Hoy hace 79 años...

cepsen

"Condenado ayer a muerte, pido a Dios que si todavía no me exime de llegar a ese trance, me conserve hasta el fin la decorosa conformidad con que lo preveo y, al juzgar mi alma, no le aplique la medida de mis merecimientos, sino la de su infinita misericordia.

Me acomete el escrúpulo de si será vanidad y exceso de apego a las cosas de la tierra el querer dejar en esta coyuntura cuentas sobre algunos de mis actos; pero como, por otra parte, he arrastrado la fe de muchos camaradas míos en medida muy superior a mi propio valer (demasiado bien conocido de mí, hasta el punto de dictarme esta frase con la más sencilla y contrita sinceridad), y como incluso he movido a innumerables de ellos a arrostrar riesgos y responsabilidades enormes, me parecía desconsiderada ingratitud alejarme de todos sin ningún género de explicación.

No es menester que repita ahora lo que tantas veces he dicho y escrito acerca de lo que los fundadores de Falange Española intentábamos que fuese. Me asombra que, aun después de tres años, la inmensa mayoría de nuestros compatriotas persistan en juzgarnos sin haber empezado ni por asomo a entendernos y hasta sin haber procurado ni aceptado la más mínima información. Si la Falange se consolida en cosa duradera, espero que todos perciban el dolor de que se haya vertido tanta sangre por no habérsenos abierto una brecha de serena atención entre la saña de un lado y la antipatía de otro. Que esa sangre vertida me perdone la parte que he tenido en provocarla, y que los camaradas que me precedieron en el sacrificio me acojan como el último de ellos.

Ayer, por última vez, expliqué al Tribunal que me juzgaba lo que es la Falange. Como en tantas ocasiones, repasé, aduje los viejos textos de nuestra doctrina familiar. Una vez más, observé que muchísimas caras, al principio hostiles, se iluminaban, primero con el asombro y luego con la simpatía. En sus rasgos me parecía leer esta frase: "¡Si hubiésemos sabido que era esto, no estaríamos aquí!" Y, ciertamente, ni hubiéramos estado allí, ni yo ante un Tribunal popular, ni otros matándose por los campos de España. No era ya, sin embargo, la hora de evitar esto, y yo me limité a retribuir la lealtad y la valentía de mis entrañables camaradas, ganando para ellos la atención respetuosa de sus enemigos.

A esto tendí, y no a granjearme con gallardía de oropel la póstuma reputación de héroe. No me hice responsable de todo ni me ajusté a ninguna otra variante del patrón romántico. Me defendí con los mejores recursos de mi oficio de abogado, tan profundamente querido y cultivado con tanta asiduidad. Quizá no falten comentadores póstumos que me afeen no haber preferido la fanfarronada. Allá cada cual. Para mí, aparte de no ser primer actor en cuanto ocurre, hubiera sido monstruoso y falso entregar sin defensa una vida que aún pudiera ser útil y que no me concedió Dios para que la quemara en holocausto a la vanidad como un castillo de fuegos artificiales. Además, que ni hubiera descendido a ningún ardid reprochable ni a nadie comprometía con mi defensa, y sí, en cambio, cooperaba a la de mis hermanos Margot y Miguel, procesados conmigo y amenazados de penas gravísimas. Pero como el deber de defensa me aconsejó, no sólo ciertos silencios, sino ciertas acusaciones fundadas en sospechas de habérseme aislado adrede en medio una región que a tal fin se mantuvo sumisa, declaro que esa sospecha no está, ni mucho menos, comprobada por mí, y que sí pudo sinceramente alimentarla en mi espíritu la avidez de explicaciones exasperada por la soledad, ahora, ante la muerte, no puede ni debe ser mantenida.

Otro extremo me queda por rectificar. El aislamiento absoluto de toda comunicación en que vivo desde poco después de iniciarse los sucesos sólo fue roto por un periodista norteamericano que, con permiso de las autoridades de aquí, me pidió unas declaraciones a primeros de octubre. Hasta que, hace cinco o seis días, conocí el sumario instruido contra mí, no he tenido noticia de las declaraciones que se me achacaban, porque ni los periódicos que las trajeron ni ningún otro me eran asequibles. Al leerlas ahora, declaro que entre los distintos párrafos que se dan como míos, desigualmente fieles en la interpretación de mi pensamiento, hay uno que rechazo del todo: el que afea a mis camaradas de la Falange el cooperar en el movimiento insurreccionar con "mercenarios traídos de fuera". Jamás he dicho nada semejante, y ayer lo declaré rotundamente ante el Tribunal, aunque el declararlo no me favoreciese. Yo no puedo injuriar a unas fuerzas militares que han prestado a España en Africa heroicos servicios. Ni puedo desde aquí lanzar reproches a unos camaradas que ignoro si están ahora sabia o erróneamente dirigidos, pero que a buen seguro tratan de interpretar de la mejor fe, pese a la incomunicación que nos separa, mis consignas y doctrinas de siempre. Dios haga que su ardorosa ingenuidad no sea nunca aprovechada en otro servicio que el de la gran España que sueña la Falange.

Ojalá fuera la mía la última sangre española que se vertiera en discordias civiles. Ojalá encontrara ya en paz el pueblo español, tan rico en buenas calidades entrañables, la Patria, el Pan y la Justicia.

Creo que nada más me importa decir respecto a mi vida pública. En cuanto a mi próxima muerte, la espero sin jactancia, porque nunca es alegre morir a mi edad, pero sin protesta. Acéptela Dios Nuestro Señor en lo que tenga de sacrificio para compensar en parte lo que ha habido de egoísta y vano en mucho de mi vida. Perdono con toda el alma a cuantos me hayan podido dañar u ofender, sin ninguna excepción, y ruego que me perdonen todos aquellos a quienes deba la reparación de algún agravio grande o chico. Cumplido lo cual, paso a ordenar mi última voluntad en las siguientes

CLÁUSULAS

Primera. Deseo ser enterrado conforme al rito de la religión Católica, Apostólica, Romana, que profeso, en tierra bendita y bajo el amparo de la Santa Cruz.

Segunda. Instituyo herederos míos por partes iguales a mis cuatro hermanos: Miguel, Carmen, Pilar y Fernando Primo de Rivera y Sáenz de Heredia, con derecho de acrecer entre ellos si alguno me premuriese sin dejar descendencia. Si la hubiere dejado, pase a ella en partes iguales, por estirpes, la parte que hubiera correspondido a mi hermano premuerto. Esta disposición vale aunque la muerte de mi hermano haya ocurrido antes de otorgar yo el testamento.

Tercera. No ordeno legado alguno ni impongo a mis herederos carga jurídicamente exigible; pero les ruego:

A) Que atiendan en todo con mis bienes a la comodidad y regalo de nuestra tía María Jesús Primo de Rivera y Orbaneja, cuya maternal abnegación y afectuosa entereza en los veintisiete años que lleva a nuestro cargo no podremos pagar con tesoros de agradecimiento.

B) Que, en recuerdo mío, den algunos de mis bienes y objetos usuales a mis compañeros de despacho, especialmente a Rafael Garcerán, Andrés de la Cuerda y Manuel Sarrión, tan leales durante años y años, tan eficaces y tan pacientes con mi nada cómoda compañía. A ellos y a todos los demás, doy las gracias y les pido que me recuerden sin demasiado enojo.

C) Que repartan también otros objetos personales entre mis mejores amigos, que ellos conocen bien, y muy señaladamente entre aquellos que durante más tiempo y más de cerca han compartido conmigo las alegrías y adversidades de nuestra Falange Española. Ellos y los demás camaradas ocupan en estos momentos en mi corazón un puesto fraternal.

D) Que gratifiquen a los servidores más antiguos de nuestra casa, a los que agradezco su lealtad y pido perdón por las incomodidades que me deben.

Cuarta. Nombro albaceas contadores y partidores de herencia, solidariamente, por término de tres años, y con las máximas atribuciones habituales, a mis entrañables amigos de toda la vida Raimundo Fernández Cuesta y Merelo y Ramón Serrano Súñer, a quienes ruego especialmente:

a) Que revisen mis papeles privados y destruyan todos los de carácter personalísimo, los que contengan trabajos meramente literarios y los que sean simples esbozos y proyectos en período atrasado de elaboración, así como cualesquiera obras prohibidas por la Iglesia o de perniciosa lectura que pudieran hallarse entre los míos.

B) Que coleccionen todos mis discursos, artículos, circulares, prólogos de libros, etc., no para publicarlos –salvo que lo juzguen indispensable–, sino para que sirvan de pieza de justificación cuando se discuta este período de la política española en que mis camaradas y yo hemos intervenido.

C) Que provean a sustiuirme urgentemente en la dirección de los asuntos profesionales que me están encomendados, con ayuda de Garcerán, Sarrión y Matilla, y a cobrar algunas minutas que se me deben.

D) Que con la mayor premura y eficacia posible hagan llegar a las personas y entidades agraviadas a que me refiero en la introducción de este testamento las solemnes rectificaciones que contiene.

Por todo lo cual les doy desde ahora las más cordiales gracias. Y en estos términos dejo ordenado mi testamento en Alicante el citado día dieciocho de noviembre de mil novecientos treinta y seis, a las cinco de la tarde, en otras tres hojas además de ésta, todas foliadas, fechadas y firmadas al margen.
"

Este era el testamento que dejaba hace 79 años el fundador de la Falange Española de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista, José Antonio Primo de Rivera, fusilado tal día como hoy de 1936 en la prisión de Alicante.

alblanesjr

Fue un orgullo que lo fusilaran en mi tierra

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RusTu

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HoRuS

B) Que coleccionen todos mis discursos, artículos, circulares, prólogos de libros, etc., no para publicarlos –salvo que lo juzguen indispensable–, sino para que sirvan de pieza de justificación cuando se discuta este período de la política española en que mis camaradas y yo hemos intervenido.

Los Tribunales de Excepcion NO TIENEN JUSTIFICACION NINGUNA.

goteNN

rojos buenos franco malo

4 1 respuesta
Red_HMR

Espero que este bien podrido en su digna sepultura.

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D

Me gustaría dedicar una canción en esta fecha tan señalada a estos dos grandes de Hispañistán.

Vengeance piercing through my heart
As I watch you kiss the dirt
And make you swallow your betrayal and sin

Though for now I say farewell
But one day I will return with a smile
As I spit on your grave

I'm sick, tired of this abuse
I've played the fool for many years
Escape, shelter me from harm

Your lies pushed me to the edge
I've finally reached my breaking point
Come here, meet your nemesis

Vengeance piercing through my heart
As I watch you kiss the dirt
And make you swallow your betrayal and sin

Though for now I say farewell
But one day I will return with a smile
As I spit on your grave

Taste this, swift thrust of my blade
It's laced with poison from my veins
Lay there, helpless and afraid

You bleed, I gaze with a grin
A taste of your own medicine
Your tears, please the beast within

Vengeance piercing through my heart
As I watch you kiss the dirt
And make you swallow your betrayal and sin

Though for now I say farewell
But one day I will return with a smile
As I spit on your grave

Yes, right now I say farewell
But one day I will return with a smile
As I spit on your grave

Un saludo a los de centro centro.

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GraffKid

Buenaventura Durruti Dumange, muere tal día como hoy de 1936 en el Hotel Ritz.

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Petterrr

Esto es falso, seguro que fingió el asesinato para echar mierda a los rojos.

Todo el mundo sabe que jamas han usado armas, solo tiraban flores y amor

ivi14

Traicionas la república, tu gobierno legítimo y te fusilan por ello en medio de una guerra civil.

¿Donde está el problema?

Almondriga

Hoy hace 79 años (mas o menos) que nació mi abuela. Felicidades tita! Lo de Franco y Primo de Rivera me la trae floja.

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4 comentarios moderados
B

#7 Ni lo dudes.

ZalY

Pues yo me lo he leído, y se me han puesto los pelos de punta al ver la entereza con la que se afronta la muerte.

No quiero ni imaginarme esa situación, el saber que no vas a salir.

Tremendo.

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K

sisi mucha carta mucha ostia pero a que no vino ni dios ni España a salvarle?

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goteNN

#20 Todo lo que vino después, cada calle que se llama como él (o que se llamaba), ten en cuenta que su nombre es conocido incluso por los que son más rojos que la lumbre, perdurará en la historia y todo eso le honra mucho más que si Dios o España le hubieran salvado.

1 1 respuesta
K

#21 Hay un monton de desgarramantas e inutiles que perduran en la historia, Hitler tambien sera recordado, el idiota ese que volaron en pedazos tambien es recordado, Carrero Blanco, por mi bien, que los fascistas y demas morralla sean recordados por recibir su merecido me parece estupendo, asi toman nota las nuevas generaciones de a donde te lleva ser subnormal.

2 respuestas
goteNN

#22 No todos tienen los mismos recuerdos hacia sus personas, seguramente a Primo le sudaría los cojones el recuerdo que tú tengas de él, igual que a Hitler del mío.. Me refiero más hacia la gente con ideales afines a los suyos.

S

Todo un patriota. Jose Antonio Primo de Rivera, Presente!

S

¿Cómo es que la izquierda de este país fusilaba a gente? ¿No eran aquellos que nos señalarían el camino hacia la libertad?

No, ahora en serio, este señor no está a la altura de Franco, cualquiera que lea un poco se podría dar cuenta fácilmente. Supongo que muchos cuando oyen la palabra "dictadura" se echan las manos a la cabeza. Será porque no han estudiado nada de lo que pasó en el Imperio Romano con gente como Cincinato, o no saben lo que realmente significa la palabra dictadura.

Lexor

un hombre al cual se le prejuzga al mismo instante de oir la palabra falange sin saber nada mas

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B

Cuando España era España

michi

Ya se podia haber muerto sin haber instigado el golpe de estado, guerra civil y posterior dictadura el muy personaje.

B

A mi Primo de Rivera me parece que hizo mucho bien al país.

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