Con la deficiente situación laboral que atraviesa nuestro país, mucha gente opta por emigrar a otras zonas que les brinden mejores oportunidades. Aunque todavía me encuentre realizando mis estudios en España, sí que es cierto que pronto tendré que introducirme en el mercado laboral de un modo u otro. Reflexionando acerca de posibles destinos y oportunidades he barajado la posibilidad de trabajar y vivir en Suecia, un país que me ha llamado la atención en prácticamente todos los aspectos.
En primer lugar, aunque a muchos al oír el nombre de este país lo primero que nos venga a la cabeza sea un clima helado, Suecia posee inviernos más cálidos que otras regiones que se encuentran en su misma latitud. Además, la belleza de su clima y la pureza del aire pueden suponer un claro aliciente para muchos.
Por otro lado, dejando a un lado temas propiamente políticos, la mentalidad liberal y la baja corrupción que se respira en el gobierno parecen aspectos bastante atractivos para aquellos que cada vez nos sentimos más desanimados por la putrefacción que emana nuestro sistema. Obviamente no creo que sea oro todo lo que reluce, pero ya son características a tener en cuenta. En 2006 fue elegido como el país "más democrático" en una lista de 167 países, y posee más de un 80% de votantes que acuden con regularidad a las urnas.
La conciencia colectiva que existe acerca de temas como el uso de energías renovables o la igualdad hacen de Suecia, en mi opinión, uno de los países más avanzados con los que podemos toparnos actualmente. Este desarrollo viene enraizado principalmente por un alto índice de alfabetización derivado de un sistema educativo altamente eficiente. Personalmente, el que sea uno de los países con mayor número de ateos también me parece una muestra más del progreso cultural al que está sujeto este país.
Su economía, por lo que he podido leer, se encuentra entre las más avanzadas del mundo ya que poseen una gran fuerza de trabajo especializada nutrida por una extensa red de comunicaciones y una moderna distribución.
La sanidad es otro de los puntos fuertes del menú, ya que los suecos están amparados al igual que nosotros por una salud pública gratuita de altísima calidad que nada tiene que envidiar a la nuestra (y más con los recortes sufridos últimamente...).
En el tema laboral, aunque evidentemente se encuentra salpicada por la crisis, me ha sorprendido gratamente como, con la que está cayendo, hayan decidido fomentar la entrada de inmigrantes, con el argumento de que la economía se verá mucho más potenciada cuando atravesemos este bache. Además, el que prácticamente todo hijo de vecino nacido después de la Segunda Guerra Mundial hable inglés, facilita mucho las cosas, si bien es cierto que para una mayor inmersión cultural es recomendable aprender sueco. Son muchas las escuelas que ofrecen gratuitamente cursos a inmigrantes con sus respectivas obtenciones de títulos que facilitarán la incorporación laboral.
Por último, y no menos importante, no podría hablaros de Suecia sin citar a las suecas, ejemplares únicos por su belleza nórdica, su amabilidad, elegancia y otros mil encantadores rasgos que las caracterizan.
Yo personalmente comenzaré este próximo año a estudiar sueco tras sacarme el CAE, de momento como mero pasatiempo, aunque, ¿quién sabe?, quizás el destino me haga emigrar a este país...
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