¿Qué pondríais en vuestro epitafio?

Epitafio:
Si lees esto significa que estoy muerto y aquí yacen mis restos, o al menos, eso parece a simple vista. Si tienes un espíritu aventurero te reto a que me desentierres y abras la tapa de este, mi supuesto ataúd, en el cual te espera algo más que simples monedas de oro, diamantes o cualquier antigualla con un alto precio en el mercado negro. En el interior, escritas en una nota se encuentras las sabias palabras que harán que tu vida cambie por completo.

Al abrir el ataúd no hallarán mi cuerpo ni resto alguno de mis huesos, puesto que no fuí enterrado. En él, tal como dije en mi epitafio, encontrarán la siguiente nota escrita sobre un antiguo folio algo arrugado, con un color amarillento y escrito en pluma:

Nota
Querido amigo, aunque no te conozco, y posiblemente tú a mi tampoco, te llamo amigo porque este mundo está creado para amar y ser libre y solo por eso ya te considero mi amigo, mi compañero, mi hermano, mi confidente, mi alma gemela... Sólo quería que supieses que te quiero incluso aun que fueras el responsable de mi muerte y que no te guardo rencor alguno, puesto que gracias a ti y a todos los seres de este mundo me he sentido vivo.

Te preguntarás dónde está mi cuerpo o lo que queda de él. Si realmente quieres saberlo te lo diré, pero antes quiero decirte dónde está mi alma, mi espíritu... Mi espíritu se encuentra a miles de metros de la Tierra volando elegantemente, acariciando las nubes y soñando en llegar cada vez más alto. Mi espiritu se encuentra en una taza de té que un buén huésped le ofrece a su exhausto invitado tras viajar durantes cientos de kilometros y en las historias que este le cuenta. Mi espíritu se encuentra en esos pequeños restos de arena que se quedan entre las hojas de ese libro que fué leido en la playa por vacaciones y la felicidad melancólica que siente el lector al recordar los buenos y relajantes dias que pasó ese verano. Mi espíritu se encuentra en esa mirada que coincide entre dos desconocidos por la calle y las sonrisa coqueta expresando atracción que esbozan ambos un segundo antes de cruzarse y no volver a verse nunca jamás.

Espero que comprendas lo que quiero decirte y es que la felicidad está dónde menos te lo esperas y muy a menudo los pequeños detalles de la vida son los que te hacen más feliz. Supongo que aún estás interesado en saber dónde se encuentran mis restos, en ese caso, sólo tienes que continuar leyendo...

Mis restos, a petición personal antes de morir, fueron llevados a Sudamérica para que sirvieran de alimento a las grandes avaes que allí habitan y que se desplazan a miles de metros de la Tierra volando elegantemente, acariciando las nubes y soñando en llegar cada vez más alto. Mis restos están en esa taza de té que está bebiendo y en las historias que estará contando mi hijo en los viajes que le dije que realizara por mi por que no tube la oportunidad. Mis restos están junto a la arenilla entre esas hojas de el libro que escribí en vida plasmadas en las palabrás que elejí con cautela que hablan sobre mi vivencias y experiencias en este nuestro planeta. Mis restos están en la memoria de esa preciosa mujer que ví en la calle una bonita tarde soleada durante un pequeño instante en el cual nos enamoramos perdidamente sin decirnos ni siquiera 'Te quiero'.