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Admiralty, las siete de la tarde. Mareas de personas ascendían las escaleras en un flujo incesante de vidas. Rostros serios, cansados e indiferentes a los demás, a las miradas intrusas, al tedio de la rutina y a la cola eterna para abordar el vagón.

"Estoy delante del 5-3", dijo en un mensaje. La busqué ansioso; no estaba demasiado lejos. Mi nerviosismo creció al descubrirla en un vestido negro que acariciaba sus rodillas, con zapatos y calcetines blancos, y una totebag de un festival de música Rock colgada del hombro. Nos presentamos, sonreí, ella sonrió, y no intercambiamos muchas palabras antes de que llegara el siguiente tren.

Subimos y viajamos juntos hasta Jordan. Habíamos asegurado una reserva para cenar en un restaurante nepalí en Temple Street. En realidad, ella había gestionado la reserva. Nos acomodamos junto a la entrada corredera en una mesa íntima para dos. La intimidad de estar apretujados entre otras veinte personas y que solo estemos dos. Pedimos ambos un set tradicional con pan, sopa, arroz con curry y un par de platillos picantes.

Y me frustra no poder continuar. A decir verdad, no recuerdo claramente. El estruendo de las jarras de cerveza en la mesa contigua. Eran ocho en total, golpeando la mesa rítmicamente. El bullicio del supermercado japonés donde buscábamos soju frente a Kowloon Park. Finalmente optamos por licor de cereza, y tomé una fotografía a la botella; bromeé diciendo que a mis amigos les divierten las letras chinas. El taxi rojo que nos condujo hasta Prince Edward a las dos de la mañana, ella en el asiento derecho y yo en el izquierdo. Habíamos bebido tanto que no logro recordar en qué rincón de Tsim Sha Tsui terminamos. Sé que cruzamos cadenas con un cartel de "prohibido el paso" para llegar allí.

No recuerdo sus palabras al conocernos, ni de qué hablamos durante la cena, no recuerdo sus preguntas ni sus respuestas. Todo ocurrió y persiste en algún lugar, en algún momento. Y en la búsqueda de momentos, emergen detalles, y avanzo en mi memoria, recorriendo el andén hasta el 5-6, el 5-5, el 5-4, el 5-3; allí está ella, en el 5-3, y qué hermosa era. Si tan solo pudiera recordar su rostro. Si tan solo pudiera recordarla.

#52987 Adevintad???

#52986 Diles que eres mejor depurando código que detectando sarcasmo.

#52987 El 7 de octubre.

El nuevo tiene entre 15 y 51 años

El futuro de la programación es el uso de emojis.

Emoji…

Joder... daba por muerto mi móvil, llevo ya más de 5 años con el mismo. Pues resulta que el otro día cambié de ROM y ha sido darle una segunda vida xD ... Intuyo por como se comporta ahora el hardware, que en anteriores ROMS (si anteriores en plural) algo no andaba bien... me imagino que algún proceso quedaba reiniciándose infinitamente o algo así. El hecho es que con la nueva rom el móvil lo noto mucho más frío (muchisimo más)... y la batería de drenarse en una noche ahora me dura bien 2 días (no soy un gran usuario del mismo).

Ha sido una alegría ver que aún me queda móvil para rato. Solo quería comentarlo por aquí por si alguno está con el mismo dilema... que pruebe a cambiar de ROM.

#52999 Yo hago al revés... voy a la tienda le pillo el móvil más top para fotos (sin ser ecosistema apple) y se lo regalo en cumpleaños o navidades... según toque. No lo hago todos los años, obvio... El último hace menos de un año. No pillé yo el que tenía ella porque se lo llevo mi hermano que le hacia falta.
A mi con ver mensajes, llamar y compartir red si tengo la necesidad.... me llega. Pero que me dure la batería por diioosss!

#53002 y encima usando vim....

No se puede estar más colgao

#53008 eso es una paja mental no un dragón