Andalucia, mejor sitio para vivir del mundo

J. DE VELASCO
La España del norte se aleja de la del sur

Una España, dos velocidades. La España del norte se aleja sin remedio de la del sur. La recesión y las secuelas del derrumbe inmobiliario han dado al traste con algunos de los logros de convergencia entre comunidades autónomas en renta que se habían alcanzado desde 2000. De nuevo vuelve a crecer la histórica brecha entre las regiones ricas y pobres, que el impacto de la crisis se ha encargado de aumentar. País Vasco, Madrid, Navarra y Cataluña han mejorado o mantenido su posición con respecto a la media en PIB por habitante entre 2008 y 2013, mientras que, en el polo opuesto, Andalucía y Comunidad Valenciana han perdido posiciones.

El hecho de que las dos comunidades más ricas de España hayan aumentado su cuota en la economía española refleja como en seis años de crisis se ha ampliado la brecha entre la región con más renta por habitante, País Vasco, y la más pobre, Extremadura. Si se fija la media de España en cien, los extremeños estaban en 2008 en 68,4 puntos, frente a los 129,7 de los que partía País Vasco en 2008 y los 134,5 puntos en los que se situó en 2013.

Dos mundos dentro de un país. Entre la España que exporta y la que no, entre la que se apoyó en el ladrillo como motor de crecimiento y la que no y entre las que tienen más paro y las que no, con tasas que van desde el 15,76% de la población activa para los vascos a casi el 36,6% para los andaluces, veinte puntos de diferencia entre ambas. regiones (la media nacional del 26,3%).

Pero si hay algo que une a las regiones españolas es el impacto que la crisis tuvo en sus economías. Todas sufrieron, aunque el sector turístico fue clave para marcar distancias. El conjunto de las regiones padecieron retrocesos en su PIB, aunque más leve en unas que en otras. Por ejemplo, Canarias y Baleares apenas contrajeron sus economías, un 0,4%. Lo mismo ocurrió con Cataluña y Comunidad Valenciana, con un retroceso del 0,8%. Todas, alejadas de la media de PIB español, que retrocedió un 1,2% de media.

2013 fue un año récord en el que España recibió más de 60 millones de turistas, lo que ayudó a las autonomías más turísticas, como también lo hizo un buen ejercicio para las exportaciones y el incumplimiento de los objetivos de déficit público, que dio más margen de maniobra. Cataluña, Comunidad Valenciana, Murcia, Aragón, Castilla-La Mancha y Navarra suspendieron en su tarea de controlar el déficit público a diferencia de, por ejemplo, Andalucía o Extremadura, que sí cumplieron.

Entre las autonomías en las que la crisis tuvo un menor impacto en su PIB se situaron Asturias y Castilla y León con un descenso del 2,1%, seguidas de Cantabria y País Vasco, ambas con una caída del 1,9%. Madrid se quedó en la media española, con un descenso del PIB del 1,2%. Su año turístico no fue el mejor. Y si se habla de la contribución que unas y otras hacen al PIB común, Cataluña era antes de la crisis la de mayor contribución al PIB (18,5%) y lo sigue siendo también en 2013 (18,8%). Madrid se situó en segunda posición y cerro el año con un peso en el pastel común del 17,9% sobre el PIB, apenas 0,15% más que hace seis años. Andalucía y Comunidad Valenciana fueron las que más peso perdieron en la economía española.

José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi, recuerda que las Islas Baleares se mantienen por encima de la renta per cápita por el turismo y atribuye el peor comportamiento el año pasado a regiones enfrentadas a «una combinación de deterioro manufacturero, energético y de la construcción». Cita Asturias, Castilla y León, y Cantabria, con un nivel de renta per cápita en todas ellas no muy lejos del promedio.

«Las crisis ajustan los excesos pasados y acentúan debilidades estructurales. El objetivo debe ser amortiguar el impacto negativo de los primeros al mismo tiempo que llevan a cabo las reformas pertinentes para superar los segundos», concluye Campuzano.