Immortals Gaming Club también ha finalizado con éxito una ronda de financiación que incrementará sus arcas en $26 millones.
La organización planea utilizar los fondos para seguir haciendo crecer su marca Immortals, junto con la marca MIBR en Brasil y la plataforma competitiva de matchmaking de Gamers Club.
Ari Segal, CEO de Immortals Gaming Club
IGC se centrará en invertir agresivamente en el crecimiento de títulos competitivos, incluida nuestra plataforma, activos ajenos al equipo como Gamers Club y las marcas de nuestros equipos principales Immortals y MIBR. Hemos disfrutado de un fuerte crecimiento en nuestra cartera de activos que no pertenecen al equipo y estamos entusiasmados de aprovechar un sólido balance y enfocar nuestra energía, tiempo, capital y otros recursos en estos aspectos del negocio, así como en los activos actuales y futuros del equipo de deportes electrónicos.
La ronda fue dirigida por el family office de Meg Whitman, que ya es inversora y miembro de la junta de Immortals Gaming Club. También es la directora ejecutiva de la plataforma de retransmisión de video Quibi, que pronto cerrará, y ex-directora ejecutiva de eBay y Hewlett Packard Enterprise. Otros inversores incluyen a AEG y March Capital Partners.
Meg Whitman, socia de IGC
Esta serie B1 representa el entusiasmo continuo de nuestro directorio y grupo de inversores acerca de las oportunidades disponibles en este mercado dinámico, diverso y de rápido crecimiento.
La organización aún posee la franquicia Los Angeles Valiant en la Overwatch League de Activision Blizzard, así como una franquicia en la League of Legends Championship Series (LCS) de Riot Games. Immortals también cuenta con un equipo en Valorant de Riot Games. Immortals Gaming Club utilizará los fondos de la serie B1 en parte para expandir la plataforma Gamers Club a nuevas regiones y agregar más títulos y servicios de juegos.
Steve Cohen, miembro de la junta de Immortals Gaming Club
La integración vertical y el enfoque múltiple de IGC para la construcción de marca nos brindan la capacidad de verificar repetidamente nuestro desempeño e impacto en el mercado en tiempo real; incluso con nuestra orientación a largo plazo, seguiremos dando prioridad a la capacidad de vender activos individuales de bajo rendimiento o no esenciales en el corto plazo y nos centraremos en activos con fundamentos subyacentes sólidos y más ventajas.
