Hola a todos, uno más que se une al club de los papis (desde el 17 de marzo).
Dejo por aquí mi experiencia por si a alguien le puede servir porque ha sido un mes de locos
PARTO
Aunque la fecha prevista era el 29 de marzo, el 15 de marzo estaba tranquilamente trabajando por la tarde cuando mi mujer me avisa de que parece que se ha hecho pis encima, lo cual ya nos hacía entrever que podía ser rotura de la bolsa. Aunque no había sido mucha cantidad decidimos acudir a urgencias para salir de dudas, donde nos confirmaron que la bolsa estaba rotísima y por tanto teníamos que quedarnos ingresados ya que o había un parto natural en las siguientes 24h o tendrían que inducirlo para evitar una posible infección.
En mi caso para poder quedarme ingresado tuvieron que hacerme una PCR de urgencia, para descartar COVID, por lo que tuve que esperar unas horas en una sala de espera para poder ir a la habitación.
Como a las 24h no había indicios de parto natural (sin contracciones o muy leves), los ginecólogos decidieron empezar a inducir el parto, introduciendo un tampón impregnado con una sustancia. El efecto se empezó a notar a las 12h aprox, donde empezaron las contracciones, y cada poco nos avisaban para bajar a monitores, donde básicamente se controlaba el pulso del bebé y la cadencia e intensidad de las contracciones.
Poco a poco las contracciones iban siendo más fuertes y frecuentes, hasta el punto de empezar a ser difíciles de soportar. Probamos varios métodos que nos recomendaron para intentar soportarlas mejor, como tratar de trepar por una cuerda o duchas calientes sobre una pelota de pilates, pero ninguno parecía reducir los efectos.
El caso es que llegó un momento en el que ya veía a mi mujer con muchísimos dolor y decidieron realizarle un tacto para ver la dilatación (parece ser que al estar rota la bolsa intentan hacer los mínimos tactos posibles para evitar infección) y según la ginecóloga residente estaba de solo 2,5cm!! cuando 12h antes nos habían dicho de 2cm con apenas dolor. Sin duda fue un momento bastante duro ya que veía que mi mujer ya no podía más (gritando y llorando del dolor) y no dábamos crédito ya que otra chica que teníamos al lado estaba con 4cm y apenas tenía dolor.
Por suerte, y probablemente por los gritos de mi mujer, a los 10 minutos apareció el ginecólogo titular que decidió repetirle el tacto y resulta que estaba de 7cm!!, es decir, prácticamente para sacar al bebé. Llamaron al personal rápidamente para entrar en el paritorio y al anestesísta para la epidural.
Nada más entrar al paritorio a mi mujer ya le entraron ganas de empujar por lo que cuando llegó en anestesista ya estaba media cabeza del bebé fuera y por tanto le tocó parir a huevo, con el correspondiente dolor. Por suerte no duró mucho y en 30 minutos el bebé ya estaba fuera, pero casi me da un infarto durante esos 30 minutos viendo lo avanzado que estaba el proceso y que no le había dado tiempo apenas a llegar al personal para asistir el parto. Nos acordaremos de la gine residente toda la vida, pero bueno, estaba aprendiendo así que no se lo tendremos en cuenta
Tras el parto tuvimos que permanecer ingresados otros 3 días ya que nos pilló el fin de semana en el medio y hasta el lunes no nos podían dar el alta. 6 días de sufrimiento durmiendo en una silla
Primer mes
Los primeros 10 días han sido probablemente de los más duros de mi vida. 10 días en los que en lugar de estar disfrutando del bebé hemos estado sobrepasados y psicológicamente muy afectados. Por lo siguiente:
Mi mujer estaba bastante ilusionada con la lactancia y al nacer el bebé enseguida se enganchó y empezó a mamar por lo que estaba muy contenta.
Cuando el bebé nace lo miden y lo pesan, y aunque es normal que pierda peso los 2-3 primeros días, después deberían empezar a recuperarlo a partir de la primera semana.
El caso es que aunque el bebé parecía que mamaba, ya que hacía tomas constantemente de varias horas (hasta 3-4h seguidas) no ganaba nada de peso y tampoco se veía que hiciese la cantidad de caca que nos indicaron en el hospital. Por otro lado a mi mujer le salieron grietas en los pezones lo que hacía la lactancia muy dolorosa. Probamos pezoneras (no la quería), cremas para las grietas (no daba tiempo a las grietas a curar), diferentes posturas (sin cambios) ... asi que no le quedó otra que dar el pecho con muchísimo dolor hasta el punto en que se volvío inaguantable y mi mujer entró en crisis ya que veía que el bebé no cogía peso y ella no le podía alimentar.
Decidimos darle biberón con leche de formula alguna toma para que pudiese recuperar, pero la tetína del biberón no le gustaba así que no nos quedó otra que darsela con una jeringuilla con la que se le caía la mitad fuera, lo cual fue bastante agónico para nosotros ver que tu bebé tiene hambre y no puede comer bien. También para mi mujer supuso un agobio extra que todo el personal sanitario le decía que tenía que dar el pecho con dolor, que si le dabamos biberon la ibamos a liar .... pero no era un poco de dolor, era insoportable.
Pese a todo, tras darle alguna toma con formula, decidimos volver al pecho pero los dolores continuaban y se le inflamó produciendo una mastitis. Total, que le tocó tomar antibióticos 2 semanas y volver a dejar de lado el pecho unos días. Por suerte encontré un biberón con una tetina anatómica o algo así (marca suavinex) que si admitía, y con la que podíamos alimentarle apropiadamente.
Al empezar la mastitis a remitir, intentamos de nuevo volver a ponerle al pecho, pero los dolores insoportables aparecía de nuevo, y también nos sorprendía que el bebé hacía tomas extraordinariamente largas (2-3h) y cuando terminaba parecía seguir con hambre, y de hecho en alguna ocasión tuvimos que hacerle un biberón que se ventiló rápidamente. La cantidad de leche no era un problema ya que a mi mujer literalemente le chorreaba y nada más tocar el pezón salía a chorro, pero estaba claro que algún problema existía.
Con toda esta desesperación, y gracias a la recomendación de nuestra enfermera de pediatría (ya que la matrona era una incompetente) decidimos acudir a una asociación llamada "amamantar" que ofrecía asesoría de una pediatra y enfermera expertas en problemas de lactancia y que supieron rápidamente diagnosticar el problema.
Por lo que parece el bebé tiene "anquiloglosia submucosa", es decir, que no separa apenas la lengua y por tanto no pueda succionar de forma efectiva, mordiendo el pezón en lugar de crear vacío con la succión, lo que producía el dolor a mi mujer, y le impedía alimentarse correctamente haciendo tomas extremadamente largas y de las que apenas sacaba alimento.
La solución que nos propusieron fue acudir a un fisio, y posteriormente cirugía y rehabilitación de nuevo en el fisio. En este punto, decidimos abandonar la lactancia ya que no estamos dispuestos a someter al bebé a una intervención en quirófano y rehabilitación simplemente para que pueda mamar. También nos comentaron que podría tener problemas con el habla en el futuro por lo que no descartamos monitorizar su evolución y una intervención futura.
Ahora mismo estamos con lactancia mixta. Sacaleches + fórmula, más o menos 50% de cada, pero no sé lo que aguantaremos con el sacaleches ya que es un rollo la limpieza, desinfección, etc.
Por lo menos ahora ya hemos identificado el problema y el bebé ya está creciendo y ganando peso así que ya por fin hemos empezado a disfrutar, aunque durmiendo poco, claro