#1193 el cambio en la vida es muy grande. Ahora que el impacto depende de la edad o al menos del grado que tengas de conocer y aceptar los cambios que se avecinan.
Ejemplo tonto: yo jugaba a la consola a diario: unas veces media hora, lo normal una horita, y a veces dos. Más que nada hasta que venía mi mujer que curraba hasta más tarde.
Cuando nació la nena reduce el ritmo pero todavía de vez en cuando, quizá 1-2 veces a la semana, sobretodo los sábados, jugaba algo.
Me mude en Marzo de piso y la consola sigue metida en una caja de cartón.
Es un cambio tonto pero muy gráfico. Ahora bien: ¿me importa? ¡Pues no! ¡Nada de nada! Hombre me mola echarme una partida y jugar, pero que vamos, que lo hacía por diversión, y ahora la diversión es estar con mi hija. Por eso no se echa de menos.
Los fines de semana pues ya no se trasnocha....
Pero claro, no es lo mismo ser un fiestero y querir seguir siéndolo después de tener un bebé, que haber pasado ya por ahí y haber sentado la cabeza y decidir tener un bebé sabiendo que las cosas cambian.
En mi caso creo que no hay nada en el día que no piense en hacer con ella, o pensar si el finde vamos a tal centro comercial porque viene Peppa Pig, o si vamos a un cuenta cuentos, o ir a la playa por ella ( si no, yo no soy de ir a la playa...). El caso es que todas esas cosas las haces porque quieres disfrutarlas y divertirte con ella.
Y luego depende de las personas. Tengo amigos que han dejado a los dos niños con los abuelos para salir en nochevieja hasta las mil y luego quedarse durmiendo. Yo sin embargo prefiero quedarme a ver con ella los fuegos artificiales y luego irnos a dormir. Cada uno lo ha disfrutado a su manera.