No sé, estoy modo guarro y follesqueando y es igual de insustancial que si me como un bocadillo de arena...
Parece que la felicidad es un espejismo que nunca llega del todo..
Los de la junta siempre la están liando. Yo no entiendo siendo lo que son como pueden hacerlo SIEMPRE TODO tan MAL 
Hasta la polla de los subnormales del patinete y sus locas maniobras...dan ganas de pasarles 4 veces por encima con el coche.
Es superior a mí la ira que me despierta ver gente conduciendo mirando el teléfono, la última iba con el móvil EN EL VOLANTE.
HIJA DE PUTA.
Ostias que calor hace, no puedo trabajar más, estoy reventao.
Puta calor.
Puto lunes.
Puto sueño que tengo.
Puto dolor de espaldas.
Me cago en los muertos de la ciática parece que se pone de acuerdo con el lunes para joderme la vida.
Ana Rosa Quintana es una auténtica basura de ser humano, se recupera de un cáncer y lo primero que hace es criticar el aumento de gasto en sanidad. Eres una escoria, vieja asquerosa.
Sentimientos encontrados.
Mi última tatuadora me hizo una pieza que me flipa.
Me dijo que necesitaba un pequeño repaso (te tienes que fijar bien para ver que le falta color en un trozo) y después me ha ignorado ya 4 veces cuando le he pedido que me haga un hueco.
¿Para qué me dices que vaya si después no me lo quieres hacer, gilipollas?
De verdad que no entiendo estas cosas.
Estoy contenta e indignada... Y confundida.
8 días después
Todos los domingos la misma sensación de vacío y soledad. No importa si estoy pasando un buen rato con mi familia, si tengo un buen trabajo, una casa, etc. Siempre acabo sintiéndome vacío y sin saber cómo cambiarlo.
He vuelto a perder el bus porque el bus viene y va cuando le sale de la polla y da igual los putos horarios.
8 días después
– No vamos a salir de aquí, ¿verdad? – Y en ese momento, todo empezó a mecerse de forma abrupta y rítmica. Solo entonces lo entendí: estábamos en la bodega de un barco.
Me puse a gatas y comencé a tantear cada centímetro de la estancia en busca de una forma de salir, pero solo había una puerta y estaba cerrada. La sensación de ansiedad que trepaba por mi pecho cristalizó un mundo en mi garganta. Conté hasta diez mientras me concentraba en respirar. No sirvió de nada. Entonces me pregunté ¿estoy lista para morir?
Un torbellino de emociones sacudió mi cuerpo. No vi mi vida pasar, ninguna película se proyectó en mis retinas. Sencillamente la inconmensurabilidad de la muerte se hacía palpable y real. El viaje ya no era tal, el destino sí. Pensé en todas aquellas cosas que no había hecho porque tenía toda la vida por delante. Pensé en la suerte de no tener hijos. Pensé en mi gato, en mi familia y en todo lo que amaba de este estúpido y caprichoso mundo. Y, sobre todo, pensé en ti.
– ¿Te acuerdas hace un año y medio cuando nos conocimos y te dije que lo importante era dormir con la conciencia tranquila? – Le dije un poco nerviosa.
– Sí, lo recuerdo. – Me respondió en tono desconcertado.
– ¿Y de qué sirve eso? Soy tonta. Soy subnormal. Una vida tranquila, mantener a raya la ansiedad, las rutinas, ir a escalar, pagar una hipoteca. Estúpida, estúpida, estúpida. ¿Por qué dejé de soñar? Eso no es lo importante. No importa lo buena persona que hayas sido, ni lo mala, a nadie le importa. Cuando estemos muertos tampoco nos importará a nosotros. Lo verdaderamente importante es esa sensación que tenía en la playa. Es esa conexión con el mundo y con algunas personas. Son los vínculos ¿cómo no he podido verlo antes? Me creo tan lista que el ego me impide ver lo evidente. Y entonces le besé, decidiendo que no iba a ser la última vez, declarando que había millares de lugares y escenarios en los cuales nuestras caricias aún no habían existido. Le besé tan apasionadamente como sabía mientras mis lágrimas materializaban la desesperación. No la desesperación de lo perdido, ni del olvido. No la desesperación del que se sabe muerto, sino la desesperación de aquel en quien bulle la determinación por vivir. Y mientras sollozaba, le hice el amor de esa forma tan íntima que pocas veces es posible. Mientras sostenía su cara con mis manos, sin separar mi frente de la suya, subía y bajaba despacio encima de él. Y cuando terminó dentro de mí, le susurré palabras de afecto que aún no se han inventado.
– Y ahora, levántate y ayúdame a echar abajo esa puerta, porque no hemos terminado. – Dije con rabia mientras me sacudía las lágrimas.
#2838 #2839 #2840 me da la sensación de que el problema puede ser por una falta de sentido existencial, no? Muchas veces he tenido esa sensación de sinsentido de la vida y creo que es algo que hay que trabajar. Un psicólogo puede ser una buena ayuda o sino hay libros que pueden guiar (como La trampa de la felicidad, de Russ Harris).
#2843 sí, es algo que me he preguntado muchas veces, y sigo preguntándome.
Voy al psicólogo y se lo he dicho alguna vez que otra, que no le encuentro un sentido a la vida. Dicho así, suena un poco "bestia" pero tengo claro que no lo digo en plan "si no sé qué hago aquí me suicido". No. Es más bien que a pesar de tener ciertas "comodidades" ó estabilidad, fuera de eso no soy capaz de "ser" una persona.
Muchas veces me encuentro desubicado en la vida, y en parte es debido a que he estado en una relación larga (9 años) y cuando hemos acabado me he visto que no he trabajado nada en mí, y ahora, con cierta edad, me veo que no soy capaz de afrontar ciertas cosas porque no las he tenido que cuidar en mucho tiempo. Por eso cuando tengo, por ejemplo, buenos ratos con mi familia, hecho en falta una base de amistad y de pareja, para poder tener más ratos así a lo largo de los días, pero sin depender de ello como hacía antes.
Eso es sólo un ejemplo, pero hay varias cosas más, por supuesto.
Le echaré un ojo a ese libro y le buscaré un hueco si veo que me puede interesar.
Gracias,
Que bueno es estar en tu cama, soñando y de repente que tu vecino de arriba te ponga musicote rumano.
Música más rara.
Gracias que solo son los domingos.
Hace mes y medio he adoptado una gatita que me tiene enamorada pero joooder, por las noches a veces se viene cerca de la almohada a dormir y la cabrona ronca y me despierta y encima muchas veces debe soñar que come algo y empieza a hacer ruiditos en mi puta oreja como si masticase... xD es que no me jodas, con la suerte que he tenido con mi novio que no ronca nada y va y me toca una gata que se pone en la puta oreja a roncarme y hacerme ruiditos. Me hace gracia pero al mismo tiempo me cago en sus muertossss.
De hecho estoy aqui escribiendo esto porque me ha despertado y no puedo volverme a dormir.
#2847 Cogela y bájala de la cama y/o llévala a la suya, tantas veces como sea necesario, al final lo entenderá. Ten paciencia.
No hay ninguna persona de este mundo, en bici o en patín eléctrico, que respete un puto semáforo en rojo en un carril bici? Estoy hasta los huevos de que me pasen rozando cuando tengo que cruzar la calle sin hacer siquiera el amago de reducir
7 días después
