#27 Aquí está el hilo del ano*...
Me siento sobre mi mano izquierda mientras veo porno. Esta se duerme rápidamente. Si eres diestro, una vez que hayas logrado que tu mano izquierda se quede dormida, te pones a trabajar. ¡El adormecimiento hace que sientas como si alguien más te estuviera masturbando! Qué buenos momentos
Yo lo hago en dos tandas de 5-7 minutos: una a la hora de entrar y otra cuando me queda una hora para salir, así ya me voy motivando para salir
Mi cagada diaria suele ser en los primeros 10min de curro a primera hora, para empezar bien el dia.
Y luego a a veces después de comer, viene la segunda cagada.
PD: 5a10min como max por cagada
Yo he cagado hoy a las 10 y ahora luego a la tarde plantearé otro pino.
Así a lo tonto me ahorro 30 mins de curro
En mi curro me tiro más rato plantando buenos pinos con la tablet que en mi puesto de mando jajajaja
Aqui estamos un dia mas sentados en la "oficina" En menos de una hora para casa.
Podria cagar en casa a mas a gusto pero no me pagan por ello asi que aqui estamos.
Todas las mañanas, sin faltar a la cita, puntual como un reloj. Un reloj de mierda. Y normalmente dos veces.
#24 ah cabrón! Pos yo soy de rancho, y hago el 4-20 donde haga falta: en la casa, en la letrina, en la barda para marcar territorio, detrás de cualquier huizache si me da un torzón a traición... Y si voy a casa de un amigo, yo le aviso por ser buen cristiano: "wero, ando cargado así que no se me agüite si me aliviano, que prendo unos cerillos para que el olor no le espante a las morritas de a peso".
Mi mejor cagajón fue en un vado seco, después de buscar becerros perdidos. Me dio torzonazo después de una semana sin ir y comiendo puros frijoles. Pero lo mero de todo no fue la alivianadototota, sino la limpiada con unas plantas de guamis que me rodeaban. Que gozo, cabrones! Yo había escuchado que las indias las empleaban para sus cólicos menstruales, pero no sabía que me iban a curar las hemorroides, disimularon la peste y encima me dejaron las nalgas suaves.
No he vuelto a montar a caballo igual desde entonces, mi cabrón de ojete pinchi estrecho