¿Tienen vidas mas felices los infradotados o los superdotados?

Creo que no se trata sólo de la inteligencia, se trata más bien de la inquietud de una persona. Sucede que ambas cosas suelen ir correlacionadas, pero no necesariamente alguien inteligente es alguien inquieto, y viceversa.

Pero cuando alguien es inquieto y curioso, trata de aprender sobre el mundo que le rodea. Y todos nacemos con la mentalidad del niño, que el psicoanálisis muy acertadamente dice que siente "que el mundo es para él". Es lo que acostumbramos a pensar en nuestras primeras etapas vitales, ya que el mundo en su belleza superficial, bajo el resguardo primero de nuestros padres y luego de la sociedad, parece estar "hecho para nosotros". La mayoría de la gente nunca lleg a salir de esta mentalidad.

Cuando el complejo edípico se desarrolla, no el aspecto freudiano sino más bien jungiano, donde pasamos a querer responsabilizarnos de nuestro propio futuro, todo el mundo tiende a sufrir crisis existenciales, lo que Kierkegaard denominaba "la ansiedad vital", ya que no sólo nos hacemos conscientes de nuestra mortalidad, sino que nos damos cuenta de que el mundo es ajeno a nosotros, y nosotros, sólo somos una pieza más en el vasto océano de almas que nos rodea. Aquí es fácil generar un sentimiento religioso, ya que elimina la ansiedad vital y hace que Dios nos arrope en su seno. Báisicamente, de nuevo echando mano de un concepto psicoanalítico, la "transferencia" entra en juego, haciendo que transfiramos gran parte de nuestra responsabilidad como individuos hacia una figura. Esto habitualmente era una figura divina, pero también puede ser una figura política, un ideal, o incluso una pareja o familia. Transferimos nuestra responsabilidad moral, incluso nuestra propia mortalidad, hacia estos mecanismos, de modo que evadimos la responsabilidad de individuos conscientes y mortales que somos, y pasamos a auto-alienarnos otorgando el sentido de nuestras vidas a cosas vacuas o incluso inexistentes.

Las personas inquietas terminan dándose cuenta de esta alienación a la que absolutamente todo ser humano sobre la Tierra está expuesto. Terminamos dándonos cuenta de que estamos muy jodidos psicológicamente, de que somos sistemas mecánicos regidos por las leyes físicas, que a su vez aparentan ser deterministas (en seguida vuelvo contigo #83, pero el determinismo débil no me puedes negar que es el state-of-art en esto...). Esto pasa a despojarnos de otra cosa que creíamos muy nuestra, que es nuestra libertad para decidir. Pero ahora, todo parece seguir una serie de normas físicas que definen cómo un estado X0 avanza a un estado X1, lo que hace que la ansiedad vital de la que hablaba Kierkegaard, salga a la luz más fuerte que nunca.

Seguimos añadiendo piezas al puzzle cuando empezamos a admitir que no tenemos ninguna evidencia de una vida post-morten. Queremos autoconvencernos de que hay algo, pero cuando tratamos de ser rigurosos, la frustración nos ataca de nuevo al darnos un golpe de realidad al no encontrar razones algunas para creer eso. De nuevo, la idea de que todo lo vivido hallará su fin, llevándose consigo a todo lo que determina nuestro ser, nos provoca una sensación de desazón enorme. El ressentiment del que hablaba Nietzsche nace en nuestro corazón como una ardiente bola de fuego que volatiliza todo atisbo de creencias sobre las que se basa nuestra auto-alienación, llevándonos a una desidia extrema y al nihilismo más absoluto.

Ese estado mental es muy común encontrarlo en gente inteligente/curiosa/inquieta, porque es a lo que nos lleva el conocimiento de cuanto está a nuestro alrededor. El hecho de que vamos a morir, de que nuestra existencia no tiene un sentido intrínseco, y que somos fruto de una paradójica casualidad sumamente causal, nos arranca de cuajo esa "útil alienación" que en el psicoanálisis se estudia como "la base de toda neurosis". Entonces, para una persona que alcanza esta cosmovisión, es difícil sentirse feliz de forma continuada durante mucho tiempo, ya que quitando pequeñas eventualidades y "quick highs", terminará volviendo a ser consciente de estas cosas, y volviéndose a sumir en el resentimiento nietzschiano del que hablaba antes, volviendo a sentir bien presente la ansiedad vital.

Como ya escribí otras veces por aquí, quien vaya algo más allá, encontrará sumo júbilo en cómo Nietzsche ataca esta cuestión bajo la idea del superhombre, o Camus con la idea del absurdismo (¡Hay que imaginar a Sísifo feliz!), o Sartre con su profundo existencialismo basado en otorgar nosotros nuestro propio sentido vital. Pero cada vez tiendo a pensar más que, pese a que un post-nihilista que tire por este camino terminará encontrando suma tranquilidad en estas ideas, siempre, siempre tendremos etapas de debilidad donde será difícil esquivar las pronunciadas aristas de la realidad, que desgarran nuestras fortalezas, y nos hacen volver a sentirnos desnudos ante el absurdo universal. Y es por eso, por lo que creo que una persona inquieta siempre va a tender a tener situaciones infelices, pese a que pueda incluso llegar a llevar una vida bastante feliz por lo general. En resumen: el conocimiento nos destina a la desdicha, aunque sea ocasional.

Ah, y gracias por las palabras #83 , tú también me pareces la ostia aquí y te lo he hecho saber alguna vez. #86 Te lo agradezco mucho también, pero en cuanto a inteligencia emocional... muy circunstancial. Hay muchas ocasiones en las que me falta más de la que te piensas, pero me agrada que pienses esto.

#93 Sinceramente. Creo que tomas un síntoma como una enfermedad. Que el inteligente tienda darle un significado trascendente a su depresión y busque pensar que es por esas chorradas no quiere decir que sean lo que causa el estado de angustia en verdad.

En general son temas rumiativos y por eso parece que son tan terribles. Todo tema sin respuesta clara lo es.

Y por cierto, ya van tres Universidades que encuentran las ''vibraciones'' de Penrose. (Toma otra rumiación más).
EDIT: Ahora estoy rumiando sobre rumiar xD

#90 Puede. Y qué? La inteligencia es una herramienta, la gente le da una importancia que no tiene.

#104 los test esos te los hacen en persona un psicologo dependiendo de tu edad y duran varias horas. Encima van como por bloques y tienes x tiempo para cada cosa.
A mi me hicieron uno en el colegio(aun no se xq, porq yo lo unico que hacia era meterme en problemas y peleas) y a lo tonto me tire toa la mañana con el psicologo. Pa algunas partes me dejaba solo y pa otras no, tambien al rato empece a hacerlo todo a voleo.

A mi madre le toco luego ir a hablar con el pero jamas supe que le dijo, yo segui en mi clase con mis compañeros y teniendo las mismas peleas. Ahora soy ingeniero de la nasa

Del 1 al 10, siendo 1 tonto y siendo 10 la persona más inteligente del mundo, la mayoría de los que se consideran listos y se ahogan en depresiones nihilistas son un 5, mientras que un gitano del cabañal es un 1 o un 2 si sabe trapichear con costo.
Una persona verdaderamente inteligente afronta la vida como lo que es y no vive lamentándose ni sollozando. Alguien verdaderamente inteligente sale ahí para hacer de si mismo un atajo a la vida, no a la desgracia. Los que se quedan en un 5 o un 6 son los menos afortunados porque no han sido capaces de ver más allá y de interiorizar su mísera existencia exprimiéndola al máximo. Si eres consciente de lo fútil del momento, de lo banal, trivial y espontanea que es la vida y no haces nada al respecto, eres un 5 de manual y si te das un golpecito en la cabeza un cuñado hipster.
Para todo lo demás, si quieres ser más feliz que el richar vendiendo polen, ponte a leer pero no por aparentar, sino para pasarlo bien.

#116 mi infancia fue terrible, mi padre casi nos mata a mi y a mi madre, era drogadicto, alcohólico y muy violento, tengo imágenes grabas a fuego en mi mente terribles de cuando yo tenía unos 2-3 años, mi psiquiatra me dijo que de ahí venía mi disincronia.

La primaria la disfruté mucho, la diferencia entre yo y el resto de niños era abismal, por ejemplo a mi me dio por los mamíferos con unos 6 o 7 años y me sabía el nombre científico de cientos, lo mismo con la mitología y alguna otra cosilla, eso les hacía gracia a los profesores, que supongo que nunca habían tenido un alumno así y me llevaban por las clases y tal, ahora lo pienso y me trataban como a un mono de feria, pero en fin, en ese momento yo lo disfrutaba, supongo que porque eran afectuosos conmigo.

En esta época no me costaba nada hacer amigos, de hecho diría que era hasta popular, entre los chicos de mi generación en mi pueblo se pusieron muy de moda las Magic, Warhammer y Starcraft, era un contexto en el que yo me movía bien.

La cosa cambio drásticamente cuando llegue a la eso, entre a un instituto donde habían peleas todos los días, los profesores eran bastante malos en su oficio, se les veía aburridos y sin ninguna vocación, conmigo no tenían ningún tipo de empatía, la frase de: me da igual la nota que hayas sacado en el examen, sin libreta no apruebas se convirtió en algo habitual, mis notas eran suspenso en todo y mi madre fue a hablar con los profesores, estos mostraron una desidia enorme por mi situación y mi madre fue a hablar con mi tutor en la primaria, quien le dijo que era algo que temían que me ocurriese, y le recomendaron que me viera un especialista en superdotación.

Me llevaron al centro catalán de superdotacion, dónde le dijeron a mi madre, que ser muy inteligente no siempre es una ventaja y yo tenía el perfil de típico superdotado que fracasa en los estudios, con tendencia a depresiones, etc. Y que yo dependía de una adaptación curricular.

Psiquiatras y psicólogos elaboraron un informe de cómo debía ser mi educación para que yo me sintiera motivado, mi madre lo llevo al instituto y el jefe de estudios lo leyó y dijo que si me lo harían, pero a los pocos días se puso en contacto con mi madre para decirle que buena parte del profesorado se oponía y que no me harían nada.

Mi madre recurrió a la justicia, que nos dio la razón, pero lo maximo que conseguí aún así fue que me ofreciesen comenzar bachillerato, saltándose 3 cursos de la eso, mi madre no quiso y hubieron algunas discusiones entre mi madre y profesores, a partir de ese momento encadene castigos desproporcionados, semanas de expulsión poco justificadas, etc.

Entonces no quedaba otro remedio que cambiarme de colegio de cara al siguiente curso, y algunos de los colegios con más fama (y más caros) de Barcelona me propusieron matricularme con una beca completa y una adaptación curricular. Al final eligio mi madre el que parecía más interesante, y fue aún peor que en mi anterior instituto.

Yo fui totalmente para abajo en todos los aspectos de mi vida, deje de relacionarme, de leer, de dibujar, de tener parejas...

De adulto pies soy una persona sociable y extrovertida, diría que suelo caer bien, pero a pesar de querer amigos o novia no soy capaz de crear vínculos con las personas (creo que tengo por mi parte como por la de los demás, simplemente yo no encajo).

Hasta hace poco tenia un trabajo estable, que me permitía vivir bien (no soy de gustos caros ni de salir) y me trataban bien, pero no me hacía feliz. Eso se junto con que ahora me siento mucho más maduro y decidí entrar a la universidad. La verdad es que ahora lo estoy disfrutando muchísimo, tengo una ilusión enorme cada día, pero diría que soy del montón malo, no destacó precisamente, es mas, me cuesta un poco, así que supongo que todo el potencial que tuve de crío se echó a perder, y me frustra un poco.