Relatos ficticios de blackxill.

Entiendo, Black, que esto es lo que querías decirnos.

Tras dos años de tierras mucho maricón. Me reuní con dos colegas un o en Sabaody o sábado. Para mi fue una semanas alegre. Me toco un autentico tesoro, pero no sabia como gastarlo. Y me lo gastaba en provisiones, buenas cenas y caprichos. Tras la caída del sol, birrillas y contamos historias de misterio y bebíamos en la piscina y al lado también un buen fuego.

Cuando acabamos... Y fue tarde me baje con mi embarcación a tierras Gyoijin.
Cuando llegue allí tras ver chicas jóvenes empezó mi cabeza a perder el juicio entero.

Tras ver una hermosa chica de piel blanca de 1.60 ojos castaño. Un hermoso cuerpo que seguiría ponerse más erótico con el tiempo. Pelo liso moreno y bien cuidado.
Su atractivo joven... Picara una sonrisa que no parecía que sonreia... Una inocencia destacable y dulces labios. Y que puede poner a cualquiera a 100.

Tras conocer quería saber más. Y me lleva a su apartamento.
Y le dije que quería hacer una cosa, la cogí y la levante con mis manos a esa preciosidad. Y a base de saltos, la deje en su cama.
Tras ello me quite mi soba mask, y le quito prenda y me pone a mi otra con ternura.

No podía parar con mis manos, de rozar y tocar y coger sus poderosos melones de pecho pequeños, y nalgearla. Su trasero llamaba como si fuera el ultimo chocolate de una caja. Puff. Teníamos calor... Daba cosa abrir la persiana entera y que nos vieran. Que la tuve que acercar suavemente al frío del cristal de la ventana. Sus gemidos era música aquella noche.
En posición perrito y hamaca que disfrutamos juntos.

Tras aquello y ya fuera de mi imaginación. Le dije que me llamara Black.

Perdonar, pero estoy muy soso últimamente.

Esta noche salí muy loco y me encontré a una chica o diosa carmelizada, morena, bellísima, tomando una jarra de cerveza fría, la iluminación hacia que resaltará más. No había muchos espectadores por el lugar salvo gays. Esas manos desataban el capricho eterno.
Que decidí levantarme y saludarla.
¡Hola! He venido porque me llamás mucho la atención. Y que una persona solitaria necesita un caballero. A los otros, le hice hechar la cerveza. Me siento del otro lado de la mesa e inclinado le digo. Vengo a robarte el tiempo y tu numero de teléfono a poder ser. Ella sonreía, y yo todavía más. Intercambiamos los nombres le dije podemos tomar algo juntos en alguna parte o en otro establecimiento.

• No gracias eres muy majo.
  Pero si tú a mí me gustas. Ella se ponía la mano cerca de la cara por vergüenza. No podía evitar en fijarme en el top de color de sus ojos y su liga bajada.
  No puedo dejarte sola porque te aburrirás.
  Decidí bajar con ella en ascensor, y yo quería insinuar la con mi mano pero ella estuvo a punto a llamar a seguridad del centro comercial.
  -No, noo, noooo que estoy de broma.
  Tu a mi me gustas, me flipas. Y estoy un poco más lanzado de lo habitual y no quiero bajar de velocidad.
  Cuando bajamos reíamos y tal. Y le ofrecí a dar una vuelta. Le di al mando de mi coche para despertar su interés, ¿Ves? Ese es mi coche. Un volkscagen Golf R 320 caballos de potencia... Y le encendí el instinto de fiera ... Asombrada. Le dije puede montar y no nos moveríamos del centro comercial y ni saldríamos del parking. Empecé tranquilito pegado a la pared y ponía el coche en 3s a 120 suficiente para hacer una vuelta rectangular.
  Y entre una pausa bestial..le devore su mascarilla junto la mía. Pero el oxígeno era imposible hasta que cedió.
  Y nos pusimos golfos. Entonces la lleve fuera algún caminin. Le agarre fuerte con mis manos en esas nalgas. Y esas natillas piramidal suculentas de talla L mojadas en sudor.
  Le di una fuerte cabalgada tanto por dentro y fuera del coche.