George Soros: El poder en la sombra

La estrategia llevada a cabo por la familia Soros para ocultarse de la persecución nazi fue relatada en un libro titulado “Maskerado”, y posteriormente, George Soros consiguió huir a Inglaterra en 1947 con la excusa de participar en el congreso juvenil de esperanto. Fue allí donde trabajó en diversos oficios y se matriculó en la London School of Economics, y donde profundizó en el filósofo Karl Popper, quien le influenciaría durante el resto de su vida.

En 1956 emigró a EEUU ya graduado, donde comenzó a trabajar con F. M. Mayer en arbitraje financiero del 56 al 59 y posteriormente, como analista financiero con Wertheim & Co del 59 al 63. A partir de ese momento se adentró en el mundo de las inversiones en Arnhold and S. Bleichroder donde llegó a ser vicepresidente y fundó varios fondos de cobertura.

En 1973 comenzó un proyecto ambicioso con Jim Rogers conocido como Soros Fund Management (anteriormente Quantum Group of Funds), un fondo de protección a título privado basado en paraísos fiscales como las Antillas holandesas o las Islas Caimán. Los accionistas se han mantenido en secreto, aunque es sabido que la familia Rothschild y otras familias europeas de gran riqueza invirtieron seis millones de dólares en los fondos de protección Quantum Group en 1969.

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Justo en el momento que sabía que la libra estaba en su mayor valor respecto al marco, y confirmando que se iba a producir la bajada del precio de la libra, cambió esos diez mil millones a su valor en la moneda alemana. Tal como había calculado, la libra empezó a caer y cuando consideró el momento oportuno, volvió a cambiar los marcos por libras, solo que obteniendo un beneficio de diferencia de casi mil millones de dólares.
Paradójicamente, esta situación que benefició a Soros era ficticia. El marco estaba subiendo porque la reunificación alemana había obligado a subir los tipos de interés para contener la inflación. Inglaterra en cambio tenía también una inflación alta pero no podía subir los tipos de interés ya que su economía estaba mal y no podía encarecer los préstamos a los empresarios. Sobre el papel las monedas se cambian por un patrón fijo 2.95 libras por 1 marco. En la realidad la libra valía menos de 1 marco comparando el volumen de moneda en circulación de un país y otro.
La consecuencia directa fue la devaluación de la libra, llegando a provocar unas pérdidas de 3.4 billones de libras esterlinas. Este día se recordó como el “Miércoles negro” del Banco de Inglaterra.
Se le llegó a acusar de la crisis financiera del Sureste asiático, y hay quienes sostienen que aquel ataque a la libra fue un acto estratégicamente calculado por terceros con otros fines y consecuencias, y que las ganancias de Soros solo fueron su recompensa por cometer el ataque.

El 20 de diciembre 2002, George Soros intentó repetir jugada con el Societé Genérale y fue condenando a 2,2 millones de dólares de multa en el Tribunal Correccional de París por delito financiero, cuando éste intentó un ataque en la Bolsa contra la empresa francesa.

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George Soros entró en el Grupo Carlyle de la misma forma que su amigo ruso Mikhail Khodorkovsky en 1992, cuando dicho grupo se había convertido en el refugio financiero de una gran cantidad de miembros de la administración Bush. El Grupo Carlyle es una firma de fondos de inversión de capital, con un hábil declarado de más de 80.000 millones de dólares repartidos entre 57 fondos que operan a través de compra, capital de riesgo y crecimiento, inversiones en bienes inmuebles y financiación en África, Asia, Australia, Europa, Norteamérica y Sudamérica. La empresa fue fundada en 1987 por William E. Conway Jr., Daniel A. D’aniello y David M. Rubenstein, y su sede se encuentra en Washington D.C.
Actualmente, el Grupo Carlyle es la más importante sociedad administradora de fondos privados del mundo, y es el 11º proveedor del Pentágono. En el caso de George Soros, se consiguió un asiento en la junta directiva poniendo sobre la mesa cien millones de dólares justo en el momento que un gran número de socios estaba pasando por malos momentos.

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Durante el conflicto de los Balcanes, Soros invirtió alrededor de 150 millones de dólares en la región con el respaldo del gobierno de EEUU, aparentemente en un acto filantrópico y humanitario, cuando lo que realmente pretendía era expropiarse de las minas de Treptcha a través del consorcio franco-americano-sueco ITT Kosovo Ltd., donde destaca el socio inversor estadounidense Morrison-Knudsen. Para disimular esta operación a gran escala, se buscó la falaz justificación ante la OTAN y la ONU de “salvaguardar claros peligros medioambientales” mediante el International Crisis Group.

Otro de los grandes socios en esta operación a la sombra de la infame guerra de los Balcanes era el contratista militar Raytheon, quien se benefició considerablemente tras el sospechoso uso innecesario de misiles Tomahawk (casualmente a punto de caducar) por parte de las fuerzas de la OTAN, y especialmente de EEUU sobre Belgrado. Raytheon es miembro del grupo Carlyle, y está muy presente en todas las guerras de los últimos 30 años, en un amplio repertorio de tecnología militar y armas de precisión.
A nivel estratégico, Soros tenía claro que en el conflicto de los Balcanes tenía que adelantarse a los socios Serbios de Putin, o perdería la gran tajada del pastel. Es por esto, que llevan mas de diez años interviniendo desde la sombra (Kosovo Foundation For Open Society) en la situación de posguerra Kosovar para buscar su independencia de Serbia y por lo tanto, de cualquier posible participación o bloqueo por parte del influyente ex mandatario ruso a la hora de expropiar los deseados recursos mineros de la zona (plomo, zinc, oro y carbón).

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ITT Kosovo Ltd.

Desde el CFR se realizan evaluaciones, estudios e investigaciones a todos los niveles de la situación económica, social, política y militar de Estados Unidos, de sus aliados y de su situación actual respecto del resto de países del mundo. No nos llevemos a engaño; el CFR no actúa como un grupo, sino como la actividad individual y a título personal de sus miembros.
En la élite de la cúpula de miembros destacan entre otros George Soros, David Rockefeller, Henry Kissinger, Zbigniew Brzezinski, George H.W. Bush o la ex-secretaria de estado Madeleine Albright, entre otros. Es de destacar que tanto Rockefeller como Soros coinciden en las tres grandes (CFR, Bildelberg y Trilateral). Oficialmente, Soros ya no forma parte del CFR, aunque mantiene contacto permanente con sus principales representantes.

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El Open Society Institute cuenta con una red internacional de afiliados, y realiza artículos e informes sobre los países donde se encuentra, financiando a su vez a las organizaciones que siguen a su línea ideológica o política, así como a ONG’s y medios de comunicación supuestamente independientes que se han hecho famosos por promover las llamadas revoluciones de colores o golpes suaves en la antigua Yugoslavia, Ucrania, Georgia, Polonia, Venezuela y recientemente en Irán, de las cuales se hará mención en el siguiente punto.
Human Rights Watch se complementa en la red de ONG’s y fundaciones de Soros actuando como observatorio de derechos humanos, con un sistema de informadores similar al de OSI pero exclusivamente en el ámbito humanitario. Esta es otra de las variables que se tienen en cuenta a la hora de justificar o no la intervención a un país en un informe que nadie puede atreverse a cuestionar.

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Generalmente, se buscan causas nobles y justas, como la lucha por la libertad de la información, por la democracia y por los derechos humanos, y sin saberlo, se manifiestan en la calle y promueven dicha idea como un virus por Internet con fuerza suficiente como para dividir a un país radicalizando a sus ciudadanos, cuestionando la validez de unas elecciones democráticas o menoscabando la confianza del pueblo en su gobierno, con una estrategia de ataque por fases, que van desde la concepción de crisis interna de gobierno hasta la misma criminalización de dicho gobierno.

En el caso de la extinta Yugoslavia, se introdujo un agente divisor entre la población, para crear una tensión entre religiones e ideologías políticas, justo en el momento que terminaba la guerra fría y con ella, el débil concepto unificador del bloque comunista, disuelto y rematado por el siniestro y eficaz golpe suave. El resto de operaciones financieras a posteriori ya ha sido comentado en el anterior apartado.
Es exactamente lo mismo que ha ocurrido en la reciente autodeterminación de Kosovo, tan casualmente deseada por Soros y sus socios; grupos con ideologías políticas nacionalistas bastante radicalizadas que tras varios años de progresivo levantamiento contra Serbia durante la posguerra, han ido aceptando y asumiendo dicho papel independentista como si la idea fuese suya, cuando realmente ha sido inducida por una compleja red de información, manipulada por el mismo Open Society Institute, las ONG’s y las fundaciones que dependen de Soros.

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