España y la doble recesión

rackinck

Os dejo por aquí una de las entradas del blog de nadaesgratis del excelentísimo y brillante Jesús Fernández-Villaverde. Resume de forma rápida y sencilla los problemas que nos enfrentamos a día de hoy, las causas que han llevado a esta segunda recesión y las posibles soluciones al problema, con lo que debemos enfrentarnos en el futuro. No tiene desperdicio, y es muy educativa, recomendada para todo aquel que quiera hablar un mínimo sobre la situación económica. Lo que no entiendo es a qué cojones esperan los políticos para hacer lo que deben...

Si albergáis alguna duda sobre el texto o hay algún concepto que se os escapa decidlo e intentaré aclararlo lo mejor que pueda.

PD: y de nuevo, me gustaría recomendar como siempre que sigáis este blog en la medida de lo posible para ser capaces de comprender la idiosincrasia actual y cuestiones económicas sobre reformas y demás de mano de verdaderos expertos económicos.


Con cierta frecuencia se observan en las economías de mercado dobles recesiones (o en “W”). Con ello nos referimos a situaciones donde una primera recesión es seguida por una segunda recaída poco tiempo después, normalmente con una breve y tímida recuperación intermedia de solo unos trimestres. El ejemplo más clásico son las recesiones gemelas de EE.UU. en 1980 y 1981-82.

Estas dobles recesiones suelen estar causadas porque la política económica no ha sabido resolver los problemas subyacentes a la primera recesión o porque las decisiones que se acometieron para afrontar la crisis han tenido consecuencias contraproducentes. Las dobles recesiones normalmente ocurren, además, cuando la crisis original era particularmente profunda.

La actual situación de la economía española es un reflejo de este patrón casi de libro de texto. Hemos entrado en una segunda recesión en buena medida por errores en la política económica pero también porque la profundidad de la primera recesión era tal que casi nos condenaba a ello.

En la figura 1 aparece el Índice Fedea de actividad económica desde enero de 2008 hasta la actualidad. Este índice, actualizado semanalmente, intenta capturar la situación cíclica de la economía española por medio de la síntesis de distintas series (PIB trimestral, matriculaciones, afiliaciones a la seguridad social, índice de confianza, etc.). Esta síntesis no descansa en ningún modelo económico o en el juicio subjetivo de los analistas sino simplemente en métodos estadísticos de extracción de señal. El índice esta normalizado a cero: valores superiores a cero indican que la economía crece por encima de su media histórica y valores por debajo indican que crece menos que esta media. Las unidades son varianzas: así un valor de -2 se interpreta como que la economía esta en una situación peor que en el 97.5% de los trimestres de la serie histórica.

La figura 1 nos muestra como la economía entró en una fuerte caída en la primera mitad de 2008 que se convirtió en un desplome en la segunda mitad de ese año. El índice tocó fondo a principios de 2009 por debajo de -3, un nivel nunca visto desde que tenemos contabilidad nacional moderna. Este número resume, mejor que ningún otro, lo profundo del estallido de la burbuja inmobiliaria. 2009 fue un año de recuperación: los mercados financieros se estabilizaron, la política monetaria mundial se torno muy expansiva y, en el caso de España, la política fiscal tiró notablemente de la demanda agregada. Por ello, a principios de 2010, el índice de la economía española recuperó valores positivos. Como esta recuperación iba unida a una reducción de nuestro déficit comercial (y por tanto de los bienes y servicios a los que teníamos acceso), los españoles la sintieron aún menos.

A partir de ese momento, sin embargo, la economía se estancó y comenzó a perder fuerza. Y aunque de una manera más lenta que en la primera recesión, también de forma inexorable. El proceso se agudizó en el otoño de 2011 y coincidió con una nueva oleada de problemas en los mercados de deuda soberana. Así, a principios de marzo de 2012, la economía española se encuentra de nuevo en el medio de una segunda recesión que se prolongará, con alta probabilidad, al menos varios trimestres más.

¿Por qué hemos tenido esta recaída? España entró en recesión en 2008 como consecuencia de una crisis financiera causada por el estallido de la burbuja inmobiliaria. Desafortunadamente, estas crisis financieras son bastante comunes en el mundo: entre 1970 y 2002, hubo 88. ¿Qué ocurrió en estos 88 casos en los años siguientes a la crisis? Lo primero es que, de media, la caída del PIB se prolongó tres años y la recuperación fue lenta y dolorosa. Lo segundo es que estas largas caídas y anémicas recuperaciones son peores cuando, al comienzo de sus problemas, el país afectado estaba invirtiendo un porcentaje alto de su PIB y el déficit exterior era grande. Esto era justo la situación de España en 2008, con un altísimo porcentaje de inversión y un grandísimo agujero comercial. Es decir, que a comienzos de 2008, España se enfrentaba a un doloroso y largo proceso de ajuste. Que en 2012 sigamos en una situación similar no es pues de extrañar ni atípico dada la experiencia histórica. Los desequilibrios de la economía española eran tan serios que no se iban a curar ni en 1 ni en 2 años.

La segunda razón es que la salida de las crisis bancarias se facilita si las instituciones financieras se reestructuran a fondo, lo que sanea los balances y facilita el flujo de nuevo crédito. Japón, en los años 90 del siglo pasado, es una prueba lapidaria: hasta que sus bancos no empezaron a limpiar sus balances de verdad, su economía estuvo estancada. Tristemente, en España las cajas de ahorros, por problemas directamente vinculados con sus estructuras de gobernanza, decidieron no aceptar la realidad. En vez de sanear su situación, se dedicaron por muchos meses a la acrobacia contable y a unas fusiones que solo generaron entidades más sistémicas pero igual de mal gestionadas y con tan poco futuro como las anteriores.

La tercera razón es que el tirón de la demanda agregada que efectuó la política fiscal no era sostenible. Aunque España había entrado en la crisis con una deuda pública reducida y una situación presupuestaria aceptable (aunque menos favorable que la que parecía pues si descontábamos la cantidad de ingresos tributarios asociada la burbuja, seguíamos teniendo déficit estructural), la rápida caída de los ingresos y la fuerte subida del gasto nos llevó a déficits por encima del 11% del PIB. Estos déficits y la ausencia de un proceso de reestructuración financiera causaron una fuerte inquietud entre los inversores, especialmente en una situación de alta aversión al riesgo y profunda incertidumbre. Mientras que el gobierno repetía una y otra vez nuestros bajos niveles de deuda pública, los inversores miraban con temor tanto los déficits futuros como los potencialmente gigantescos costes de rescatar el sistema financiero. Es más, y quizás no sin falta de razón, los inversores tampoco veían un plan claro que garantizara la solvencia futura de las cuentas públicas. La actitud del BCE y de la Unión Europea, con constantes titubeos y su falta de liderazgo profundizaban estas preocupaciones pues, en el marco de una unión monetaria, los países miembros están expuestos a crisis auto-confirmadas de liquidez en sus mercados de deuda incluso cuando su solvencia esta garantizada. 2009 fue mucho mejor de lo que hubiera sido porque pedimos prestado masivamente. En otras palabras: en 2009 nos comimos parte de nuestra renta futura. Esto, sencillamente, no podía continuar y ahora tenemos que pagar por ello. La situación es más compleja de lo que debería ser como consecuencia de los errores en el diseño de la eurozona pero esto no nos debe servir de excusa para olvidar nuestros propios errores de cálculo.

En resumen: la combinación de la profundidad de la crisis inicial, el no haber reestructurado lo suficiente el sistema financiero y una consolidación fiscal impuesta por haber agotado los márgenes de actuación de España en los mercados financieros nos han llevado a la difícil situación actual. Una mala coyuntura internacional y las tensiones en el mercado de petróleo de las últimas semanas no han hecho más que incrementar los riesgos.

España, en Marzo de 2012, camina contra dos grandes “vientos de cara”. El primero, es que el desapalancamiento privado apenas ha comenzado. El segundo es la consolidación fiscal pendiente. Ambos procesos, a los que como hemos explicado estamos obligados por una sencilla razón de sostenibilidad, van a pesar sobre la demanda agregada por muchos años, al menos hasta el 2015-2016. Las únicas alternativas para combatir estos malos vientos son profundizar el proceso de reformas estructurales para incrementar la productividad de la economía española y con ello, la demanda de consumo e inversión interna de aquellas familias y empresas menos afectadas por la deuda e incrementar nuestras exportaciones.

Este proceso de reformas estructurales es el que nos permitirá efectuar la consolidación fiscal con más tranquilidad. Mientras que es cierto que España tiene que limpiar sus cuentas públicas, tampoco debemos hacerlo con una excesiva prisa, como parecen querer nuestros socios europeos, pues esto agravaría la recesión innecesariamente y podría hacer peligrar el necesario consenso de la sociedad. La política fiscal es y debe ser empleada como un instrumento clave en la estabilización macroeconómica de la economía española. A la vez debemos ser conscientes que, una vez que nos hemos endeudado, los grados de flexibilidad de la misma son muy pequeños. Una política exitosa deberá saber navegar entre la Escila de una consolidación demasiado rápida, que nos hunda en una espiral de recesión y deterioro presupuestario adicional, y la Caribdis de un continuo retraso en el proceso de ajuste.

Finalmente, una reflexión. Aunque desde 2009 hasta hoy se ha hecho mucho (incluida una reforma constitucional), España sigue encarando problemas económicos graves. Las dos recientes subastas de liquidez del BCE nos han otorgado unos meses de tranquilidad en los mercados de deuda para completar, de una vez por todas, los deberes que debimos hacer hace mucho tiempo. El estar en medio de esta segunda recesión es el mejor argumento para perseverar en nuestros esfuerzos.

3
S

Texto muy interesante, aunque como siempre dan por hecho pérdidas de derechos pero bueno.

Tr1p4s

#1 Es que Jesús Fernández-Villaverde es muy bueno (aunque no esté de acuerdo con el en todo), de Fedea es de los que mas me gusta, aunque hay que decir que de otros no opino lo mismo.

Mas que una doble recesión yo diría que es un alargamiento de esta los bancos centrales siguen sin parar de rebajar el tipo de interés para ralentizar todavía mas la salida de la crisis, eso añadido a que no paran de gastar y gastar (aunque parece que ya después de 10 años de gasto incontrolado les va a tocar parar de gastarse el dinero de los demás), aunque bueno luego hay muchos otros factores que impiden la reestructuración de nuestro mercado laboral, productivo...

Por cierto y con este tema añado una explicación del profesor Rallo sobre un tema relacionado:

¿Qué es el efecto expulsión?

1 respuesta
B

#3 Un pais nunca va a dejar de endeudarse debido a la desregulación que estamos sufriendo. Si todo estuviese mejor y los gastos-ingresos mas equilibrados (y por ende controlados) estariamos mejor.

Y si están haciendo todo esto, no lo dudeis, es para mantener el capitalismo y su salud. A ningun gobierno le interesa ver un banco caer, sobretodo por tema economico, y no social.

3 respuestas
Tr1p4s

#4 Lo que dices no tiene lógica alguna.

El sector privado no ha parado de rebajar sus gastos, reajustarse y ahorrar en tiempos de crisis, el que no para de hacer lo contrario es el estado.

Que hables de desregulación en España de lo que sea, me da igual, es simplemente de chiste.

Y si están haciendo todo esto, no lo dudeis, es para mantener el capitalismo y su salud.

Porque en España hay tanto capitalismo... xd

A ningun gobierno le interesa ver un banco caer, sobretodo por tema economico, y no social.

Y te crees que el sistema financiero actual es capitalismo xd.

1 respuesta
rackinck

#4 ¿Desregulación? ¿Desregulación dónde?

No te equivoques, a ningún gobierno le interesa ver a un banco caer por tema POLÍTICO, no económico, ya que económicamente esa postura genera riesgo moral, que al final es peor para todos (que básicamente es lo que ha sucedido con el tema aquel de la basura hipotecaria en EEUU, bancos de inversión y figuras de inversión de alto riesgo que no tenían una responsabilidad pareja al riesgo que suponían -entre otras razones porque se les transmitió la misma seguridad a los fondos ahí invertidos que al resto con el tema del Lender of last resort y tal-, excediendo así sus capacidades REALES de atender a tal riesgo sabiendo que no son responsables, vamos, riesgo moral de libro).

1 1 respuesta
B

Lo que no entiendo es a qué cojones esperan los políticos para hacer lo que deben...

Nah, toda la razón, vamos a hacer lo que diga un señor en su blog y así seguro que salvamos España. Por favor, qué idea van a tener los asesores del gobierno de economía... si es que se están riendo de nosotros con lo fácil que es ponernos en el top3 mundial leyendo un par de blogs por allí y otro par por allá.

B

Yo lo que no entiendo por que solo se estan controlando los gastos, ya que si controlas los gastos hasta el punto de ahogar la economia, no consigues mejorar los ingresos.

Un ejemplo claro es el corte que han pegado al I+D, no me puedo creer que todavia seamos tan ciegos en este sentido, todas las grandes potencias que han sido tales, lo han hecho a traves de I+D, no se puede uno agarrar ciegamente a un modelo caduco como la construccion, o el turismo...

La mayor riqueza de un pais esta en el mismo sitio que en las grandes empresas, en la gente, y ese valor España lo esta desaprovechando por completo, todos nuestros grandes profesionales terminan produciendo en otros paises, y aqui se quedan los camareros, albañiles y funcionarios..., no tenemos mas, y eso no produce lo mismo que la industria, ni es estable, y para colmo es un mercado INTERNO, osea, no exportamos, con lo que por mas que queramos no podemos competir con nadie.

B

#5 La cuestión es que según tu ni regulan nada ni vivimos en el capitalismo...

Un consejo, sal de los mundos de yupi y empieza a ver que el capital y los intereses capitales son los que dominan el mundo, y por ende vivimos en el CAPITALISMO. Ya cansas con la misma premisa de "no vivimos en un capitalismo" para poder meter mierda al "estado regulador".

#6 ¿Desregulación donde? Pues puedo linkearte mas de 30 noticias desde el año 2000 hasta el 2010 de entidades bancarias, sectores que deben un pastizal al estado y no pagan, y el estado en vez de regular, deja que pase y no impone multas a los culpables.

Eso si, luego sale un gobierno de derechas y misteriosamente todo el mundo paga sus deudas religiosamente. Por otro lado, cada año la Iglesia saca 250 millones de euros del estado. Si vivimos en un estado laico/aconfesional y todo estuviese correctamente regulado, la Iglesia, por constitución, no deberia tener ayudas.

Pero venga que si. Como mi madre decia, excusas son como el culo, todo el mundo tiene uno. Yo no traigo excusas traigo realidades demostrables.

Una buena intervención acabaria rapidamente con esta situación de desajuste.
Una mala intervención es la excusa perfecta para echar mierda sobre esta, aunque sea demagogicamente. Los interventores estatales son los que se mueven por intereses y no la intervención en si, cuyo interes principal deberia ser ajustar equitativamente la riqueza.

Que facilmente manipulables sois algunos, ni aunque os pongan la realidad diaria en la puta cara os la creeriais. Y esto no va para nadie en particular, solo para aquellos que se den por aludidos.

2 respuestas
XaPu69

#4 Más equilibrado que con la nueva reforma constitucional no va a estar en la vida.

Tr1p4s

#9 ¿Qué ni regulan nada? Dirás al contrario y capitalismo hay pero falseado o capitalismo de estado, y el en sector financiero y monetario es justo lo contrario al capitalismo.

Un consejo, sal de los mundos de yupi y empieza a ver que el capital y los intereses capitales son los que dominan el mundo, y por ende vivimos en el CAPITALISMO. Ya cansas con la misma premisa de "no vivimos en un capitalismo" para poder meter mierda al "estado regulador".

esto es para enmarcarlo xddddddddddddd

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M0E

El capitalismo va a llegaar..

Lástima, con lo bueno que es el artículo de #1

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rackinck

#9 Pero es que a mí las noticias me dan relativamente igual, quiero artículos científicos, no chorradas periodísticas.

Of course debe haber intervención, cae de cajón. Pero más vale que haya poca y BUENA, que mucha y MALA, que es lo que ha pasado. Regulación probablemente haya de sobra, pero es pésima. ¿Por qué el Estado ha pasado de cobrar? ¿Qué pasa, que no les llega tener el monopolio de la fuerza? ¿Son tontos y no lo saben hacer? ¿Las empresas malévolas les roban el bocata en el recreo? No, hay motivos POLÍTICOS, que no económicos, detrás. Y aún habrá quien le eche la culpa al capitalismo. Pues no, perdona, la culpa no es del capitalismo, es del politiqueo, del amiguismo, del tú me haces un favor hoy y yo te pongo de consejero mañana. Y si se permite eso es por MALA regulación, que no por POCA regulación.

Esto es una desviación del tema, o nos ceñimos al texto arriba expuesto y lo que tiene que ver con él, o no se hable más. Porque ya cansa el andar siempre con las mismas historias. Los hechos son los hechos, y ahí están para verlos.

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holeshow

Muy bueno. Más de uno debería echarle un ojo al punto de la demanda agregada y lo que pasa cuando se ignora la acción humana.

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