Pues si, y por tanto, he tomado la decisión de dejar de beber aunque sea una clara con limón/gaseosa.
Desde que me quitaron la vesícula iba notando que cada vez que bebía, al día siguiente me despertaba con unas nauseas tremendas, hasta el punto de potar incluso, muy desagradable. No es que bebiese muy de seguido, sino de muy de cuando en cuando, así que simplemente lo achacaba a la mezcla o a una resaca mala.
Pero no, incluso un vasito de tinto de verano basta para removerme todo por dentro, y potar aunque vaya serenísimo. Así que hoy ha caído y rebotado en mi estómago el último gintonic.
Adiós compañero, que las cirrosis sean tu evangelio.
Abstemios del mundo, manifestaos.