Presentamos el Journal of Justice

notiK

Hola, mi nombre es Shawn Carnes (alias Babaganoosh) y soy el Lead Creative Designer en Riot Games. La Primera Temporada aporta nuevos cambios y mejoras a League of Legends, y el desarrollo del universo de LoL no es una excepción. Nuestro objetivo de cara a la Primera Temporada es el de cuidar el universo LoL al igual que lo hacemos con los campeones. Nuestro primer paso es el de comprometernos a desarrollar múltiples historias que expanden los conocimientos sobre el universo de LoL cada dos semanas.

Es una idea bastante ambiciosa – no hay muchos juegos dispuestos a comprometerse con una actividad intelectual tan intensa, especialmente en ciclos tan breves. Incluiremos un nuevo periódico integrado en el juego llamado “The Journal of Justice” (JoJ). El JoJ estará disponible a través del PvP.net en el cual hemos añadido una nueva pestaña llamada Historia. Si deseáis conocer las últimas novedades sobre Runaterra, este es el lugar adecuado y a tan sólo un clic de distancia.

El “Journal of Justice” es la voz de la Liga, editado en el Instituto de la Guerra para vosotros. Crearemos contenidos especiales para el JoJ que destacan lo que consideramos interesante tanto para los invocadores del mundo mágico de Runaterra como para los seguidores del juego. Nuestra primera entrega incluirá cuatro artículos y una carta muy especial de nuestro editor jefe. Una nueva entrega estará disponible en dos semanas, aunque tendremos una semana extra de retraso entre la primera y segunda entrega

El Journal of Justice es solo el principio de nuestros planes. El próximo paso es el de involucrar a nuestra comunidad en el desarrollo del mundo. Con la Primera Temporada establecida, nuestro objetivo es el de introducir la funcionalidad “Me gusta” en los artículos del JoJ. Si os gusta el artículo, simplemente haced clic sobre el botón “Me gusta”. Esto nos proporcionará información sobre las historias que os fascinan más y sobre las cuales debemos trabajar. Os puedo asegurar que este no será la única manera que tendremos para obtener vuestras opiniones.

Además del Journal of Justice también tenemos otras cosas preparadas para la Primera Temporada. Casi todos los campeones recibirán actualizaciones en sus biografías las cuales podréis consultar en breve. Cuando tengamos bajo control todos los cambios de la Primera Temporada nos pondremos con una actualización de las tradiciones e historia disponibles en la página web. Desarrollaremos una nueva sección en los foros dedicada en exclusiva a la historia y tradiciones. Y muchas más cosas que están de camino, pero no os voy a arruinar la sorpresa.

Lo dicho, estoy muy contento de compartir con vosotros uno de los artículos que estarán presentes en la primera entrega del Journal of Justice. Me muero de ganas por ver la evolución del periódico; no hay nada como el apoyo que nos ofrecéis y todo lo que estamos haciendo sólo tiene sentido si os involucra en la historia.

Espero con entusiasmo encontrarme con vosotros en los campos de la Justicia.

Piratas asaltan un navío Damacio

DSS Excursion atacado en el Mar del Conquistador por piratas desconocidos

BOB NASHAHAGO
INFORMANDO DESDE DEMACIA

El DSS Excursion –navío mercante perteneciente a la marina Damaciana – se ha dado por perdido en el mar aparentemente víctima de un asalto pirata. Toda la tripulación a bordo se encuentra en paradero desconocido y no se ha solicitado ningún tipo de rescate al gobierno Damaciano.

El Excursion zarpó de Freljord rumbo a Demacia con un cargamento de objetos no especificados, según comenta un responsable de la marina Damaciana, cuando se perdió el contacto audiopático con la balandra. Tras 24 horas sin contacto, una escuadra de rescate fue enviada a la última posición conocida en busca del Excursion.

La investigación Damaciana a cargo del suceso –liderada por el Capitán Damaciano de la Guardia y Campeón de la Liga, Garen – informó sobre el hallazgo de restos del cargamento perteneciente al Excursion arrojados al Mar del Conquistador aproximadamente a unas 5 leguas de la última posición conocida del navío. Otros restos analizados del cargamento revelan que el Excursion fue atacado y abordado mientras este se encontraba de camino a Demacia.

Investigaciones posteriores aún no han revelado la autoría de los atacantes, aunque se deduce que el ataque fue efectuado por la noche mientras la tripulación del Excursion permanecía en los camarotes. La investigación informa en base a las evidencias recogidas que en el ataque se empleó mágica por encima del nivel dictado por la Liga y el uso de necromancia.

Como resultado, la Liga ha enviado un equipo de investigadores liderado por la Campeona de la Liga Kayle, la justiciera. "Extenderemos nuestra labor por toda Damacia para continuar la investigación", declaraba Kayle. "La piratería en cualquiera de sus manifestaciones, afecta a todas las ciudades-estado; sólo trabajando juntos, por medio de los beneficios de la Liga, podemos erradicar este tipo de caos". Según sabemos, la necromancia como estúdio mágico sólo está permitida en dos ciudades-estado de Valoran: Noxus y Zaun. Mientras que la Liga no prohíba el uso de la necromancia en todo el continente, se puede intuir que dicha fuente de energía mágica es potencialmente peligrosa incluso en pequeñas proporciones. Se recomiendo extremar las precauciones al manipular dicha magia. La Liga no autoriza el estudio y el uso de la necromancia y la fabricación de artefactos necrománticos no está permitida dentro de los Arcanum Majoris.

Representantes de Noxus y Zaun han denunciado el ataque por medio de su portavoz Noxiano en la Liga, Katarina, y han expresado sus incertidumbres sobre la política Demaciana de comercio definiéndola de "agresiva".
"Las continuas tácticas represivas (de comercio) Demacianas están cosechando el fruto podrido de las semillas que llevan sembrando desde hace muchos años."

Garen al preguntarle sobre la respuesta Noxiana, "No me sorprende, ni tampoco a los que hayan contemplado las atrocidades mágicas cometidas por esas fuerzas granujas del Noxus, que la necromancia haya estado involucrada en ese ataque. Demacia no descansará hasta descubrir la verdad detrás de este incidente. Los autores compadecerán ante la justicia"

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AimZ

:O nose si esto le molara mucho a la gente, pero suerte con ello

mart1

Me parece una pamplinada pero bueno...

cphR

no esta mal para quien le guste el trasfondo xD

0nLy

RPV: un periódico para el LoL.

7
Shotti

Jajajaja, mola, a ver si al menos se lo curran y no acaba siendo una gilipollez xD.

JackDaniels

¿Que lore tenía Warcraft cuando empezó?
Esta claro que si el juego sube en popularidad y trasciende, ¿quien sabe que ventajas puede tener el irle generando un transfondo?.
De repente te puedes encontar con millones de usuarios, y puede ser rentable el sacar una novela. Y a fin de cuentas el tener cierto trasfondo es una inversión, siempre puede añadir un toque de interes.
De hecho sería cojonudo que cuando se llegase a un determinado número de heroes (alto) se "divieran en dos bandos" y hubiera que elegir con cual jugar antes de cada partida, limitando el número de heroes disponibles. Y que el resultado de las partidas tuviese algún efecto sobre el lore (no dejaría de ser una curiosidad claro esta)

1
17 días después
notiK

Saludos! Soy Shawn “Babagahnoosh” Carnes, Lead Creative Designer en Riot Games. Estamos orgullosos de presentar una nueva edición de nuestras introducciones de los campeones de la liga conocida como “Champion Judgements”. Gracias a vuestro feedback y sugerencias, hemos decidido cambiar el título de la sección de Evaluación a Judgements. El enunciado anterior era un poco desconcertante dado que muchos usuarios acudieron a la historia en busca de información referente a la jugabilidad. Creemos que el nuevo título atraerá tanto a los entusiastas de las tradiciones como a los del juego. Muchas gracias por ayudarnos y apoyarnos con el progreso de la Primera Temporada.

En esta ocasión, echaremos un ojo al Judgement de Vladimir, el segador carmesí. Espero que disfrutéis con él.


JUDGEMENT DE CAMPEÓN

Candidato: Vladimir
Fecha: 27 de julio, 20 CLE

OBSERVACIÓN

Vladimir se mueve con paso decidido, seguido por la impresionante estela que forman su túnica y su largo cabello mientras, con grandes zancadas, se encamina velozmente hacia su objetivo. El eco de los calcañales de sus lustrosas botas repica contra las paredes de mármol de la Academia de la Guerra, un clamor extraño en el, por lo demás, opresivo silencio. Sus ojos divisan su destino frente a él, una gran puerta de piedra.

El comportamiento regio de nuestro invitado es una estratagema, una trampa para quienes son lo bastante necios como para no mirar más allá de las apariencias. El cabello perfectamente peinado, el atuendo extravagante, las uñas recortadas con manicura... estos indicios de nobleza son todos falsos. Quien es realmente perceptivo no se dejará engañar por esta mascarada. Ni sus rasgos crueles y angulosos ni las joyas de aspecto siniestro, pero a la vez principesco, dejan lugar a dudas: se trata de un depredador.

Vladimir se detiene un instante al llegar y paladea el momento. Admira la belleza de la artesanía con ojos volubles y codiciosos. En el relieve del arco de mármol montan guardia un par de panteras, la esbeltez de cuyas formas testimonia con claridad la destreza del artista. Una inscripción sobre ellas anuncia su destino: “El verdadero enemigo aguarda dentro”. Alarga el brazo para acariciar la piedra pulida. Las puertas se separan bajo su contacto y se abren en silencio. Tras ellas aguarda la negrura. Vladimir se pasa la lengua por los finos labios y entra como una flecha.

REFLEXIÓN

Vladimir aguardaba, erguido en la oscuridad de la Cámara de los reflejos. Durante un instante no hubo más que silencio y los latidos expectantes de su corazón. Entonces sonó un susurro.

–Vladimir, hijo mío –dijo una voz desde la oscuridad. La reconoció al instante y al hacerlo se le pusieron todos los pelos de punta. De las tinieblas salió caminando otra figura, de estatura similar a la suya pero ataviada con la sencilla túnica de un monje. Solo la enfermiza palidez de su piel rivalizaba con la blancura de su cabello ceniciento. Sus ojos eran por entero de color carmesí.

–¿Dimitri? –preguntó Vladimir, incrédulo–. Pero, maestro, estás muerto. Yo te maté.

La figura echó la cabeza hacia atrás y aulló a carcajada viva.
–Yo no puedo morir, Vladimir. Formo parte de ti. –Y como en respuesta a estas palabras, el cuerpo del monje se disolvió transformado en una fina neblina roja. El metálico olor de la sangre invadió el aire. Vladimir cerró los ojos e inhaló profundamente. El cálido vapor lo bañó con su acogedor abrazo.

El sonido de una respiración brusca y trabajosa lo sacó de sus ensoñaciones. Sus ojos se abrieron de repente y vieron ante sí un claro en un sereno bosque. Su corazón cabalgaba como un caballo desbocado. A sus pies yacían dos figuras entrelazadas, la una inmóvil, la otra aún respirando, pero ambas empapadas en sangre. Vladimir se miró a sí mismo, lleno de asombro. Era un muchacho de no más de quince años. Su mano derecha atenazaba un cuchillo de caza con fuerza mortal. Tanta, de hecho, que la empuñadura lo había cortado. Sus finos ropajes estaban manchados de escarlata por todas partes. Conocía aquel momento. Eran sus compañeros de juegos. Los primeros.

La figura mutilada se le acercó reptando. Lo miraba con una mezcla de tristeza y perplejidad. La expresión se transformó en odio. Una mano salió despedida como un dardo hacia delante y lo agarró por la bota. Vladimir retrocedió, se zafó de ella y se apartó unos pasos del muchacho agonizante. El chico abrió la boca como si se dispusiera a gritar, pero ninguna palabra salió de allí. En su lugar, un chorro de sangre roció la arena del suelo. Extendió un dedo acusador hacia su asesino. Vladimir soltó el cuchillo y la oscuridad se apoderó de él.

Un momento después se encontraba junto a un camino de montaña, a la sombra de una gran estructura. Frente a él, clavado en una estaca, yacía un cadáver blanqueado. Debajo, un estanque de sangre, tallado en la roca con herramientas primitivas. Levantó la mirada y se cubrió el curtido rostro con una mano. El camino que se abría ante él contenía cerca de una docena de figuras similares más, colocadas a intervalos regulares. Volvió a sentir la ya familiar agitación de su pulso. La emoción ahogó cualquier temor que pudiera sentir y lo hizo ascender.

Mientras vagaba por los salones de aquella ancestral estructura, guiado por un rastro de cadáveres, Vladimir notó que su emoción iba creciendo. Finalmente llegó a una gran sala. A su alrededor colgaban varios cadáveres, cuya sangre se vertía poco a poco sobre unas piletas que había debajo. Frente a la espeluznante escena se encontraba de pie un monje cubierto por una túnica, con el cabello blanco pulcramente peinado hacia atrás. Sus ojos de color rojo sangre brillaban de manera amenazante en su rostro pálido e impasible mientras llamaba con un gesto al fascinado viajero.

Vladimir se acercó sin pestañear, hipnotizado por el espectáculo, con los ojos clavados en el hombre que tenía delante. El monje le devolvió la mirada con curiosidad.

–¿Es que no tienes miedo, muchacho? –preguntó con interés. Vladimir sacudió la cabeza sin pronunciar palabra y sin apartar los ojos un solo instante.

–Ya veo lo que eres –continuó el monje–. Un presagio, hijo mío. Un Segador carmesí, que viene a recoger la cosecha. –Esbozó una sonrisa siniestra, a la que siguió un repique de carcajadas–. ¿Cómo te llamas, pequeño?

–Vladimir –balbució el confundido joven.

–Ahora estás a mi cargo, Vladimir –repuso el viejo con una sonrisa–. No me decepciones.

Vladimir miró profundamente a los ojos de su mentor. La imagen hizo que se le helara la sangre en las venas. Había matado a aquel hombre. Se había apoderado de su sangre. Y el propio Dimitri se lo había pedido. Había amenazado con matarlo si no lo hacía. A su alrededor, volvió a hacerse la oscuridad, y se quedó solo con el fantasma de su maestro. El monje cruzó los brazos sobre el pecho.
–¿Por qué quieres unirte a la Liga, Vladimir? –preguntó con tono expectante.

–Para honrar mi noble casa y perfeccionar mis habilidades –respondió Vladimir al instante.

Una sonrisa divertida afloró a las facciones de la aparición.
–¿Por qué quieres unirte a la Liga, Vladimir? –repitió.

–Para luchar por la gloria de Noxus, mi patria –respondió Vladimir, vacilante.

La expresión alegre de Dimitri se desvaneció. Parecía decepcionado.
–¿Por qué quieres unirte a la Liga, Vladimir? –dijo de nuevo.

El rostro de Vladimir se ensombreció.
–Necesito matar –respondió, más lentamente esta vez.

El viejo monje asintió.
–¿Qué te parece exponer tu mente desnuda? –preguntó

Vladimir enseñó los dientes.
–Liberador, la verdad –fue su contestación. Y como a modo de respuesta, la puerta que había dejado atrás se abrió de par en par y

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Mall0rk1NNN

vaya ganas y tiempo libre tiene que tener el tio que hace esto xDDD aunque bueno, le pagan por hacerlo u.u

Mall0rk1NNN

lol, mierda doble post

Sphere

#8 Pero la historia está incompleta, coño!

Y.... entonces por la puerta entro Chuck Norris y le dijo

Chuck: Como no te calles te arrancare la tapa de los sesos, te sacare el cerebro, me cagare dentro, y luego volvere a cerrar, que te juro que ni tu madre va notar la diferencia.

Desde ese ese dia la sangre de Vladimir se torno de un color mierdero, cada vez que usa la "W" es porque cree que Chuck esta cerca.

(Sacado de un usuario del foro de Lol, en el hilo oficial del Journal)

notiK

#11 Ami no me digas, yo hize C&P XD

notiK

¡Invocadores!

Si estáis interesados en conocer los rumores y noticias que han circulado a lo largo y ancho de Valorán durante las dos últimas semanas, no os perdáis la nueva entrega del Journal of Justice. Desde las torres de Demacia hasta las profundas mazmorras del Noxus, los periodistas más intrépidos de todo el continente han trabajado muy duro para cubrir los sucesos de última hora. Esta nueva edición del Journal of Justice contiene todo lo que necesitáis para estar a la última de lo que sucede en el mundo de Runaterra.

La nueva edición del JoJ ya está disponible en el PvP.net.

Saludos

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zErOx

Ey, que esto mola. Le da cierta profundidad al juego.

Merkury

A mi la verdad todo que tenga que ver con desarrollar un lore, me parece positivo y enriquecedor, al que no le guste con no leerlo sobra.

Pero para los que nos gusta, es de agradecer, que ya no sea solo un juego de tortas en 3vs3 o 5vs5

notiK

Juicio de la Liga - Galio

Candidato: Galio
Fecha: 10 de agosto, 20 CLE

OBSERVACIÓN

Galio tiene un semblante como si estuviese absorto. Este gesto podría hacernos pensar que la gran bestia se ha quedado muda. Sus gestos faciales, en especial la exagerada prominencia de su enorme mandíbula confieren a la gigantesca gárgola el aspecto de un simplón. Este aspecto resulta engañoso de forma intencionada, mágicamente forjado para hacer que el rival se confíe y piense que su mente es torpe, aunque lo que él hace realmente es estudiar con atención lo que tiene frente a sí. Todo lo que importa es la doble puerta, y el signo que se encuentra sobre ella.

“El verdadero enemigo aguarda dentro”.

Galio asiente con complicidad, pero después no se mueve. Su figura es literalmente escultural.

Tras una larga pausa, vuelve a la vida y avanza pesadamente hacia la puerta. Unas alas grandes y poderosas se despliegan y baten con suavidad contra la quietud del aire, impulsando a la gárgola con un silbido no tan suave. Se mueve con la elegancia se un ser hecho de piedra y metal.

Las puertas se abren y revelan la intensa oscuridad de su interior. Las panteras grabadas de obsidiana que flanquean la entrada señalan a Galio el camino. Muestra su agradecimiento a sus hermanas pétreas.

REFLEXIÓN

Galio supo dónde estaba con una iluminación repentina. Era del todo imposible que llegara a olvidar este lugar. El claro estaba rodeado por un espeso bosquecillo de árboles frutales. En medio del claro estaban los huesos de Durand, descoloridos tras estar innumerables días a la intemperie. Podía oler los melocotones y las cerezas madurando en las ramas.

Galio aborrecía este olor, el hedor de fruta dulce desarrollándose, madurando y pudriéndose en un ciclo interminable le recordaban su fracaso por salvar a Durand, su creador. No había sido capaz de proteger a su maestro de los asesinos noxianos que le habían tendido una emboscada, y este fue el lugar donde después guardó una vigilia de penitencia durante años.

Ojalá me hubiesen matado a mí. Lo pensaba ahora del mismo modo que entonces, pero esta vez sabía que algo había cambiado. Un pensamiento farsante e inoportuno mientras el suyo propio avanzaba hacia su conciencia.

No, no es verdad.

Galio se incorporó, intentando librar su cabeza de esta idea intrusa. Sabía que era imposible que estuviese verdaderamente allí, pero todo parecía real. El aroma dulzón de la fruta aumentaba su ansiedad. ¿Era este en verdad el juicio?

“Lo es, Galio de Demacia”. La voz de Yordle, chillona pero potente, pertenecía a una mujer.

Una cara familiar se sentaba en un tocón cercano. Reconoció a la mujer Yordle, aunque no llevaba puesto lo mismo que él recordaba, cuando se encontraron por primera vez en este mismo lugar. Llevaba la armadura de un guerrero demaciano. Ahora sabía que la Yordle era Poppy, aunque cuando la vio por primera vez no conocía su nombre. En aquel entonces nunca habló con ella; de hecho, ni siquiera le hizo saber que era consciente de su presencia. Poppy había visto a Galio en el claro, pero actuó en todo momento como si pensase que se trataba de una simple estatua inanimada.

“Eres Poppy”. Galio habló escogiendo cuidadosamente sus palabras. “Te conozco. Te conocí antes de que te unieras a la Liga. Te vi. Aquí”.

La chica Yordle sonrió, aunque sacudió ligeramente la cabeza. “Aquí... Sí, aquí conociste a Poppy, pero he aquí que… yo no soy Poppy”. La chica Yordle se acercó a Galio, extendiendo la mano. “Sabes que esto es real”. La chica volvió a sonreír. “No pasa nada si quieres seguir llamándome Poppy”.

Galio había estado observando este lugar durante años, pero por primera vez se permitió examinar el entorno sin escudriñar en busca de puntos de emboscada o áreas débiles de defensa. De repente, una ligera brisa se llevó el aroma de los árboles. Podía oír el leve susurro de las hojas. Se fijó en cómo las flores se giraban con cada golpe de viento.

Galio extendió su zarpa, similar a una garra, y cogió con ella la mano diminuta de la chica Yordle. Pudo sentir el calor de su carne sobre su piel esculpida. “Gracias, Poppy”.

Ella asintió. “¿Por qué quieres unirte a la Liga, Galio?”.

El olor acre de la fruta volvió al claro como una bocanada, poniendo a Galio un poco nervioso. “Debo luchar por Demacia. Era el hogar de mi creador”.

Poppy apretó la otra mano de la gárgola. Se quedó allí frente a Galio, dirigiéndole una mirada amable pero seria. “¿Por qué quieres unirte a la Liga, Galio?”.

Galió meditó la pregunta de Poppy; sabía que esta no era la verdadera Poppy, pero podía suponer que se estaba usando su imagen por alguna razón. Recordó que era la visión de la decidida Yordle la que lo había apartado de su exilio. Sabía que ella misma arrastraba una pesada carga. Era el mismo tipo de carga que él también luchaba por sobrellevar: la carga del fracaso. Más adelante, Galio se había enterado de que Poppy perdió a su padre en una emboscada perpetrada también por asesinos noxianos.

Compartían un suceso tremendamente horrible, pero abordaban este hecho de formas muy diferentes. Poppy se volvió aún más decidida en su afán por completar su misión: entregar a un general demaciano una corona hecha por su padre. Galio sin embargo… eligió otro camino. Ahora se daba cuenta de que su elección, y únicamente suya, no era velar los restos de su creador, sino velar su propio orgullo.

Durante un instante apartó su mirada de Poppy, avergonzado. Ahora conocía la respuesta. “Quiero unirme a ella porque esa es mi elección. Es mi propia voluntad libre. Quiero luchar por el hogar de mi creador... que también es el mío”.

“¿Es agradable desnudar la mente?”

El olor acre se había vuelto a disipar. Galio bajó su mirada hacia Poppy, sonriendo y mostrando sus colmillos con una ligera mueca. “Me resulta… familiar. Compartí mi mente con mi creador. Ahora comparto mi mente contigo. Compartiré mi mente con todos los invocadores”.

Galio se sintió inundado por otra ráfaga de luz. Permaneció de pie frente a una nueva doble puerta. Esta vez no hubo ninguna pausa: Galio abrió las puertas y se adentró en la Liga de Leyendas.

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notiK

¡Invocadores!

Si estáis interesados en conocer los rumores y noticias que han circulado a lo largo y ancho de Valorán durante las dos últimas semanas, no os perdáis la nueva entrega del Journal of Justice. Desde las torres de Demacia hasta las profundas mazmorras del Noxus, los periodistas más intrépidos de todo el continente han trabajado muy duro para cubrir los sucesos de última hora. Esta nueva edición del Journal of Justice contiene todo lo que necesitáis para estar a la última de lo que sucede en el mundo de Runaterra.

La nueva edición del JoJ ya está disponible en el PvP.net

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8 días después
notiK

Juicio de la Liga - Urgot

Candidato: Galio
Fecha: 10 de agosto, 20 CLE

OBSERVACIÓN

Urgot se arrastra por el gran vestíbulo de la Academia de la Guerra, con las piernas a modo de patas de araña transportando su cuerpo hinchado y bulboso hacia el objetivo final. Los rasguños del metal contra el mármol y el pesado chisporroteo de energía marcan su paso mientras se mueve con una engañosa agilidad. Su semblante horrendo y carente de toda emoción contradice la convicción de su mirada.

De su brazo derecho cuelga un filo de aspecto cruel, que empieza donde debería haber estado la mano. Su brazo izquierdo termina en un cañón, un sustituto igualmente burdo de la extremidad. Se detiene con un chirrido ante un par de puertas cubiertas de ornamentos de mármol. Levanta una de sus piernas de metal segmentadas y la extiende hacia delante para empujar la puerta que se interpone en su camino, que se abre con facilidad. Su piel, cubierta de retazos y cicatrices, descolorida por el estremecedor destello del motor tecmatúrgico que lo sostiene, brilla con perlas de sudor mientras se escabulle dentro.

REFLEXIÓN

La oscuridad que lo rodeaba se hizo más espesa y familiar.
Podía sentir el rocío en el cuero cabelludo mientras una fría brisa lo envolvía. Todo su cuerpo temblaba, pero no había en él temor alguno, sino únicamente la expectativa de aquello que estaba próximo a suceder. Urgot apretó el mango de su hacha con los dedos. ¡Sus dedos! Levantó una mano y la puso delante de la cara. Mientras intentaba adaptar las pupilas a la oscuridad, se quedó mirando incrédulo sus dedos intactos. Justo detrás de ellos alcanzó a ver el rostro arisco de Sion, su comandante, sosteniendo un silbato entre los labios.

El cielo se iluminó con un relámpago y su brillo reveló una silueta lejana. El trueno llegó unos segundos más tarde. ¿Podría ser? ¿Podría estar él aquí, ahora?

El chillido estridente del silbato del comandante lo arrancó de sus meditaciones. Casi de forma involuntaria, salió disparado cargando contra su lejano adversario.

“¡Intrusos!”, oyó a alguien gritar. "¡A formar!"

Pudo ver cómo, más adelante, los soldados formaban filas, un muro de escudos demacianos esperando para ir a la carga. Algo no estaba bien. Había demasiados.

Sin romper el paso agarró el hacha, rompiendo el principal escudo enemigo y cayendo hacia atrás. Urgot se puso manos a la obra, inconsciente del peligro, y blandió el arma trazando amplios arcos para hacer más grande el agujero de las defensas enemigas. El aire se llenó con el ruido del combate mientras el caos estallaba sobre él. Durante un instante los demacianos no supieron reaccionar, ofreciéndole un momento de indulto.

La sangre de una herida reciente penetró en sus ojos y la limpió, mientras contemplaba la destrucción. Otro rayo reveló una forma acorazada y decidida en la parte de atrás de la vanguardia, gritando órdenes mientras se apoyaba contra un viejo roble. Urgot empezó a moverse una vez más, detrás de su hacha.

Se abrió paso a tajadas hasta la parte trasera de la fuerza enemiga, con los gritos de sus compañeros imprimiendo urgencia a su ataque. Los demacianos se estaban reorganizando. Sus camaradas estaban siendo arrollados. Levantó el hacha y arremetió para interceptar al comandante enemigo, mientras se movía para volver a incorporarse al combate.

Su rival se apartó rápidamente y el filo del hacha golpeó con violencia el tronco del árbol. Urgot tiró de ella con furia, luchando por liberar el arma testaruda. Pero era demasiado tarde. Hubo un destello de plata y, a continuación, reinó el silencio. Su visión se nubló mientras se tambaleaba, con los brazos extendidos por delante de su cuerpo. Los apéndices destrozados, que acababan justo por delante de la muñeca, se debatían en una violenta agonía mientras escupían un torrente de sangre.

“¿Te acuerdas, Urgot?”, preguntó una voz familiar. Urgot se volvió para mirar a su interlocutor. La carnicería que lo rodeaba se había desvanecido y ya era de día. Estaba de pie en un claro del bosque. Podía oír los pájaros piando en el fresco aire de la mañana. Garen, el poder de Demacia, estaba a sólo unos pasos de distancia, limpiando distraídamente la sangre de su espada.

“Lo recuerdo, demaciano”, carraspeó estoicamente el mutilado guerrero. “Recuerdo lo que me hiciste”.

Los labios de Garen dibujaron una sonrisa malvada. "Aún no se ha acabado”, se burló.

En un abrir y cerrar de ojos se había ido, sustituido por los vítores de una multitud de guerreros noxianos. El brazo derecho mutilado de Urgot terminaba ahora en una espada de aspecto despiadado, regalo de un cirujano de campo. Bajó la mirada. A sus pies, postrado en la suciedad, yacía un joven apuesto de cabello rubio. Jarvan IV, príncipe heredero de Demacia, lo miró fijamente clavando sus ojos azules en su verdugo sin temor alguno. Aunque derrotado, su aire de orgullo y dignidad no podía templarse.

Urgot dibujó una sonrisa burlona mientras levantaba el brazo para asestar el golpe definitivo. Una flecha le atravesó el pecho y paralizó su mano. Jadeó de dolor y alzó la mirada justo a tiempo para adivinar cómo la misma figura acorazada se acercaba a él a una velocidad incomprensible, blandiendo su amenazadora arma.

Cayó a plomo sobre el suelo y bajo él se extendió rápidamente un charco de sangre con cada lento y ensordecedor latido de su corazón. Sintió la necesidad de gritar, pero fue incapaz de culminar el aliento. ¡Esto no podía ser el final! ¡No de este modo! Este fue su momento. ¡No de este modo! La oscuridad se cernió sobre él, dejándolo a solas con su asesino.

“¿Por qué quieres unirte a la Liga, Urgot?”, preguntó Garen, apoyándose con fuerza en su espada.

Los pesados jadeos de Urgot cesaron. Volvía a estar íntegro, y sus piernas de metal chirriaron mientras se estremecía de ira. La energía nigromántica recorrió su columna metálica. “¡Venganza!”, gritó, con los ojos inyectados de odio.

Garen asintió, avanzando un paso más. “¿Qué se siente al desnudar la mente?”

Urgot respondió alzando su poderosa espada sobre la cabeza y descargándola con furia sobre la imagen de su némesis. Sin embargo, sólo se topó con el aire, ya que el fantasma se había disuelto en la oscuridad. Las enormes puertas que tenía frente a él se abrieron. La Liga estaba esperando.

Si, en el apartado de candidato y fecha se a confundido el tio, asique lo dejo asi

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notiK

¡Invocadores!

Si tenéis curiosidad por ver lo que los personajes más activos han estado haciendo en Valoran durante las dos últimas semanas, el Diario de la Justicia tiene toda la información. Los periodistas más intrépidos del continente han estado trabajando duro para traeros las exclusivas más candentes. Desde las torres más altas de Demacia hasta las mazmorras más profundas de Noxus, el Diario de la Justicia contiene todos los datos necesarios para manteneros al tanto de cuanto acontece en Runaterra.

En este número del Diario de la Justicia:

• Alianza en Freljord: los campeones de la Liga Ashe y Tryndamere anuncian su alianza en Rakelstake, Freljord.

• Ataque a la guarnición de seguridad del Paso de Mogron: ¡unos asaltantes desconocidos del sur de la Gran Barrera atacan el puesto de seguridad de la Liga!

• La magia hecha canción: Sona, la prodigiosa y enigmática música, sorprende al público de Jonia en su debut.

• Campeones dentro y fuera de la Liga: una mirada a la vida personal de los campeones de la Liga. ¡Este número incluye lo último sobre Morgana y Corki!

• El Correo de la Justicia: ¡Ralston Farnsley, el redactor jefe, contesta a las preguntas más acuciantes de Valoran!

¡Ya podéis encontrar el último número del Diario de la Justicia en el cliente PvP.net!

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notiK

Candidata: Miss Fortune
Fecha: 31 de agosto, 20 CLE

OBSERVACIÓN

Miss Fortune entra en la Gran Sala con la misma tenacidad con la que entra en su blusa de seda, ambas tienen dificultades para contenerla. Siempre que no está navegando en alta mar se siente atrapada. Recorre con una mirada desdeñosa las filigranas de los nichos del techo; la obra de los artesanos más ilustres de Valoran es un pobre sustituto del estelar tapiz del cielo nocturno. El movimiento de desaprobación que hace con la cabeza sería imperceptible si no quedara evidenciado por la sacudida su recargado tricornio, complemento básico de todo buen capitán. De su sombrero se desprende una avalancha de rizos color cereza que arropan sus hombros con reflejos escarlata. Todas y cada una de sus facciones seducen a quien la mira, lo que para ella es un arma igual de potente —si no más— que los enormes mosquetes dorados que cuelgan de sus caderas.
Avanza sobre los azulejos con gráciles zancadas. A cada paso que da las curvas de su figura vibran traviesas y acentúan, si cabe, la distracción que produce su belleza. Casi se puede ver como roba el corazón de aquellos con los que se cruza su camino.
En lo alto, una inscripción reza solemne: El verdadero enemigo aguarda dentro.
Las comisuras de su boca se contraen en un amago de sonrisa. Con inusitada elegancia, desenfunda uno de sus mosquetes, lo hace girar una vez con el dedo y lo detiene, con la palabra “enemigo” en el punto de mira. Sus labios dejan escapar un pop sordo y el arma de fuego vuelve a su funda. No se entretiene más.

REFLEXIÓN

Con las manos apoyadas en las caderas, Miss Fortune movía el pie de impaciencia en la oscuridad. Era una táctica de novatos. Si la Liga empleara en sus juicios trucos baratos como el humo negro, tal vez nunca hubiera decidido recalar allí. De pronto, dejó de mover el pie. Quiso retroceder, pero una sensación familiar la obligó a permanecer donde estaba.

No se oía gritar a sí misma, pero podía ver cómo las burbujas iban robando todos los sonidos. ¿Agua? Se revolvió y agitó las extremidades en busca de algo a lo que agarrarse. Algunos metros más arriba vio la luz danzando en la superficie. Dio algunas brazadas furiosas, pero no conseguía acercarse a la luz; algo no iba bien. Más burbujas. Sintió un arañazo en la pierna que reclamó su atención. Apenas con aire en los pulmones, miró y dio con el problema. Las algas arraigadas la sujetaban con fuerza por el tobillo, como si quisieran retenerla. Quiso arrancarlas, pero sus ramificaciones viscosas no se lo permitieron. Ya sin tiempo, Sarah Fortune vio cómo las últimas burbujas ascendían alegremente, haciéndose cada vez más pequeñas, hasta que la sal empezó a quemarle los pulmones. Sintió una paz inexplicable cuando se le cerraron los ojos.
Ya voy, mamá.

El dolor que Sarah sentía en los costados era inmisericorde. Expulsó un gran chorro de agua por la boca. Con las entrañas aún revueltas, abrió los ojos con violencia. Se esforzó para enfocar la vista, pero la imagen difusa con la que se encontró carecía del color visceral que esperaba ver. Las borrosas enredaderas que enmarcaban su campo de visión se fundían con los mechones de su cabello, que colgaba lacio sobre su rostro. Hundió las manos en la arena. Su mente rellenó todas las lagunas: estaba arrodillada en la playa y el charco que tenía ante ella estaba compuesto de agua de mar espumosa, no de sus bofes. Sus pulmones, en cruenta batalla con su estómago, tomaron aire antes de la siguiente arcada.
"Mal aspecto tienes para ser una joven moza. Por un momento te creí pasto de los tiburones".
Una bocanada de agua salada fue la mejor respuesta que Sarah pudo dar. Enfocó la mirada en el extraño muchacho que vio ante ella y cayó de espaldas. El pelo de ónice del joven y su mirada lasciva eran inconfundibles, pero era demasiado joven.
"¿Cómo...?"
"Es tu día de suerte. Había salido a cazar sirenas. Imagínate mi desilusión cuando te vi las piernas".
Sarah empezó a recuperar el aliento. "No suelen causar decepción".
"En verdad no están mal del todo, pero las he visto mejores".
Sarah se puso de pie torpemente, con la ropa empapada pegada al cuerpo. "Ya te gustaría".
El muchacho rió con sinceridad. "¿Y cuál ha de ser mi recompensa por rescatarte de entre las olas?".
"¿Gracias?".
"Sin duda que no se merecen, pero algo más quisiera". El muchacho señaló a la cabeza de Sarah. “¿Y eso?”.
Sarah se palpó el pelo hasta que sus dedos dieron con un objeto suave. Sacó de entre su cabello enmarañado un peine perlado, moldeado a partir de una caracola. ¿El peine de mi madre? Lo examinó con aire dubitativo y recordó algo que guardaba enterrado en su memoria. Abrió la boca, pero antes de que pudiera decir nada, el muchacho se acercó a ella y le robó un ansiado beso. El subconsciente de Sara explotó y comprendió lo que pasaba.
La playa, el muchacho... el día de la muerte de su madre.

Se había marchado de casa cubierta de la sangre de su madre. Mientras se abría paso entre las olas, apenas era consciente de los hilos carmesíes que se desprendían de su ropa. Hundió la cabeza en el agua y gritó en un intento de regresar a la realidad. Bajo las olas, sus lágrimas se unieron o dieron lugar al océano que la rodeaba, no estaba segura.
Aquel día, el muchacho estaba esperando en la orilla. En otras circunstancias se hubiera preguntado cuánto tiempo llevaba allí aquel joven; quizá incluso se hubiese sonrojado. Pero se limitó a mirarlo, demasiado exhausta para reflexionar sobre su presencia. El muchacho movió los labios, pero Sarah no oyó nada. Entonces él se metió con ella entre las olas y la besó. La confusión se había unido al torrente de emociones que la mareaban.
El muchacho se alejó con el peine de su madre en la mano, riéndose. Algún día se convertiría en un despiadado pirata. Conseguido su premio, empezó a alejarse tranquilamente, hundiendo en la arena su botas de marinero. Miró hacia atrás, alzó el peine y gritó: “¡Ven a por él!”. Después sonrió y desapareció bajo las velas negras que moteaban la línea de la costa.
Sarah sintió cómo el ánimo regresaba a ella gracias a su nuevo propósito. Cuando enterrara a su madre y redujera su casa a cenizas, disfrutaría saliendo a buscar el peine.

Mientras el recuerdo se desvanecía, Miss Fortune se revolvió para apartarse del muchacho.
“¡¿Quién eres?!”.
“¿Por qué quieres unirte a la Liga, Miss Fortune?”. Ya no hablaba como un lobo de mar.
“¿Qué?”.
“¿Por qué quieres unirte a la Liga?”.
“Por... el poder y el botín”. Dudó de sus propias palabras.
“¿Por qué quieres unirte a la Liga?”. Su voz sonaba gélida.
Las olas rompientes llenaban el silencio.
“Tengo que encontrarlo”.
“¿Es agradable desnudar la mente?”.
Miss Fortune dejó que la pregunta flotara en el aire. Pese a sentirse ahogada y vacía, desbordada por las preguntas, de alguna manera notó que recobraba la vitalidad.
“Gracias”.

Cuando la luz inundó sus ojos, vio que la sala la llamaba. Las puertas de mármol que quedaban a sus espaldas le ofrecían la retirada. Se rió al pensarlo. Cueste lo que cueste, Miss Fortune siempre consigue a su hombre.

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14 días después
notiK

El juicio de la liga: Sona

Candidata: Sona

Fecha: 21 de septiembre, 20 CLE

OBSERVACIÓN

Sona se deja llevar por el aire armonioso, con su elegante túnica ondeando suavemente tras ella mientras entra en la Gran Sala. Su cabello se despliega como un abanico que abrazara la brisa y en los extremos de sus largas coletas unas ringleras de agua se transforman en hebras de oro. Fácilmente pasaría por una joven maga en cualquier lugar de Runaterra, aunque solo fuera por el extraño instrumento que flota ante ella y que parece protegerla y guiarla al mismo tiempo.

El edificio cruje ligeramente, reasentando sus cimientos bajo el influjo de la potente magia. Gira la cabeza para escucharlos mejor, permaneciendo inmóvil un instante hasta que cesa el ruido. Se puede ver cómo el ruido sigue resonando en su cabeza, cómo analiza la tonalidad, el significado y, sobre todo, el peligro. Ni siquiera se molesta en mirar a su alrededor; la misma sinfonía interior del edificio le dice cuanto necesita saber sobre este lugar.

Con un movimiento imperceptible, pulsa con precisión una cuerda de su instrumento y las puertas dobles que tiene ante ella se abren de golpe. Entra sin la menor vacilación.

REFLEXIÓN

La oscuridad se desplegaba a su alrededor, tan profunda como el infinito pozo de silencio en el que estaba sumida. No sentía miedo, pues se mantenía aferrada al etwahl. Sus brazos acogían el instrumento amorosamente y sus dedos se deslizaban habilidosos por el metal forjado y las tensas cuerdas. Apretándolo contra su mejilla, cerró los ojos y esperó. En ocasiones como esta sentía al instrumento cobrar vida en sus brazos, respirando pausadamente mientras la protegía. Atesoraba esos momentos en que podía estar a solas con su preciado instrumento, envuelta en su capullo protector.
De pronto, el etwahl se puso tenso. Sona acarició inquisitivamente su suave superficie metálica. Antes de que pudiera obtener respuesta, oyó una voz ronca:

“¡Sona!”.

Sona abrió los ojos de súbito al oír el único sonido que amaba más que la música. Se encontraba en el umbral de una casa demaciana, contemplando la puerta abierta con la misma admiración en su rostro que la que mostró cuando la llevaron a su nuevo hogar. Lestara Buvelle estaba ante ella, engalanada con una preciosa túnica de terciopelo. Cubierta de joyas y envuelta en su intenso perfume de siempre, Lestara se acercó, su rostro redondo rebosante de alegría.

“¡Querida, mírate! Ya eres toda una mujer, y veo que has sabido cuidarte”.

Lestara abrazó a Sona y se inclinó hacia atrás para apreciarla.

“En serio, me siento orgullosa de ti. Tus visitas siempre son motivo de júbilo para mí. Entra y siéntate un rato conmigo”.

Lestara echó a andar por el largo pasillo, sobre cuyas baldosas repiqueteaban rítmicos sus pasos. Sona, en cuyo corazón ya no cabía más felicidad, quiso acariciar el tranquilizador acero de su instrumento.

Pero sus dedos sólo encontraron aire.

Sona se giró para buscar el etwahl. ¿Se lo habría dejado olvidado en alguna parte?
De pronto sonó un acorde dolorosamente disonante. Cuando Sona se dio la vuelta vio el etwahl alejándose raudo por el pasillo. Sona lo llamó a su lado; pero, por primera vez, el instrumento no le hizo caso. Aquel acorde continuó sonando mientras se acercaba a la espalda de Lestara.

El etwahl clamaba sangre.

Sona se lanzó al pasillo, pero estaba demasiado lejos y no alcanzaría a Lestara a tiempo. Lo único que podía hacer era gritar para avisarla. Forzó la garganta, pero no emitió sonido alguno, al igual que había ocurrido durante toda su vida.

Las cuerdas del etwahl emitieron un ruido espantoso que se grabaría en su memoria para siempre. Una vibración estremeció el aire y un remolino de guadañas aéreas, afiladas como cuchillas, desgarró el cuerpo de Lestara.

Sona llegó a tiempo para sostener a Lestara, cuyo cuerpo se desplomaba sobre un charco de sangre. Con el rostro bañado en lágrimas, quiso gritar, pero no consiguió emitir el menor sonido.

La negrura devoró el pasillo, dejando a Sona derrumbada sobre el cuerpo de Lestara con el etwahl yaciendo inocente a su lado. Lestara abrió los ojos y preguntó con un hilo de voz: “¿Por qué quieres unirte a la Liga?”.

Sona la miró confusa, incapaz de comprender lo que estaba ocurriendo. De pronto, sintió en la garganta el hormigueo de la magia arcana, una sensación abrumadora que atrajo nuevas lágrimas a sus ojos. El aire que entraba y salía de su cuerpo le hacía cosquillas e intentaba extraerle algún sonido con cada espiración. Sona miraba incrédula a Lestara, que asentía con la cabeza y la animaba a hablar.

Separó los labios y comenzó a hablar por primera vez en su vida. Cuando por fin tuvo la garganta preparada y estaba a punto de emitir su primer sonido, una voz resonante procedente de sus recuerdos más remotos estalló en su cabeza.

Este instrumento será la llave que abra el mundo. Hablará por ti con una sinceridad de la que ninguna voz sería capaz. Nada (ni nosotros, ni ellos, ni ningún tipo de magia) volverá a poseerte jamás.

Como si tuviera voluntad propia, su mano se estiró y golpeó el etwahl, que yacía a su lado. El ruido desagradable y ensordecedor que produjo ahogó cualquier sonido que pudiera haber brotado de sus labios. A medida que se extinguía, fue desapareciendo el extraño hormigueo que sentía en la garganta. El encantamiento había desaparecido para siempre.

La voz de Lestara fue cobrando fuerza hasta volverse atronadora. “¿Por qué quieres unirte a la Liga, Sona?”.

Las cuerdas del etwahl se estremecieron y empezaron a tocar solas, pero Sona las apretó con la palma de la mano para silenciarlas. El instrumento quiso resistirse, pero terminó cediendo. Poco a poco, Sona empezó a deslizar los dedos por sus cuerdas. Vacilante al principio, como si quisiera comprobar la docilidad del instrumento, tocó una progresión desafiantes en respuesta a la pregunta.

“¿Es agradable tener la mente desnuda?”.

Sus dedos danzaron entre las cuerdas, tejiendo una melodía de soledad y aislamiento. Era la canción de los que habían vivido ocultos a las miradas, de los que habían sido ignorados pese a reclamar atención desesperadamente. Empezó con un ritmo pausado y triste que fue dando paso a un crescendo violento y rabioso. Las últimas notas resonaron con un eco de aceptación sosegada, pero, sobre todo, de catarsis.
Una sonrisa rasgó el rostro de Lestara. “Bienvenida a la Liga, Maestra de las cuerdas”.
Lestara desapareció y la oscuridad se fue desvaneciendo hasta que Sona se vio flotando ante las adornadas puertas dobles. Sabía que eran la entrada a la Liga de Leyendas.
El etwahl se acomodó en sus manos de modo tranquilizador, esperando las órdenes de su dueña. Sona cruzó las puertas sin volver la vista atrás.

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B

pero si es un c&p q currar ni q nada xD

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1 comentario moderado
Grimmjow

No empezeis otra vez gracias, si tanto hablais de que es solo un C&P hacerlo vosotros : )

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umillation

siendo asi de "guay" seguro que sera merodeador algun dia y podra banear a gente como yo del f0r0, 3st0b4st0

B

#25

yo no lo critico ni nada ya lo dije una vez q gracias a el estamos enterados de todo pero cuando la gente dice "como te lo curras" etc. hay q decir q se lo curra buscando e informandonos pero na mas xD

11 días después
notiK

Si estáis interesados en conocer los rumores y noticias que han circulado a lo largo y ancho de Valorán durante las dos últimas semanas, no os perdáis la nueva entrega del Journal of Justice. Desde las torres de Demacia hasta las profundas mazmorras del Noxus, los periodistas más intrépidos de todo el continente han trabajado muy duro para cubrir los sucesos de última hora. Esta nueva edición del Journal of Justice contiene todo lo que necesitáis para estar a la última de lo que sucede en el mundo de Runaterra.

La nueva edición del JoJ ya está disponible en el PvP.net.


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2 meses después
notiK

Candidato: Trundle
Fecha: 26 de noviembre, 20 CLE

OBSERVACIÓN

El distintivo olor nauseabundo que se transmitía por el aire es una señal inequívoca de la llegada del Troll. El sonido de uñas arrastrándose por el suelo, de una respiración dificultosa y de unos pies sucios que profanaban el prístino suelo de mármol llega a la Gran Sala antes que el propio Trundle. El Troll desentona preocupantemente dentro de la Academia de la Guerra, rodeado de una brillante decoración mientras de su cuerpo cuelgan unos trapos apenas distinguibles, que pretenden ofrecer una apariencia modesta. Cambia de mano un garrote improvisado, un arma difícil de manejar que es tan grande como todo su cuerpo. Su piel está llena de cicatrices y llagas, las cuales ocultan completamente algunas partes de su cuerpo. Es sorprendente que aún le quede algo de carne.

Los ojos cansados de Trundle recorren la Gran Sala. No se detienen en la inscripción que hay sobre la puerta, ni en las bellas estatuas que representan a los más diestros de Valoran, ya que dichos objetos materiales no significan nada para él. Cuando va a abrir las puertas que le llevarán a la Cámara de los reflejos, una lengua destrozada recorre rápidamente sus labios deformados. Las puertas se abren solas ante sí, como si tuviesen miedo de que semejante criatura las tocase. Se encoge de hombros, acostumbrado a este tipo de comportamiento, y entra.

REFLEXIÓN

Los ojos de Trundle se abrieron de par en par cuando algo afilado le atravesó la mano. Sorprendido, se encontró atado a un altar improvisado, rodeado por un círculo de runas. Los chamanes de su tribu se encontraban ante él, encorvados y preparados para comenzar la ceremonia que cambiaría su vida para siempre.

Esta vez, notó algo distinto en la escena: un grito lejano que provenía de la oleada de emoción, miedo y orgullo que lo consumiera la primera vez que ocurrió. En aquel entonces era muy joven, recién herido por el ritual diario de que los Trolls más jóvenes abusasen de él. Echando la vista atrás, lo cierto es que no podía ni culparlos por ello. Siempre tuvo un aspecto peculiar, incluso para ser un Troll, y ser el mequetrefe de la tribu no ayudaba. Trundle estaba convencido de que, de haber nacido en la tribu cualquier otro Troll más pequeño o más feo, los abusos se hubiesen trasladado a este último y él se hubiese sumado de mil amores a las palizas.

Lo que recordaba claramente eran las promesas de los ancianos: si se atrevía a llevar el peso de la maldición de toda la tribu, sería el sacrificio más noble en toda la historia de su raza. Le dijeron que supieron que era el único que podría salvarlos desde el momento en que observaron la capacidad de regeneración innata con la que solo él había nacido. El joven Trundle se había dejado llevar por lo que le habían dicho. Había fantaseado con la admiración en los ojos de aquellos que antaño lo habían ridiculizado, con la adoración de toda su tribu, con las riquezas y el confort de los que gozaría cuando laureasen su sacrificio.
Y lo que era más importante, había visto su vida sin abusos ni palizas.

Así que se abandonó a la enfermedad, dejando que destrozase su cuerpo. En muchos aspectos, fue un éxito: los Ruhgosk disfrutaron de su recién encontrada libertad y adoraron a Trundle como agradecimiento. Pero esto no iba a durar. Muy pronto, su familia empezó a distanciarse de él. Por lo visto, sus llagas abiertas y su carne enferma eran una visión que ni siquiera los Trolls podían soportar, pese a que apenas unas semanas antes ellos habían sufrido la misma enfermedad.

Fue en esta época cuando Trundle pensó que, en el fondo, recibir palizas era mejor que estar solo. Al menos la gente soportaba estar a su lado, aunque fuese solo para reírse de él.

Alguien hablo, arrancándolo de sus ensoñaciones. “¿Por qué quieres unirte a la Liga?”.

Trundle se giró, sentándose en el altar cuando las correas que lo sujetaban desaparecieron.

Un invocador con una túnica azul estaba de pie, con aspecto imponente, sobre el Troll.

Su cara estaba oculta en lo más profundo de su hábito.

Trundle dijo, con cansancio: “Para encontrar una cura a esta enfermedad”.

“¿Y si te dijese que ya tengo una cura?”

"¡Eres un maldito mentiroso!".

“Te he estudiado, Trundle. La Liga lo sabe todo sobre los candidatos antes de que atraviesen esas puertas. Tu enfermedad está acabando contigo, pero tu increíble poder de regeneración evita que la enfermedad se vuelva a transmitir a tu tribu”.

Trundle bufó. “Dime algo que no sepa. Cualquier idiota puede ver cómo se me cae la carne de los huesos y oler cómo me estoy pudriendo. Puede que sea un Troll, pero no soy estúpido".

“Cierto, pero lo que no sabes, Trundle, es que el hecho de que portes la enfermedad de tus hermanos supondrá también su caída. Aunque la plaga que sufría tu tribu los debilitaba, con el tiempo sus cuerpos llegaron a confiar en la enfermedad. Sí, sufrían un gran dolor y enfermedad constante, pero pasó a formar parte inextricable de la habilidad inherente de regeneración que posee tu raza". La voz del invocador era clínica. “Por tanto, cuando se eliminó la plaga de sus cuerpos, esta se llevó consigo su capacidad de regeneración. Ahora sus cuerpos no saben cómo mantenerse con vida”.

El invocador hizo una pausa. “Lo que te hicieron no los ha curado. Más bien, los encamina hacia la inevitable extinción de la tribu”.

Trundle cerró los ojos, abrumado.

El invocador continuó hablando, implacable. “Así pues, te pregunto, Trundle de la tribu Ruhgosk: ¿quieres que la Liga le devuelva la enfermedad a tu tribu?”

La imagen apareció ante sus ojos: su tribu sufriendo otra vez la enfermedad debilitante, todos por igual sufriendo su desgracia. Se imaginó a sí mismo diciéndoles que este sacrificio les evitaría un destino peor a la larga, y a su tribu viéndolo por fin como el salvador que era.
Y de repente, el aguijón de la ingenuidad que le hizo tomar esta misma decisión con anterioridad acabó de cuajo con su línea de pensamiento. Su decisión de llevar la carga de la enfermedad nunca había cambiado el hecho de que era el mequetrefe. Nada de lo que pudiese hacer iba a cambiar eso.

Una mueca que pretendía ser una sonrisa atravesó su cara deforme. “Dejad que sufran. Yo me quedaré con el regalo tan generoso que me dieron”.

“Así sea. Entonces, te lo volveré a preguntar. ¿Por qué quieres unirte a la Liga, si no es para encontrar una cura?”.

“Parece que esta es la ‘cura’ que llevaba tanto tiempo buscando”.
“¿Es agradable desnudar la mente?”

Trundle lo pensó durante un buen rato. “Por una vez, sentí que ya no estaba solo. Te doy las gracias por ello”.

El invocador asintió y desapareció. Trundle estaba de pie en un largo corredor, solo, con un reguero de suciedad y piel marcando el camino por el que había entrado. Se encogió de hombros, dejando caer otra avalancha de carne, y avanzó con paso firme hacia la Liga de Leyendas.

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