Entre casi el mes que me he cogido hace mucho que no escribo....
Resumen del primer mes: locura.
Día 1: Nace. Nos dicen que al ser nalgas puras hay que mirarle la cadera por si hay displasia (un pequeño desplazamiento fácil de corregir con un arnés un par de meses).
Día 2: La miran los traumatólogos, no ven nada... mejor ecografía.
Día 3: Ecografía: parece que una cadera está luxada. Mejor pedir cita en el Hospital Niño Jesús (Madrid Centro)
Día 4: La vuelven a mirar los traumatólogos, pero siguen sin ver nada.
Día 5 (Sábado) : Alta. Nos dicen que la niña está un poco amarilla, que la pongamos al sol. Lo gracioso es que la semana siguiente estuvo lloviendo toda la semana :S . El primer finde en casa casi desistimos con el pecho, nos costó horrores que se enganchara y fue una lucha constante, entre tiempo que tardaba en enganchar, tiempo que estaba chupando y las mil inseguridades que tienes.
Día 7 (Lunes): Vamos al Hospital Niño Jesús. Los traumatólogos no ven nada. Llaman al Jefe de Traumatología, señor muy mayor con traje y corbata, y dice que está todo normal. Mejor hacer ecografía otra vez.
Día 8 (Martes): Primera visita al pediatra. Nos dice que sigue muy amarilla. Que volvamos el viernes para ver si se le quita.
Día 9 (Miércoles): Día de papeleos: Registro Civil, Inss, Seguridad Social, etc... Sale el tema del Ébola en nuestro hospital.
Día 10 (Jueves): Matrona. Nos dice que si no se agarra bien a la teta es porque la enganchamos mal... :S Seguimos luchando con la teta.
Día 11 (Viernes): Pediatra: nos dice que está muy amarilla y que no ha ganado peso... que vayamos al hospital, a urgencias... con el tema del ébola en vuelo . Nos ingresan todo el fin de semana.
Lo bueno es que vieron los pechos a mi mujer y fliparon, dijeron que no podía tener esas heridas y que se merecía un monumento si había seguido luchando por la lactancia materna. Como la niña tenía que ganar peso sí o sí, había que darle biberón. Nos explican el sacaleches y parece que funciona muy bien y no le duele a mi mujer el sacarla.
Día 13 (Domingo): Al menos hemos conseguido quedarnos tranquilos comprando un sacaleches. Ahora a ella no le duele, sabemos que sí tiene leche y sabemos cuánto come la niña. Además, come más de lo que ella es capaz de sacar, así que tenemos que suplementarle con biberón.
En la siguiente semana el pediatra comprueba que va ganando peso, y la matrona nos dice que el pecho y el pezón de mi mujer son un tanto problemáticos y que a la niña le cuesta engancharse mucho, y que si estamos bien con el sacaleches y suplementando biberón, que adelante...
Y hoy, que hace un mes, al menos podemos ver que ya somos capaces de una rutina... entre comillas, porque no es exacta nunca, pero ya no tenemos ni la locura de los médicos, ni el tema de la teta.
Ahora lo nuevo son los gases. Estamos haciéndola masajes en la tripa, moviéndole las piernas, etc...