El día que se me cayó el mundo al suelo fue aquel en el que me llegó un vídeo por whatsapp de una chavala que empezaba diciendo algo así como "no te iba a hacer un vídeo porque no te lo mereces" y luego enseñaba todo. La chica parecía jovencita pero con mi infalible ojo clínico le eché 18-19 años.
Luego me enteré de que en ese momento estaba apunto de cumplir 16...
Me quedé a cuadros pero qué bien me sentó la paja.