Qué os parece. Tengo este sistema de Rol como el sistema definitivo. Digamos que ponemos que todas las tiradas se hacen con un dado de 100 caras. Y entre todos, vamos poniendo la dificultad que se merece el PJ. Estilo: Yo creo que necesitas sacar más de 25 para tener éxito. Yo creo que más de 35. Y así entre todos se llega al consenso, y luego a la tirada. Lo veo super bien vaya, y super realista. O que solo aporten al éxito de la tirada los que estén presentes, y si está solo el pj pues el pj y el gamemaster acuerdan la tirada. Cómo lo veis.
En el momento en el que partes de la base de que una tirada no es algo subjetivo, si no algo objetivo, pierde el sentido ese sistema.
Por ejemplo, no caerte al quedarte colgado de una cornisa de una mano siempre va a ser una tirada de XX en ese dado de 100 caras, por mucho que opinen los demás players que debería ser otra dificultad. Para modificar la dificultad de la tirada (Porque el personaje es alguien muy fuerte y/o ágil, porque se puede agarrar bien a la cornisa por la razón que sea o quién sabe qué) existen los bonificadores y los penalizadores que facilitan modificar esas tiradas.
En mi opinión eso solo va a llevar a charlas infinitas sobre si saltar de un foso trampa es más o menos fácil que aquella vez que tuve que bajar a ciegas por una escalera mientras me perseguía un Balrog en Moria...
En estos casos pasa como con los culos... todos tenemos uno y pensamos que el de los demás apesta!
Puede parecer que se alarga mucho la tirada pero luego en la práctica se llega al consenso bastante rápido... y al final la realidad es una construcción social... el ser lo hacemos todos... hombre, para ciertas tiradas puede que no haga falta llegar a consenso. O que se sigan ciertas reglas, sobre todo si no hay nadie mirando... pero en otro caso, que estén todos participando, yo veo super bien que entre todos se llegue a un consenso de cual va a ser la tirada, ya que en la realidad, las tiradas se deciden por múltiples factores... no solo los "objetivos". Objetivo es uno mismo y los demás pero nos movemos en un mar de subjetividades... donde uno es lo objetivo y los demás no.. o bueno... cada uno a su manera vaya. No se me parecía buena idea jeje, hasta otra!
PD: Luego se me ha ocurrido un dado especial que dijera "puedes hacerlo", "no puedes, fallas estrepitosamente". O cosas así, en vez de con números jajajjaa, pero bueno, supongo que con números se llega a lo mismo y es más sencillo. Saludos!
A mi este tema me parecía un Bait (por lo mala que me parece la idea). Pero viendo que has vuelto te voy a dar mi opinión.
Lo primero que falla en el sistema es que no todos somos iguales, por ejemplo si algo persigue a tus jugadores y tienen que correr, no puedes pedir a todos que saquen 25 o más para escaparse. Porque al igual que si echaras una carrera cada uno va a ir a su velocidad. Para uno será más fácil para otro más complicado. Lo mismo para cualquier otra tarea; sacar información, conducir un vehículo. La dificultad de una acción la marcan tanto las condiciones externas, como la capacidad de tu personaje.
Un buen juego de rol debería poder diferenciar la diversidad de los jugadores, pero a la vez ser justo. Poder representar que un patán tiene complicaciones para hacer algo fácil. Y como alguien con experiencia falla por una pifia.
A mi me gusta más la democracia de sistemas como Fate o hitos, que con puntos de drama los jugadores pueden añadir elementos a la narración. O directamente crear la partida y la ambientación entre todos como en Fate.
Lo que propones de dificultades consensuadas, independientemente de si es más democrático o no, o mejor sistema o no; tiene un problema básico: no es fluido. El rol va de contar una historia y vivir una aventura, si cada dos por tres tenéis que estar parando la historia en los momentos más climáticos para consensuar dificultades y os podéis a peleados sobre números, estáis matando el rol.
Como bien comenta Rigal01, una partida de rol ha de ser fluida y que no se base en tirar dados o en hallar la dificultad de las tiradas. Tienen que ser algo extra al juego y no ser el juego en si.
9 días después