Si señores, la censura de Trump ha comenzado. Un grupo de empleados descontentos de la NASA han creado @RogueNASA, una cuenta no-oficial de carácter rebelde en el que irán publicando datos y hechos científicos sin tener que pasar por el aro de la administración estadounidense.
Los científicos tienen la orden directa de la administración es no hacer públicos estudios científicos ni datos a la EPA (agencia medioambiental) sin que previamente pasen por «una revisión por el staff político».
Ayer hablábamos esto precisamente en el trabajo, por lo visto no se limita exclusivamente a la EPA, el NIH (National Institute of Health) parece haber recibido instrucciones similares.
Es todo un tanto confuso por el momento, parece ser que no se les impide publicar lo que les de la gana en cuanto a publicaciones científicas ni se les van a vetar de momento ninguna vía de investigación. Lo que parece ser es que se les impide realizar declaraciones oficiales como institución. De esta forma el gobierno central tendría mucho más fácil desprestigiar o tachar de "majaderías" cualquier noticia que no fuera de la ideología deseada y nunca se verían en el aprieto de enfrentarse a instituciones muy potentes sino a científicos en particular.
Es todo exageradamente surrealista, saben que el público general ni lee ni entiende las publicaciones científicas, por lo que lo único que necesitan es limitar las notas de prensa generalistas que les pudieran incomodar.
Es decir, el NIH podría publicar 50 estudios hablando de que el McDonalds provoca cáncer, pero el mismo NIH no podría emitir una nota de prensa diciéndolo si el gobierno central no lo considera oportuno o afín a su mensaje político.
De momento es todo muy confuso, los americanos que tenemos por aquí se llevan las manos a la cabeza con lo que les cuentan sus compañeros que curran allí, a ver en que acaba todo esto.
De todas formas no descarto que con lo paranoicos que son los americanos no estén los directores de centro en una postura preventiva más que de imposición de nada. Es posible que ante el posible alud de críticas desde los sectores científicos, los directores de centro hayan "recomendado" mantener un perfil de baja actividad en las redes sociales para evitar desmadres y espectáculos.
