me enderezo, cada día ¡también!

¿Quién coño cuenta cuanto te has equivocado?
Que no quiero entender, y me he encerrado.

Sale el sol si quiero yo mirar,
no hay nadie en contra, solo lo que quieras tomar,
unas cervezas de más, risas en el bar,
me cae el recuerdo al volver a casa,
que no me acuerdo de ti,
me acuerdo del viento.

De algún rincón de mi cabeza.
Besitos corazones.

1
B

Enamorarse cada día de la misma persona
es como abrir la puerta de casa
y entrar a un lugar nuevo,
mirar como siempre
y cambiar la dirección.
Es como perder algo
que nunca se ha tenido,
como encontrar algo
que siempre se ha buscado.
Es como hurgar en un corazón manoseado
y encontrarlo reluciente.

Es redefinir el concepto de rutina
y volverlo inolvidable.

Elvira Sastre

7
Pandora_6

Como árboles

Quién hubiera dicho
que estos poemas de otros
iban a ser míos

después de todo hay hombres que no fui
y sin embargo quise ser
sino por una vida
al menos por un rato
o por un parpadeo

en cambio hay hombres que fui
y ya no soy ni puedo ser
y esto no siempre es un avance
a veces es una tristeza

hay deseos profundos y nonatos
que prolongué como coordenadas
hay fantasías que me prometí
y desgraciadamente no he cumplido
y otras que me cumplí sin prometérmelas

hay rostros de verdad
que alumbraron mis fábulas
rostros que no vi más pero siguieron
vigilándome desde
la letra en que los puse

hay fantasmas de carne
otros de hueso
también los hay de lumbre y corazón
o sea cuerpos en pena almas en júbilo
que vi o toqué o simplemente puse
a secar
a vivir
a gozar
a morirse

pero además está lo que advertí de lejos
yo también escuché una paloma
que era de otros diluvios
yo también destrocé un paraíso
que era de otras infancias
yo también gemí un sueño
que era de otros amores

así pues
desde este misterioso confín de la existencia
los otros me ampararon como árboles
con nidos o sin nidos
poco importa
no me dieron envidia sino frutos
esos otros están
aquí
sus poemas
son mentiras de a puño
son verdades piadosas
están aquí
rodeándome
juzgándome
con las pobres palabras que les di

hombres que miran tierra y cielo
y a través de la niebla
o sin sus anteojos
también a mí me miran
con la pobre mirada que les di
son otros que están fuera de mi reino
claro
pero además
estoy en ellos

a veces tienen lo que nunca tuve
a veces aman lo que quise amar
a veces odian lo que estoy odiando
de pronto me parecen lejanos
tan remotos
que me dan vértigo y melancolía
y los veo minados por un duelo sin llanto

y otras veces en cambio
los presiento tan cerca
que miro por sus ojos
y toco por sus manos
y cuando odian me agrego a su rencor
y cuando aman me arrimo a su alegría

quién hubiera dicho
que estos poemas míos
iban a ser
de otros.

-Mario Benedetti-

1 mes después
YaZzMaN

La verdadera muerte
es estar vivo
y que nadie te recuerde,
es caer en el olvido
antes de tiempo,
es la transparencia de tu cuerpo
ante los ojos egoístas
de los que te regalarán su falsa ceguera
para invitarte a tu propio funeral.

3
1 comentario moderado
1 mes después
kaosMC

La rue assourdissante autour de moi hurlait.
Longue, mince, en grand deuil, douleur majestueuse,
Une femme passa, d'une main fastueuse
Soulevant, balançant le feston et l'ourlet;

Agile et noble, avec sa jambe de statue.
Moi, je buvais, crispé comme un extravagant,
Dans son oeil, ciel livide où germe l'ouragan,
La douceur qui fascine et le plaisir qui tue.

Un éclair... puis la nuit! — Fugitive beauté
Dont le regard m'a fait soudainement renaître,
Ne te verrai-je plus que dans l'éternité?

Ailleurs, bien loin d'ici! trop tard! jamais peut-être!
Car j'ignore où tu fuis, tu ne sais où je vais,
Ô toi que j'eusse aimée, ô toi qui le savais!

À une passante, C. Baudelaire.

PD: Lo pongo en francés porque las traducciones en español que he encontrado no me terminan de convencer.

7 días después
Millonet1

7 días después
yokita

¿Cómo amar lo que se balancea
y está más tiempo en la otra parte del vaivén?

Allí,
donde no te llegan las manos...

Eres inquieta
como una cuerda deshilachada al viento,
grulla nacida de una papiroflexia amable,
te mueves sin parar en el sillón
y pareces muchas
y todas me gustan
hasta las que escondes.

Preguntas por mi horóscopo
abandonas tus manos lejos de las mías
como náufragos
desconfías,
huyes,
retrocediendo armada de una prudencia innecesaria,
te alejas con todos los verbos,
me dejas en un columpio absurdo,
de los que uno empuja con los pies cuando no hay amigos,
perdido,
mutilado en el abandono,
como los objetos que devuelve el mar
que nunca ha querido.

Dijiste "no"
antes de saber mi pregunta,
antes de que la pregunta existiese,
antes que el aire de mi boca pareciese una pregunta...

Eludiste como gota última
siendo la primera...

Sin la paciencia de las nueve
para ver las cosas que tiene una vida pequeña
pensaste amarga
la mermelada de nuestos días.
Te nació una pereza enferma entre los dedos
y mirabas hacia atrás
o yo creía que lo hacías
comprobando que me habías
dejado atado a todos los árboles en un mapa sin apellidos
espantapájaros en una llanura de lava
como uno sin fuego al que deberse
la máscara en el baúl sin mueca de alegría.

Y mirabas,
comprobando que no te olvidabas nada importante,
mirabas hacia atrás
como los aviadores dejan caer la vista
hacia paisajes muertos,
olvidados,
de los que nunca piensan aterrizar.

Existe una playa que envejece
porque le prometí tu primavera
y la pulpa de tus muslos.
Ahora rondas por las afueras de mi vida
y yo cargo con la culpa
de no saberte...

Ha sido una mezcla de flechazo al corazón
y tiro en la nuca.
Te sueño más que te convoco,
te adivino más que te disfruto,
no me queda ni el refugio escondido
detrás tus párpados sin fe.

La verdad es que, si lo pienso, quererte
no es algo que tenga que ver mucho contigo...

1 1 respuesta
B

#404 Touchée!
De quién es la cita???????
" Ha sido una mezcla de flechazo al corazón y tiro en la nuca"
Rediós que buena frase!

2 1 respuesta
yokita

#405 Es de Ruben Tejerina. :D

CsNarsil

Ella caminaba
y decía que los ayeres
nunca podrían convertirse en mañanas;
que cuando el reloj se rompe
de nada sirve darle cuerda;
que hay flores que duran un verano
porque la vida es así,
y de nada vale ahogarles en agua
si ya es invierno.

5
Mr-Carradine

Klaus–– El mundo ya se ha acabado.
Después de los años noventa ni una película,
ni un libro,
ni un solo verso que importe.
Los años 90 un buen final.
Empezaban tan bien los años 90:
caía el muro de Berlín.
Acababan tan bien los años 90:
caían las torres gemelas.
Y te pusiste a llorar
cuando cayó el muro de Berlín.
Y te entró la risa
cuando cayeron las torres gemelas.
Y te quedaste delante del televisor
esperando el tercer avión.
Y saliste a la ventana
a ver si caían aviones a nuestro lado,
pero ese día no cayeron aquí.
Nos guían las catástrofes
y somos protagonistas viendo la catástrofe.
Necesito una catástrofe
para recordarla en unos años
y pensar que era joven.
Éramos tan jóvenes cuando cayeron las torres gemelas,
éramos tan jóvenes cuando cayó el muro de Berlín.
Necesito otra catástrofe de verdad,
una que me haga llorar
cuando me acuerde de ella.
Caerán los aviones y no harán ruido,
caerán los aviones
y de una vez
reconoceremos que así está mejor:
un muro y dos torres,
un buen final.
Pero entre el muro y las dos torres:
nada,
sólo se alargaba el final.
Ahora lo sabemos,
ahora podemos verlo.
Los años noventa: un muro y dos torres,
un buen final.

Años 90. Nacimos para ser estrellas - La Tristura

5 1 respuesta
soulsville

#408 hijo puta

Los poetas malditos

ah esas muchachas a las que les apasiona Sylvia Plath

porque fue capaz de hacer lo que ellas no harán nunca
(no me refiero a escribir atropelladas metáforas del miedo a amarse un poco
sino a suicidarse)

y esos muchachos que imitan a Bukowski
(no me refiero a escribir poemas descosidos sobre su propia miseria
sino a emborracharse muy seguros de que un día
alguien los sacará de su propia miseria)

y los Rimbaud de barrio bajo
que ya que no pueden traficar con armas y dejar de escribir poemas
escriben poemas y se masturban fantaseando
con un cirujano del desierto que les amputa una pierna

y cuánto Lautréamont de barrio alto
a los que les encantaría tener un asomo de fuerza
para quitarse la jeringuilla del brazo
y escribir con propia sangre algún verso asesino

ah los maiakovskis de las discogrescas
dando mamporros a diestro y siniestro y abriendo cejas
y magullando pómulos y recibiendo alguna vez un cabezazo,
con las narices rotas y felices,
puestos en pie para decir revolución

y los tiernos mancebos tristes que vallejan, gildebiedman o gamonedan,
o hacen tintinear las monedas musicales de Machado
y escriben ironías sentenciosas sin haber perdido nada todavía
y hacen melancolía fugitiva de su tedio

a todos os envidio por tener
aquello que perdí ya para siempre:
la ciega confianza en que escribir
es un modo de engrandecer la vida

la confianza ciega en que vivir
no es nada si luego no sirve para caer de bruces
en un poema

Juan Bonilla.

7
8 días después
kaosMC

¿Quién construyó Tebas, la de las Siete Puertas?
En los libros figuran sólo nombres de reyes.
¿Acaso arrastraron ellos los bloques de piedra?
Y Babilonia, mil veces destruida,
¿quién la volvió a levantar otras tantas? Quienes edificaron
la dorada Lima, ¿en qué casas vivían?
¿Adónde fueron la noche
en que se terminó la Gran Muralla, sus albañiles?
Llena está de arcos triunfales
Roma la grande. Sus cesares
¿sobre quiénes triunfaron? Bizancio,
tantas veces cantada, para sus habitantes
¿sólo tenía palacios? Hasta en la legendaria
Atlántida, la noche en que el mar se la tragó, los que se ahogaban
pedían, bramando, ayuda a sus esclavos.
El joven Alejandro conquistó la India.
¿Él solo?
César venció a los galos.
¿No llevaba siquiera a un cocinero?
Felipe II lloró al saber su flota hundida.
¿No lloró más que él?
Federico de Prusia ganó la guerra de los Treinta Años.
¿Quién la ganó también?

Un triunfo en cada página,
¿Quién preparaba los festines?
Un gran hombre cada diez años.
¿Quién pagaba los gastos?

A tantas historias,
tantas preguntas.

Brecht, B., "Preguntas de un obrero que lee", Historias de Almanaque

1
7 días después
urrako

Valle Inclán:

¡ALELUYA!

Por la divina primavera
me ha venido la ventolera

de hacer versos funanbulescos
-un purista diría grotescos-.

Para las gentes respetables
son cabriolas espantables.

Cotarelo la sien se rasca,
pensando si el Diablo lo añasca.

Y se santigua con unción
el pobre Ricardo León.

Y Cejador, como un baturro
versallesco me llama burro.

Y se ríe Pérez de Ayala
con su risa entre buena y mala.

Darío me larga en la sombra
una mano, y a Poe me nombra.

Maga estrella de pentarquía
sobre el pecho anuncia el día.

Su blanca túnica de Esenio
tiene las luces del selenio.

¡Sombra del misterio delta
vibra en tu honor mi gaita celta!

¡Tú amabas las rosas, el vino
y los amores del camino!

Cantor de Vida y Esperanza,
para ti toda mi loanza.

Por el alba de oro que es tuya.
¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!

Y con un guiño a hurto de maura
me responde Clemencina Isaura.

En mi verso rompo los yugos
y le hago la higa a los verdugos.

Yo anuncio la era argentina
de socialismo y cocaína.

De cocotas con convulsiones
y de vastas Revoluciones.

Resplandecen de amor las normas
eternas. renacen las formas.

Tienen la gracia matinal
del Paraíso Terrenal.

Detrás de la furia guerrera,
la furia de amor se exaspera.

Ya dijo el griego que la furia
de Heracles engendra lujuria.

No cambia el ritmo de la vida
por una locura homicida.

A mayor fiebre de terror
mayor calentura de amor.

La lujuria no es un precepto
del Padre: es su eterno concepto.

hay que crear eternamente
y dar al viento la simiente:

el grano de amor o veneno
que aposentamos en el seno.

El grano de todas las horas
en el gran Misterio sonoras.

¡Y cuál será mi grano incierto?
¡Tendré su pan después de muerto!

¡Y de mi siembra no predigo!
¿Será cizaña? ¿Será trigo?

¿Acaso una flor de amapola
sin olor? La gracia española.

¿Acaso la flor digital
que grana un veneno mortal

bajo el sol que la enciende? ¿Acaso
la flor del alma de un payaso?

¡Pálida flor de la locura
con normas de literatura!

¿Acaso esta musa grotesca
-ya no digo funambulesca-,

que con sus gritos espasmódicos
irrita a los viejos retóricos

y salta luciendo la pierna,
¿no será la musa moderna?

Apuro el vaso de bon vino
y hago cantando mi camino.

Y al compás de un ritmo trocaico,
de viejo gaitero galaico,

llevo mi verso a la farándula:
Anímula, Vágula, Blándula.

Puto barbas, qué grande fue.

¡Socialismo y cocaína! \o/

4
yokita

Ahora que he renunciado
de momento
a las pociones
toca asumir mi condición de villano de opereta.
La culpa revolotea
mariposa de papel albal
y sus alas cortan como alfanjes.
He fumado demasiado en demasiadas camas
el cigarrillo de después
y en cada tos se me escapa un beso
para nadie
que pueda recordar
sin que otra mariposa
me rebane una loncha del corazón
o de la polla
(aún no aprendí a diferenciarlos).

II
Me gusta de a ratos
ser la bestia que acecha
los callejones sin salida de tus ingles
pero estoy tan cansado de soltar carcajadas de hielo
que para variar y sin que sirva de precedente
seré bueno
hasta el lunes por la tarde.
No me divierte el trabajo de engendro
a jornada completa
pero el mal
apréndelo querida
antes de que sea tarde en tus pestañas
no está en mi triste deambular por las sombras
sino en las aspirinas con receta
que el doctor jekyll te prescribe
para curar melancolías.
El monstruo es él
y yo sólo un adicto del amor que sangra
cazo porque lo que me gusta
no lo envasan al vacío
mato cuando me estoy muriendo
por verte
y me marcho para no saber
que no has venido.

No es un lobo inaudito en la ciudad
ése que ruge de dolor cuando anochece
soy yo
que te busco entre las sombras
de víctima en víctima
sin saber quién eres todavía.

III
Me acusan de tantos crímenes pueriles
que me avergüenza confesar el único
y reciente:
he matado al buen doctor
ya no hay jekyll al que volver por las mañanas
pedirle que recicle y saque la basura
pague las facturas puntualmente
y alimente a la palomas.
Ya no hay jekyll amor
sólo este hyde & hyde que soy
el amante de los eclipses de sol
de las muchachas alunadas
como tú
el habitante de las peludas penumbras
en las que te desnudas
para volver a ser tu propio monstruo.

Así que tú decides
amor:
no vuelvas a llamarme
o deja abierta tu ventana
como todas las noches
para que la bestia vuelva
con el apetito intacto
pero sin moralejas
ni coartadas
a devorarte el coño
y la esperanza.

1
7 días después
YaZzMaN

IV

Follar;
es amar la carne
aún siendo vegetariano.

Nunca una contradicción
fue tan placentera.

VI

Triste,
como las camas de los puticlubs que lloran
porque nadie se queda a dormir en ellas,
confundido como los ojos del perro
que ve alejarse a su dueño
desde la gasolinera del adiós,
perdido como el calcetín
que se divorcia de su pareja
y está condenado a morir solo.

Así soy yo, hasta que apareces,
abres la puerta de casa
y acaricias a nuestro perro
nos tumbamos en la cama
y empieza la orquesta de orgasmos,
y los tímidos calcetines deciden dejarnos intimidad
y en cada gemido empiezan a huir de nuestros pies
hasta llegar al borde de la cama
y caen, caen al suelo para morir juntos.

XV

Me enseñó su corazón
pero morí de amor,
como un gusano
que da vueltas
por una manzana de plástico
mientras va muriendo de hambre.

XXII

El hijo que nunca tendremos
está llorando de cara a la pared
por lo que nunca seremos,
se castiga a si mismo
como su padre se castiga
escribiéndote cada noche.

5
Pandora_6

¡Oh, mi yo! ¡oh, vida!

¡Oh, mi yo! ¡oh, vida!... de sus preguntas que vuelven,
del desfile interminable de los desleales, de las
ciudades llenas de necios,
de mí mismo, que me reprocho siempre (pues,
¿quién es más necio que yo, ni más desleal?),
de los ojos que en vano ansían la luz, de los objetos
despreciables, de la lucha siempre renovada,
de los malos resultados de todo, de las multitudes
afanosas y sórdidas que me rodean,
de los años vacíos e inútiles de los demás, yo
entrelazado con los demás,
la pregunta, ¡Oh, mi yo!, la pregunta triste que
vuelve — ¿qué de bueno hay en medio de estas
cosas, oh, mi yo, oh, vida?

Respuesta

Que estás aquí — que existe la vida y la identidad,
que prosigue el poderoso drama, y que tú puedes contribuir con un verso.

-Walt Whitman-

1
amegu

https://www.youtube.com/watch?v=gr3PlPnxPHo

https://www.youtube.com/watch?v=dz2UMJnJdGI

https://www.youtube.com/watch?v=gHsNCVavKJQ

21 días después
Pandora_6

Qué alegría, vivir
sintiéndose vivido.
Rendirse
a la gran certidumbre, oscuramente,
de que otro ser, fuera de mí, muy lejos,
me está viviendo.
Que cuando los espejos, los espías,
azogues, almas cortas, aseguran
que estoy aquí, yo, inmóvil,
con los ojos cerrados y los labios,
negándome al amor
de la luz, de la flor y de los nombres,
la verdad trasvisible es que camino
sin mis pasos, con otros,
allá lejos, y allí
estoy besando flores, luces, hablo.
Que hay otro ser por el que miro el mundo
porque me está queriendo con sus ojos.
Que hay otra voz con la que digo cosas
no sospechadas por mi gran silencio;
y es que también me quiere con su voz.
La vida -¡qué transporte ya!- ignorancia
de lo que son mis actos, que ella hace,
en que ella vive, doble, suya y mía.
y cuando ella me hable
de un cielo oscuro, de un paisaje blanco,
recordaré
estrellas que no vi, que ella miraba,
y nieve que nevaba allá en su cielo.
Con la extraña delicia de acordarse
de haber tocado lo que no toqué
sino con esas manos que no alcanzo
a coger con las mías, tan distantes.
Y todo enajenado podrá el cuerpo
descansar, quieto, muerto ya. Morirse
en la alta confianza
de que este vivir mío no era sólo
mi vivir: era el nuestro. Y que me vive
otro ser por detrás de la no muerte.

-Pedro Salinas-

7 días después
redskorpion

Hola señores

Os dejo mi blog de poesía para que le echéis un vistazo, a lo mejor podéis sacar algún autor para vuestras lecturas

http://haddockcontrahook.blogspot.com.es/

Un saludo (si esto es propaganda, que me lo moderen <3)

1
YaZzMaN

XL

Observo a hombres
con orejas grandes
narices grandes
pelo blanco,
me quedo mirándolos
para ver si aparece
el rostro de mi abuelo.

XXXVII

El dolor que siento
al intentar olvidarte
es como si me estuviese
muriendo de sed
y me regalases
un vaso lleno de desiertos.

XXXIX

Tierra mojada
olor a infancia,
los columpios lloran
a los niños
que se suicidaron
para convertirse en hombres.

19 días después
Pandora_6

Ted Hughes fue el marido de Sylvia Plath (ambos poetas). Cuando esta se suicidó el 11 de febrero de 1963, Ted comenzó a escribir uno o varios poemas por cada cumpleaños de Plath desde el año en que murió, hasta llegar a los 88 (poemas publicados pocos meses antes de su muerte, en 1998). Puede que esta fuese la forma de comunicarse u honrar la memoria de su compañera después de su muerte tras una tormentosa y compleja relación en vida.
Un libro inmenso que guarda una historia.

Este es uno de ellos:

Rojo

El rojo era tu color.
Y si no había rojo, entonces blanco. Pero
tú siempre te rodeabas de rojo.
Rojo sangre. ¿Era eso: sangre?
¿Rojo ocre, para acalorar a los muertos?
Hematites para inmortalizar
las preciosas reliquias, los preciados huesos de la familia.

Cuando por fin te saliste con la tuya,
nuestro cuarto fue rojo. Una sala de juicio.
Un joyero cerrado. La alfombra de sangre
decorada con manchas solares, coágulos.
Las cortinas de pana –sangre rubí,
cataratas de pura sangre resplandeciente, cayendo a plomo desde el techo.
También los cojines. Y también
El asiento pegado a la ventana, de un carmín crudo.
Una celda palpitante. Un altar azteca –un templo.

Tan sólo las estanterías se libraron, acogiéndose al blanco.

Y afuera, tras la ventana,
amapolas finas, frágiles y arrugadas
como la piel en carne viva,
salvias, de las que tu padre sacó tu nombre,
como la sangre manando de un tajo,
y rosas, las últimas gotas del corazón,
catastróficas, arteriales, condenadas.

Tu amplia, larga falda de terciopelo, una venda de sangre,
un profuso río de borgoña.
Tus labios bañados de oscuro carmesí.
Tú te regocijabas en el rojo,
pero a mí me resultaba crudo –como los bordes crepitantes
de una herida cicatrizando bajo una gasa. Yo podía tocar
la vena abierta en ella, su brillo encostrado.

Todo cuanto pintabas, pintabas de blanco
lo salpicabas luego de rosas, lo derrotabas,
reclinada sobre ello, pingando rosas,
llorando rosas y más rosas,
y a veces, entre ellas, un pequeño pájaro azul.

El azul te sentaba mejor. El azul te daba alas.
Las sedas azules del martín pescador de San Francisco
envolvieron tu preñez
con caricias de crisol.
El azul era tu espíritu benéfico –no un demonio
electrificado, sino un guardián solícito.

En el pozo del rojo
te escondiste de la blancura ósea de la clínica.
Pero la joya que perdiste era azul.

De "Birthday Letters" (Cartas de cumpleaños)

-Ted Hughes-

1
Soderqvist

Mi favorito es Baudelaire

Tú que amas los palacios, oh musa de mi vida,
¿Tendrás, cuando el Bóreas, sea el dueño de Enero,
Mientras cae la nieve en tediosas veladas,
Para caldear tus pies violáceos, un tizón?

¿Reanimarás acaso tus espaldas marmóreas
En los nocturnos rayos que filtran los postigos?
¿Socorrerás tu bolsa y tu garganta exangües
Con el oro que esplende en la bóveda azul?

Debes, para ganar tu pan de cada noche,
Agitar como niño de coro el incensario
Y salmodiar Te Deums en los que apenas crees,
Reiterando tus gracias, como hambriento payaso
Y tu risa velada por lágrimas secretas,
Para ver cómo estalla la vulgar carcajada.

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