Amigos mediavidensis,
una vez más me hallo con ustedes. Les traigo bajo mi humilde brazo un nuevo juego, una forma diferente de hablarnos, pues sucede que son muchas las veces en las que discutiendo y aun arreglando el mundo disfruto de ciertas charlas, caminos insondables, con mentes preclaras quienes, de usted, marcamos nuestra peculiar comunicación haciendo uso, esgrimiendo y aun en lid, doblando la forma del lenguaje, para al ribetearlo llegar a decir lo que decir queremos. Por ello:
Propongo que demos suelta a la rienda de nuestras lenguas y hablas y llegar a someter aquella gramática del dosmil diez, para que quizás alguna más antigua represente nuestras verbas en locuaz uso, desuso, maluso y solaz en la comunicación amada con los compañeros foreros.
Adelante, adelante, no se amilanen, llegará el momento del disfrute y lo épico. Que aquí no nos llamarán pedantes sino púgiles del idioma con lenguas y manos conformando la espada ropera. Amén.
PD: No hay una norma en el cómo, no nos ciñe una forma concreta, nos encontramos con nuestra imaginación e intelecto como constructores últimos al igual que la conocida loba, Luperca.