#10761 Un taxista en la ultima carrera antes de irse esta esperando a una clienta, tras pitar un par de veces y ver que no sale nadie decide ir a tocar la puerta, sale una mujer de unos 90 la cual parece que va a dejar de vivir ahi puesto que está todo vacío, los muebles tapados con sábanas y tal, le dice la mujer que tiene que ir a una residencia porque ya no le queda ningun familiar.
Le dice al taxista que la lleve por el centro, el le contesta que no es la forma más rápida pero la anciana le dice que no pasa nada, que le gustaría darse una vuelta, se tiran horas recorriendo nueva york mientras la señora le va contando anécdotas de su juventud, sitios donde trabajaba de joven, escuelas de baile a las que iba de pequeña o a veces sólo se quedaba mirando un edificio en concreto en silencio.
Llegaron a la residencia casi al amanecer la mujer le preguntó que cuanto le debia, el taxista le dijo que nada y la mujer le dijo que gracias por ese momento de alegría que le había regalado.
Al final el taxista hace una reflexión de que ese es, probablemente el momento más importante de su vida ya que no se imagina que hubiese pasado de haberle tocado a la señora un taxista borde o alguno con prisa que no la hubiese esperado, ya que con muy poco, le ha alegrado a una pobre anciana la vida.
Recompensame con tetas