Braulio, el campeón, había bebido demasiado vino la noche anterior. Los guardacamaras de su señor lo despertaron a distancia, con un palo. Vociferó hasta que encontró el aguamanil en el suelo. ¿cómo podía beber tanto un hombre y no morir? Porque ya está muerto.
Lo ayudaron a erguirse y le pusieron el pijama de lana, el vesto, el sobrevesto, el tábano de cuero, la lóriga de eslabones engrasados y luego la armadura de placas de acero veneciano. La espada era un portento, su hoja tenía el tamaño de un infante y las incrustaciones eran sobrehumanas. Cuando se calzó el yelmo parecía una fortaleza andante.
Para resolver el pleito los condes de Vueresburgo concertaron el duelo y Felix de Tortosa arribó con un séquito modesto en tamaño y su campeón un joven de fuera de los muros del que se decía había sido instruido en la magia por el Duque de la Sombra.
Se celebraría con la concurrencia del juez real y un nutrido grupo de la nobleza menor. En el campo de justas, al mediodía, el suelo tembló ante los pasos acerados de Braulio el demonio. El joven campeón, emergió de una garita lateral, portando en sus brazos un cetro acabado en pico y una pequeña vara de madera en la otra, por armadura llevaba una fina capa.
Braulio soltó el porrón de vino y caminó raudo hasta encontrarse con su rival que con los ojos cerrados pronunciaba palabras de la oscura lengua de Ardis. El cielo cambió de color y las nubes negras se concentraron sobre ellos, todos los presentes ahogaron un grito mientras el sudor del miedo perlaba sus frentes acomodadas.
La espada subió alto, usurpando el dominio de las águilas en el cielo, y cayó como un trueno jalonado por mil caballos ebrios. Todos aullaron enloquecidos cuando la espada penetro por la testa del joven mago y recorrió su tierno cuerpo hasta salir victoriosa por la ingle.
Braulio gritó. Con pleitos o sin ellos era un infame.
Entonces abro los ojos y veo como el novio de la tía a la que escribí por instagram está apoyado sobre mi pecho descargando mil y un puñetazos hasta dejarme muñeco. Puede que yo haya traducido a Amadis desde el original, pero me están dando lo mio.