DINERO.
Me quedo mirando
Rostros de demonios
Canículas de agua, madera hinchada
Vienen con facturas
Yo no las comprendo.
Entelequia.
Pagador, alienado, pagador, sabotaje.
Miro otra vez, las esquinas de mi casa
El rey David, Salomón
No se representa. Absolución.
Aprieto gas mojado, alas de diablos baten nuevas humaredas.
Silban camisetas, silban odio incierto, silban para adentro.
No hay quien los libere de la comisión.
Vuelvo a torcer la mirada, gravitada, con su volumetría bien postulada.
Que no hay manera, digole.
Toca pagar.
El tiempo trasunto del hambre hace del colorario segmento empapado
Llueve sobre mojado en las antípodas de la
Razón.
Y que ilusión, volver al cuero curtido con todo el mar aprendido
Olas de lagrimón.
Espera, zumban los espiritus, como sacudidos de espelta
Vibrantes sin ambición
Entre la materia y las promesas.
¿coño?
Pero hay que pagar.
Y sale el hombre por la banda y silban zumban los diablos
La misa de las facturas,
Mi religión.