Guerra y revolución en Kurdistán

holeshow

En los últimos meses estamos asistiendo a la mayor revolución que ha conocido el mundo desde el 36 y, sin embargo, los medios no parecen hacerse eco de esta situación. El objetivo de este hilo es hacer una especie de seguimiento y debate en torno al conflicto que actualmente está asolando al Kurdistán sirio en general y en particular a la región autónoma de Kobane, donde las fuerzas revolucionarias kurdas se están enfrentando a las del Estado Islámico.

Situación general

Fruto de esta historia, el movimiento kurdo hoy en día está políticamente estructurado en dos actores políticos mayores. Por un lado, el que representa el Gobierno regional del Kurdistán de Iraq, con Masud Barzani a la cabeza, que se autogobierna en el norte del país desde la caída de Saddam Hussein y la ocupación del Iraq. Un actor que aspira ahora a su independencia, dejando atrás una historia particularmente trágica, con tristes capítulos como la masacre perpetrada por el Estado iraquí, con armas químicas, contra la población kurda de Halabja en 1988, en medio de la guerra Irán-Iraq, en tiempos en que Saddam Hussein era un aliado occidental. Luego de décadas de lucha guerrillera, los kurdos del Iraq han puesto en práctica la realpolitik y, sirviéndose de una diplomacia petrolera, han obtenido socios en Europa, Turquía e Israel.

El otro gran actor lo encabeza la guerrilla del PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán), creado en 1979 y liderado desde entonces por Abdulá Ocalan, preso a perpetuidad en una isla del mar de Mármara, pero aún líder carismático de los kurdos en Turquía, quien anunció un alto el fuego el 21 de marzo de 2013. El PKK tiene el apoyo mayoritario de los kurdos de Turquía y de Siria, aunque su cuartel general esté situado en la región montañosa de Kandil, en el Kurdistán iraquí. La órbita del PKK, con sus partidos políticos afines (el BDP en Turquía, el PYD, en Siria o el PJAK en Irán) defiende la propuesta del “confederalismo democrático”. Se trata de un proyecto de descentralización política y democracia participativa, que reivindica el derecho para las minorías y la igualdad de género, entre otros. Crítico con el modelo de los Estados-nación actuales, no se fija como objetivo inmediato la independencia nacional y aún menos si es para una sola parte del Kurdistán.

Visiones políticas distintas y no pocas rivalidades separan a los kurdos, pero muchas otras cuestiones en común los acercan, empezando por su larga historia de resistencia y el saber que hoy más que nunca son un actor regional clave en el Medio Oriente, a pesar de los tantos interrogantes que tienen aún abiertos, en un espacio geopolítico de fronteras frágiles, rico en petróleo y de conflictos sin cese. En efecto, las incertidumbres inmediatas para los kurdos son: en Turquía, el resultado de las elecciones presidenciales de agosto (en las que el partido kurdo BDP se presentan bajo las siglas del nuevo partido HDP, creado para captar el apoyo de la minoritaria izquierda turca con una propuesta política dentro de Turquía), así como al avance del proceso de paz entre el PKK y el Estado turco. En Iraq, el interrogante mayor gira en torno a la posible desintegración del país por el conflicto confesional chií-suní y la consecuente (o no) independencia del Kurdistán. Mientras, en Irán, la situación de los kurdos está ligada a la evolución política y democrática del país (que continúa prohibiendo, con pena de muerte, toda actividad política kurda); y finalmente, en Siria, está por ver el desenlace de la actual guerra y, con él, el futuro de Rojava.

Confederalismo democrático y revolución social

En el marco de la Guerra Civil de Siria, a mediados del año 2012 se instauró la región autónoma democrática de Rojava, en el norte del país. En esta zona, el pueblo kurdo se ha organizado en tres cantones, en especial el denominado Kobane, que en la actualidad sufren una importante agresión por parte del Estado Islámico (EI) amenazando con destruir su joven proyecto social y empeorar la situación en el lugar. Los cantones de Rojava, asentados en la frontera con Turquía, son un proyecto de autodeterminación y organización comunal, nacidos de la lucha del pueblo kurdo por el reconocimiento de sus derechos civiles, económicos y culturales, y la adopción de la propuesta del Confederalismo Democrático impulsada por Abdullah Öcalan, líder del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK).

El Confederalismo Democrático no busca la creación de un Estado-nación kurdo, sino la creación de una nación democrática, cuya base es la sociedad civil organizada autónomamente de forma democrática, cuyo centro de autogestión política es las asambleas de las comunidades y consejos abiertos locales, regidos por la democracia directa. Éstos, confederados libremente y reunidos en congresos generales, con funciones de coordinación, formarían la nación democrática del Kurdistán.

En el ámbito económico el Confederalismo Democrático busca un sistema que permita tanto la distribución justa de los recursos como la conservación del medio ambiente, por lo que rechaza el capitalismo, apostando por un socialismo democrático donde los recursos pertenezcan al pueblo y la economía esté enfocada al bien social y no a la acumulación de capital y el consumismo, causantes tanto de injusticias sociales como de grandes agresiones al medio natural.

La liberación de la mujer es otro pilar del Confederalismo Democrático, que busca crear una sociedad libre de sexismo, tanto aquel que viene de la sociedad tradicional patriarcal o de las interpretaciones religiosas sexistas, como el que que proviene de la mercantilización de la mujer por la modernidad capitalista.

Las libertades individuales, como por ejemplo de expresión y decisión, son otras de las bases del Confederalismo Democrático por la que lucha la KCK, y que junto a los puntos ya nombrados conforman esta propuesta para liberación del Kurdistán, la cual es un ejemplo para los pueblos del mundo.

Por lo tanto frente a la modernidad capitalista –cuyos tres pilares fundamentales señala Öcalan como el Estado-nación, el capitalismo y el industrialismo– el Confederalismo Democrático representa la modernidad democrática que liberará al Kurdistán de la opresión nacional/cultural, social, política, económica, patriarcal y ecológica.

Práctica:
http://www.ipsnoticias.net/2014/10/la-democracia-es-radical-en-el-norte-kurdo-de-siria/

Enlaces de interés:
http://www.alasbarricadas.org/noticias/node/32290
http://libcom.org/library/internationalism-only-response-kurdish-issue-international-communist-current
http://solidaridadkurdistan.wordpress.com/confederalismo-democratico/

Respecto al Kurdistán de Iraq:
http://elpais.com/elpais/2014/09/26/eps/1411747854_347049.html

Guerra en el Kurdistán Sirio

Las regiones de Kobane, Jazire y Afrin -en el norte de Siria- se convirtieron en un tablero en el que las pujas por el control político y económico se exacerban a cada minuto. Si bien los combates son entre el grupo terrorista autodenominado Estado Islámico (EI) y las fuerzas guerrilleras kurdas YPG/YPJ, integrantes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), lejos están de ser los únicos actores del conflicto.

El Estado Islámico busca destruir a las fuerzas guerrilleras del PKK porque entiende que su islamismo ortodoxo y prehistórico choca de forma directa con el confederalismo democrático, antítesis de la ideología del Estado Islámico.

Estados Unidos sigue empecinado en derrocar al gobierno sirio del presidente Bashar Al Assad, y a su vez observa con preocupación el desarrollo creciente de las fuerzas del PKK. Más aún cuando la insurgencia kurda no busca la creación de un nuevo Estado (algo estipulado en la Constitución recién creada, en la que se indica que se respetará plenamente la unidad territorial siria), sino que impulsa autonomías y formas de autogobierno.

Por su parte, el Estado turco teme -hoy más que nunca- el avance de las políticas del PKK, organización a la que ha combatido desde hace más de 30 años. El temor del gobierno turco ante la firmeza de la guerrilla kurda quedó en evidencia por su postura: discursivamente rechaza al Estado Islámico y a su vez traba los intentos de los kurdos de Turquía en cruzar la frontera con Siria para sumarse a la resistencia en Kobane.

Sin duda, las riquezas naturales del norte de Siria (petróleo, gas y agua dulce) son un botín preciado por Estados Unidos y sus aliados. Al mismo tiempo, la Casa Blanca junto a Turquía y las monarquías del Golfo Pérsico, no dejan de redoblar sus esfuerzos para derrocar al último gobierno que levanta las banderas del nacionalismo árabe, como es el caso de la administración de Al Assad, más allá de los gruesos errores cometidos. Pero ahora, con el crecimiento del PKK y del movimiento de liberación kurdo se abre un nuevo panorama, en el cual se frena la restauración más conservadora en la región, basada en profundas políticas neoliberales (Turquía y las monarquías del Golfo son el ejemplo) y en la imposición de un Islam funcional a esas políticas. Y los pueblos del norte de Siria, casi en la soledad absoluta, resisten ese modelo que se intenta implementar a sangre y fuego, y del que el Estado Islámico es la cabeza visible.

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Enlace de interés diariamente actualizado:
http://solidaridadkurdistan.wordpress.com/

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Ninja-Killer

Interesante para informarse sobre la situación actual de los kurdos, aunque no veo mucho debate :/

Creo que te has pasado con eso de la mayor revolución que ha conocido el mundo desde el 36...

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