El exceso de diálogo

Estoy contigo, es un tema que me fastidia mucho y que se ve bastante en los Shonenshit, que acaba de ocurrir algo que deduces perfectamente y si no lo has hecho eres tonto, y te sale el listo de turno explicandotelo por si acaso. Y es que te jode el ambiente del anime bastante, hasta el limite de que cuando lo hacen por una tercera vez en el mismo capitulo, lo tiras a la basura y dices "joder que bien estoy con el manga".

P.D: Si estoy hablando de Naruto.

#3 La madre que te parió, pero al menos léete el tocho y postees lo primero que te pasa por la cabeza ¬¬

#2 sisi, pero aunque lo explique, luego vendran X personas a debatir que eso no es asi y blabla

Hay animes en los que necesitan explicar muchas cosas y la verdad se agradecen muchas veces (Bakuman).

#13 No estas obligado a que te guste, pero es una contradicción que digas que siempre meten al mismo tipo de personajes, cuando tu eres incapaz de meterte en la piel de una persona que sea cobarde y quieres que todos los personajes sean "echaos palante".

#1 Esto podría entrar en la macrodiscursión del puto fanservice.

La verdad, creo que Japón tiene un problema con la cultura en este aspecto; no se, es como si les faltara los 500 años de teatro. Y me jode bastante porque icónicamente el manga y el anime es sublime. Al comic americano tradicional le pasaba algo por el estilo pero por fortuna las corrientes europeas hicieron contrapunto en estos años de comic. Si no fuera por su visión cultural y la difusión que tiene el manga no lo hubieran transformado en objeto masivo de consumo y las obras de manga (y anime) independientes hubieran florecido de mejor manera aprovechando las otras corrientes del mundo.

¿Alguien se está metiendo con mis chinese cartoons?

Sorprendentemente no tengo mucho más que añadir al tema. Es una realidad que hay muchos diálogos que sobran y no solo pasa en el anime pasa en todas partes, aunque sí es cierto que en el anime se ve amplificado y voy a intentar llevar la discusión por estos derroteros. Pero para ello, primero me voy a desviar un poco con vuestro permiso.

Si alguna vez habéis escrito algo o habéis intentado crear una historia descubriréis una cosa. Escribir diálogo en exceso sale solo. Cuando se es autor uno tiene una idea en la cabeza, un mensaje que quiere transmitir a toda costa. Por bien o por desgracia estas ideas que tan bien se ven en tu cabeza y que son tan sumamente interesantes son las que quieres que el lector comprenda a toda costa y vea lo largo que es el tamaño de tu "boli" de escritor. Hay muchísimos autores ahí fuera, solamente tenéis que iros a blogs que escritores wannabes randoms y os daréis cuenta, que sufren el mayor pecado del creativo: la automasturbación masiva.

Juejojeujjejoe, he dicho masturbación. Lo uso como concepto para que quede claro, y os voy a poner un ejemplo con el que seguramente todos os sintáis identificados.
¿Nunca os ha pasado de que estás con tus colegas (reales o imaginarios I don't mind) y tenéis alguna coña o decís algún chiste que a vosotros os resulta infinitamente gracioso pero al resto del mundo al contárselo le parece una putísima mierda? O el famoso ejemplo de la pareja que os dice "¿quieres ver nuestras fotos de nuestro viaje a random-sitio?". A nadie le interesa esas fotos, todo el mundo sabe que el tuenti triunfa por las fotos de playa y piscina de las att. whores y no porque te interese el viaje a la montaña de tu primo.

Pues de igual manera que el humorista es capaz de contar ese chiste con gracia del que nadie se ríe cuando lo haces tú, el escritor tiene que ser capaz de plasmar la idea con "gracia". Y aquí es donde falla el 90% de los autores. Ya sean novelistas, dibujantes, músicos, tu amigo sin gracia o tu profesor de historia en la ESO. La obra se vuelve un montón de cosas que el autor quería decir y quería asegurarse que todo el mundo veía para que se diera cuenta lo interesante que es y la genialidad de su mente, cuando lo único que consigue al final son un montón de tonterías donde sobran tres cuartos.

Y es que el hombre lo queramos o no tiende al egocentrismo. O en palabras de la LOGSE, que no le interesa una mierda lo que le pase a los demás. Las cosas que nos gustan y las aficiones que tenemos solemos tenerlas porque nos sentimos identificados, deslumbrados o como parte de ellas. Esto viene a ser que a uno le gustaría ser un personaje en esa historia, le gustaría vivir esas aventuras o simplemente está de acuerdo con el planteamiento del protagonista o el estilo del dibujo le parece atractivo. El fenómeno waifu y slice of life triunfa tantísimo porque es simplemente un chivo expiatorio de una realidad no aceptada. Venga, la amiga de la infancia vecina que te despierta todas las mañanas o la estudiante de intercambio que se estrella contigo mientras llevaba una tostada en la boca el primer día de clase son sueños inacabados de cualquier hombre que se precie. Puede que a algunos más o a algunos menos pero es un género que sorprendentemente no termina de gastarse la mecha. ¿Motivo? Porque no es automasturbación, sino que ahí el autor es el que está masturbando a los lectores, y en muchos casos ocurre literalmente pues a saber cuantas waifus habéis mancillado en vuestra mente mientras liberabais al Kraken.

Pero no es lo mismo hacerte una paja con el oído puesto no vaya a entrar tu madre a saludar a Kraken-kun que a montártelo con el amor de tu vida en un hotel de 27 estrellas (¡MÍNIMO!). Creo que está claro a lo que me refiero, no es lo mismo una historia con un buen plot elaborado que con un slice of life o unos tópicos ya hechos. Porque aunque todos nos hemos hecho pajas de pequeños viendo Dragon Ball, cuando se crece a uno le apetece disfrutar de una buena noche de pasión con, no sé, Code Geass por ejemplo...

Por eso en una historia los personajes son tan importantes. Porque necesitan mantener una consistencia que pueda estar a la altura de las expectativas. Que pueda crear un mundo en el que puedas sumergirse el lector y el autor sin tirarse de los pelos en el proceso. Porque si yo me pongo a escribir, por mí pondría que las waifus me aman, que soy perfecto, que Keikaku dori y que soy el maldito dios del universo -> Esto es una mala historia, que solo funciona cuando el lector quiere ser igual que el protagonista. Pero es el tipo de historia que aburre muy rápido y que se agota muy fácil, y precisamente por esto las pelis de Superman ya no molan.
Pero si los personajes tienen defectos, fallan de una forma lógica, se ven afectados por problemas reales, muestra un mundo donde cada elemento es independiente pero juntos consiguen una estructura propia de un reloj suizo... -> Eso es una buena historia.

Y volviendo AL FIN, al tema principal, tras explicar todo este gigantesco montón de mierda. El exceso de diálogo no es más que uno de los muchos elementos de la automasturbación masiva. Un elemento de no saber contar bien la historia y tener que recurrir a malos planteamientos y a malos personajes en malos contextos. Existen casos muchos mejores para explicar ese diálogo típico que dice el malo cuando tiene a James Bond de prisionero, desde deducciones lógicas del protagonista a través de sutiles pistas bien colocadas a deducciones que puede hacer el lector si se colocan elementos tipo flashback o cambio de narrador en el momento adecuado. Todo al final depende de la habilidad del autor para masturbar a sus lectores. ¿Por qué os creéis que siempre os estoy dando amor eh?

El mejor ejemplo, es mi intento de conseguir un texto ameno para este tocho que acabas de leer, aunque viendo ahora lo enorme que es, creo que puedo decir eso de "yo ya".

#29 Eso es culpa vuestra por ver la adaptación cutre en vez de leer el manga.