Enoch Powell “Discurso de los ríos de sangre"

Corocotta

http://www.alertadigital.com/2013/03/07/enoch-powell-y-el-discurso-de-los-rios-de-sangre/

Hace pocas semanas, la prensa dio la noticia de que los londinenses de ascendencia británica ya eran minoría en Londres. Sólo añadiendo a los demás blancos de otros orígenes, la población blanca seguía siendo mayoritaria en la capital británica, aunque por un exiguo margen.
Esta situación ya fue predicha en fecha tan temprana como 1968, en un famoso y polémico discurso de un político inglés que tuvo la inteligencia de ver el problema y el valor de decirlo en la plaza pública.

En este artículo presentamos la traducción de uno de los discursos que más impacto ha creado en la sociedad inglesa en las últimas décadas y el que más amplio debate ha generado. Fue pronunciado el 20 de Abril de 1968 en la Convención Anual del Partido Conservador de la región de West Mindlands por Enoch Powell, ex-ministro y Miembro del Parlamento ingles. En el advirtió sobre las consecuencias futuras de la inmigración masiva procedente de la Commonwealth a Inglaterra, y de la intensificación inevitable de las tensiones raciales que de ello se derivaría a la larga.

Se puede establecer un paralelismo entre la situación de Inglaterra de 1968 y la situación de invasión inmigratoria que padece España hoy en día. En el año 2003 muchas zonas de las principales ciudades inglesas parecen cualquier cosa menos Europeas, y la proporción entre Europeos y no-Europeos ronda el 50% en Londres, siendo la población en algunos barrios determinados de un 95% de no-ingleses autóctonos. Conviene pues leer con atención, para después mirar a nuestro alrededor y ver si lo que aquí se describe nos recuerda a algo…
Debido a su cita de Virgilio prediciendo la guerra, en la que el Río Tiber se llenaría de sangre, este discurso se conoció universalmente como el “discurso de los Ríos de Sangre” (Rivers of Blood). Muchos consideraron a Enoch Powell como un auténtico visionario, al decir en voz alta lo que mucha gente pensaba en aquella época. Otros se quedaron conmocionados, como Edward Heath, el líder del Partido Conservador, que expulsó a Powell de todos los órganos relevantes del Partido, condenando su discurso como “racista”, y tras ello acabó su carrera en el Partido Conservador. Sin embargo Enoch Powell no tuvo miedo de sacrificar su carrera política por decir abiertamente lo que pensaba, cosa que difícilmente se puede ver hoy en día, con unos políticos sujetos fielmente a la ‘disciplina de partido’ y aferrados a su sillón.

Tras su discurso, los puntos de vista anti-inmigratorio se expandieron por ciertos sectores de la población, y sólo en las dos primeras semanas tras su discurso recibió más de 100.000 cartas de apoyo. Al día siguiente de ser relegado dentro del Partido Conservador cientos de trabajadores de los muelles de Londres marcharon por las calles para expresar su apoyo a Enoch Powell.
Corría el año 1968, y mientras 30.000 personas, entre estudiantes, hippies y militantes de izquierda se manifestaban en Londres contra la Guerra de Vietnam, 800 jóvenes, estibadores, y demás trabajadores del puerto aparecieron cantando “¡Enoch Powell!, ¡Enoch!, ¡Enoch Powell! ” y contra la inmigración, dando muestra de cuales eran los problemas que les afectaba a ellos realmente.

Unas semanas antes de las elecciones de febrero de 1974, Enoch Powell dimitió del Partido Conservador dado la intención de sus lideres de adherirse al Mercado Común. En esas elecciones Powell se presentó como independiente y fue elegido como diputado Unionista por el distrito electoral del Ulster de Down South. Este escaño lo mantuvo hasta 1992, cuando unos cambios legislativos en el Ulster dieron más peso a los nacionalistas irlandeses.

La importancia de este discurso es innegable, ya que sacó a la luz las tensiones y problemas existentes respecto a la inmigración, la integración y la anti-inmigración, obligando al Gobierno a restringir su política de inmigración. No obstante no podemos olvidar, que aunque Powell levantase la bandera de la rebelión contra la invasión extranjera, nunca cuestionó el sistema democrático capitalista que había hecho posible esta invasión, cosa que hoy en día siguen haciendo partidos populistas por toda Europa.

Enoch Powell – 20 de abril de 1968

La función suprema de un estadista es tomar precauciones contra los males previsibles. En su intento de hacer esto, se encuentra con obstáculos que están profundamente enraizados en la naturaleza humana. Uno de ellos es que por regla general, estos males no son demostrables hasta que no han ocurrido: en cada comienzo de una etapa hay un espacio para la duda y para la discusión de si estos males serán reales e imaginarios.
Aun es más, reciben muy poca atención en comparación con los males y problemas actuales, que son al mismo tiempo acuciantes y reales: es por ello que la tentación obsesiva de todos los políticos sea dedicarse al inmediato presente a costa del futuro. Sobre todo, la gente esta dispuesta a equivocarse en su pronostico de los problemas para que no se la acuse de crear esos problemas o de haberlos deseado: “Si tan solo”, les encanta pensar. “si tan solo la gente no hablara sobre ello, probablemente no llegue a ocurrir”

Quizás este hábito se remonta a la primitiva creencia de que la palabra y la cosa, el nombre y el objeto, son idénticos. En todos los eventos, surge la discusión sobre el futuro, pero ahora con más fuerza, los males evitables son la cuestión más impopular y al mismo tiempo más necesaria para los políticos.

Aquellos que conscientemente eluden su responsabilidad, recibirán el castigo de los que vienen después. Hace una o dos semanas, conversé con un votante de mediana edad, un obrero empleado en una de nuestras industrias nacionalizadas. Después de una o dos frases sobre el tiempo, de pronto dijo “Si tuviese el dinero para irme, no me quedaría en este país” Yo le respondí jocosamente que, aunque el gobierno actual lo haga mal, no durará para siempre en el poder, pero ni me escuchó y continuó: “Tengo tres hijos, todos han pasado por la escuela y dos de ellos están ahora casados y tienen familia. Yo no estaré satisfecho hasta que no les haya visto establecidos en el extranjero. En este país, en 15 o 20 años los negros serán los que dominen a los blancos”.

Todavía puedo oír el coro de la abominación de estas ideas en mi cabeza. ¿Cómo puede atreverse alguien a decir una cosa tan terrible? ¿Cómo iba a arriesgarme yo a buscar problemas e inflamar los sentimientos repitiendo semejante conversación? La respuesta es que no tengo derecho a no hacerlo. Ahí estaba un decente hombre corriente ingles, que a plena luz del día en mi propia ciudad me dice a mi, miembro del Parlamento, que en este su país no merece la pena que vivan sus nietos. Simplemente yo no tengo derecho de cruzarme de hombros y pensar en otra cosa. Lo que él dice lo pensarán y dirán cientos y miles de personas, quizás no en toda Gran Bretaña, pero sí en la áreas que actualmente están sufriendo una transformación para la que no existe ningún paralelismo en cientos de años de historia inglesa. En 15 o 20 años, de continuar la actual tendencia, en este país habrá tres millones y medio de inmigrantes de la Commonwealth junto con sus descendientes. Y esta no es una cifra que me haya inventado yo. Es una cifra oficial ofrecida al parlamento por el representante de la Oficina General del Registro Civil. No hay una cifra oficial para el año 2000, pero seguramente pueda ser de entre 5 y 7 millones de inmigrantes, aproximadamente un 10% del total de la población, lo que equivaldría a la población total del Gran Londres. Por su puesto no se distribuirán por todo el país desde Margate a Aberystwyth, y desde Penzance a Aberdeen. Areas enteras, ciudades y partes de ciudades a lo largo de Inglaterra serán ocupadas por población inmigrante y descendiente de inmigrantes.

Según vaya pasando el tiempo, la proporción sobre el total de los que son descendientes de inmigrantes, los que nacieron en Inglaterra, crecerá rápidamente. Aun en 1985 los descendientes de nativos ingleses constituirán la mayoría. Este factor es lo que crea la extrema urgencia de actuar ahora, de llevar a cabo ese tipo de acción que es más difícil de llevar a cabo por los políticos; una acción cuyas dificultades radican en el presente, pero los males futuros que deben ser prevenidos o minimizados radican en los parlamentarios situados por delante de mi.
La natural y racional primera pregunta que se haría una nación confrontada frente a un futuro tal, sería preguntar: “¿Cómo puede ser reducida la dimensión de este problema?” Reconozcamos que no puede ser prevenido del todo, pero puede ser limitado, teniendo muy presentes en la mente que los siguientes números son la esencia de la pregunta: la significación y consecuencias de la introducción de un elemento extraño en la población de un país es profundamente diferente dependiendo sí este elemento es el 1% o el 10%. Las respuestas a esta sencilla y racional pregunta son también sencillas y racionales: parando más afluencias de inmigrantes, y promoviendo al máximo la salida de los mismos. Ambas respuestas son parte la política oficial del Partido Conservador.

Cuesta creer que en este momento 20 o 30 nuevos niños inmigrantes están llegando del extranjero a la región de Wolverhampton cada semana, pero es cierto. Y eso representa 15 o 20 familias adicionales de aquí en una o dos décadas adelante. A aquellos a los que los dioses quieren destruir primero les vuelven locos. Y nosotros debemos estar locos, total y literalmente locos, al ser una nación que permite la llegada anual de 50.000 inmigrantes, que son en su mayor parte el material constitutivo del futuro crecimiento de la población descendiente de inmigrantes. Es como ver a una nación atareada apilando leña para su propia pira funeraria. Somos tan dementes que actualmente permitimos a personas solteras que se establezcan en el país con el propósito de formar una familia con novias y cónyuges a los que jamas han visto. Supongamos que este flujo de llegada de inmigrantes no se corta automáticamente. Al contrario, incluso con la actual cuota de solo 5.000 personas admitidas con permisos, hay suficiente para 25.000 nuevos inmigrante por año y así hasta el infinito; eso sin tener en cuenta la gran cantidad de parejas inmigrantes que ya se encuentran en nuestro país, y estoy suponiendo que es una situación en la que que no se permite de ningún modo la entrada ilegal o fraudulenta al país. En estas circunstancias nada será suficiente, pero la llegada total de inmigrantes para establecerse debería reducirse a proporciones absolutamente mínimas, y por ello deben tomarse medidas legislativas y administrativas sin demora alguna.

Vuelvo a la re-emigración. Si la inmigración terminase mañana mismo, la tasa de crecimiento de los inmigrantes que están aquí y de sus descendientes se podría reducir sustancialmente, pero el tamaño futuro de este elemento en la población seguiría manteniendo intacto su carácter de peligro nacional.

Esto solo puede ser afrontado mientras una considerable proporción de los inmigrantes todavía se encuentre comprendida en el total de personas que han llegado en los últimos diez años. De aquí la urgencia de aplicar el segundo elemento de la política del Partido conservador: la incentivación del retorno a su tierra de origen. Nadie puede estimar el numero de personas que, con una generosa ayuda y asistencia, elegirían bien retornar a sus países o trasladarse a otros países que necesiten la fuerza de trabajo, la destreza y las habilidades que ellos representan. Nadie lo sabe porque nunca se ha intentado una política semejante. Yo sólo puedo decir que, incluso ahora, inmigrantes de mi propio distrito electoral de vez en cuando vienen a verme, preguntándome si les puedo encontrar asistencia para volver a su verdadera casa. Si una política así fuese establecida y continuada con la determinación que justifica la gravedad de la situación, el flujo de salida resultante podría alterar significativamente las perspectivas futuras.
El tercer elemento de la política del Partido Conservador es que todos los que están en este país como ciudadanos deberían ser iguales ante la ley y no hacer ninguna discriminación entre ellos por parte de las autoridades públicas. Como el Sr. Heath ha dicho, no tendremos “ciudadanos de primera clase” y “ciudadanos de segunda clase”. Esto no significa que todos los inmigrantes y sus descendientes deban ser elevados a una clase privilegiada o especial, o que a los ciudadanos se les impida su derecho a discriminar en la administración de sus propios asuntos entre un conciudadano y otro, o que deba estar sujeto a imposiciones en lo relativo a sus motivos y razones legitimas para comportarse de una manera o de otra.

No puede haber mayor concepto erróneo de la realidad que la que es mantenida por esos que, a voz en grito, demandan una legislación “contra la discriminación”, ya sean los escritores de artículos de fondo de la misma índole (e incluso a sueldo de aquellos mismos periódicos) que aquellos que, a comienzos de los años 30, año tras año intentaban ocultar a este país del creciente peligro al que se enfrentaba; o los arzobispos que viven en palacios, de maneras delicadas y a los que la ropa de cama de seda les tapa los ojos. Lo han conseguido exactamente y diametralmente mal. La discriminación y la depravación, el sentimiento de alarma y de resentimiento no tienen relación con la población inmigrante establecida, sino con aquellos que han venido y siguen viniendo sin cesar. Es por ello que promulgar unas leyes de este tipo en el parlamento en estos momentos es como tirar una cerilla a un barril de pólvora. Lo más suave que se pude decir de quienes proponen y apoyan esto es que no saben lo que hacen.

Nada es más engañoso que las comparaciones entre los inmigrantes de la Commonwealth en Gran Bretaña con el negro americano. La población negra en los Estados Unidos, que ya existía antes de que los Estados Unidos se formasen como nación, empezó literalmente como esclava, y más tarde se le concedió el derecho de voto y otros derechos inherentes a la ciudadanía, cuyo ejercicio solo han alcanzado parcialmente y de forma gradual y aun no han completado del todo (1) . El inmigrante de la Commonwealth llega a Inglaterra como un ciudadano integral, a un país que no conoce la discriminación entre un ciudadano y otro, y entra instantáneamente en posesión de los derechos que tiene todo ciudadano, desde el voto hasta el tratamiento gratuito en el Servicio Nacional de Salud.

Cualquier inconveniente relacionado con los inmigrantes no deriva de la ley, o de las políticas publicas o de la administración, sino de las circunstancias personales y los accidentes que crean, y siempre crearán, del mismo modo que la fortuna y la experiencia de un ser humano es diferente a la de otro.

Pero, mientras que para el inmigrante entrar en este país era el ingreso a privilegios y oportunidades que surgían de un modo ilusionaste y atractivo, el impacto para la población autóctona era muy distinto. Por razones que no podían comprender, y en cumplimento de decisiones en las que nunca fueron consultados, se encontraron con que habían sido convertido en extraños en su propio país.

Se encontraron con que les era imposible encontrar camas en los hospitales en las maternidades, que sus hijos no podían obtener plazas en las guarderías y colegios, sus casas y barrios cambiadas de tal modo que eran irreconocibles, sus planes y proyectos para el futuro frustrados; en el trabajo se encontraron con que los patrones vacilaban a la hora de pedir a los inmigrantes los mismos estándares de disciplina y competencias requeridas a los trabajadores autóctonos de Inglaterra; empezaron a oír, mientras el tiempo pasaba, más y más voces que les decían que ahora ellos eran a los que no querían. Entonces aprendieron que un privilegio unilateral se establece por una ley del parlamento; una ley que no puede, y no esta diseñada para actuar en su protección ni para hacer justicia o reparar su quejas. Sin embargo sí esta promulgada para otorgar al extranjero, al descontento, refunfuñoso y agente provocador, el poder para humillar y acusar al honrado ciudadano ingles por sus acciones privadas.

En las cientos y cientos de cartas que recibí la ultima vez que hable de este tema hace dos o tres meses, había una impactante característica que era completamente nueva y que encontré premonitoria y preocupante. Todos los Miembros del Parlamento están acostumbrados a la típica correspondencia anónima; pero lo que me sorprendió y alarmó fue que una alta proporción de gente normal, sensible, que escribía una carta sensata, y casi siempre correcta y bien escrita, pensaba que tenían que omitir su dirección porque era peligroso comprometerse con una carta enviada a un Miembro del Parlamento mostrándose de acuerdo con los puntos de vista que yo había expresado, y que podrían sufrir algún castigo o represalia si se llegaba a saber que ellos habían hecho eso. La sensación que está creciendo entre la gente Inglesa corriente de ser una minoría perseguida, en aquellas áreas del país que están afectadas, es algo que aquellos sin una experiencia directa pueden difícilmente imaginar. Voy a permitir tan solo a una de esas cientos de personas que hable por mí:

“Hace ocho años en una respetable casa de Wolverhampton se vendió una casa a un negro. Ahora sólo una persona blanca (una anciana pensionista) vive allí. Esta es su historia. Ella perdió a su marido y a sus hijos en la II Guerra Mundial, y convirtió su casa de siete habitaciones, su única posesión, en una casa de huéspedes. Trabajó duro y lo hizo bien, pagó la hipoteca y empezó a guardar algo para su vejez. Entonces los inmigrantes se mudaron al barrio. Con una preocupación creciente, vio como una casa tras otra era ocupada. Aquella calle tranquila se volvió un lugar de ruido y confusión y pesarosamente sus inquilinos blancos se trasladaron. El día después de que se fuese el ultimo inquilino, fue despertada a las 7 de la mañana por dos negros que querían utilizar su teléfono para llamar a su patrón. Cuando se negó, como se lo hubiese negado a cualquier extraño a tales horas, fue insultada y temió que si no hubiese sido por la cadena de la puerta habría sido atacada. Familias inmigrantes habían intentado alquilar habitaciones en su casa de huéspedes, pero ella siempre se negó. Cuando sus pequeñas reservas de dinero se agotaron, y después de pagar los impuestos municipales, ella sólo tenia menos de dos libras por semana. Fue a pedir una reducción de la cuota de sus impuestos, y fue vista por una chica joven que, al oír que tenia una casa de huéspedes de siete habitaciones, le sugirió que podría alquilar una parte de ella. Cuando la anciana dijo que los únicos que la alquilarían serian los negros, la chica dijo ‘En este país los prejuicios raciales no te conducen a ninguna parte’. Y la anciana volvió a casa.

El teléfono es su cordón umbilical. Sus hermanos pagan la factura, y la ayudan sobrevivir lo mejor que pueden. Los inmigrantes la han ofrecido comprarle su casa de huéspedes, pero a un precio que cualquier propietario con un poco de vista sería capaz de recuperar de sus inquilinos en semanas, o a lo sumo en unos pocos meses. Ahora esta empezando a tener miedo de salir. Le rompen las ventanas. Encuentra excrementos en el buzón. Cuando va a comprar a las tiendas, la siguen niños pequeños mulatos que le hacen muecas. No saben hablar ingles, pero hay una palabra que conocen. ‘Racista’ le gritan. Cuando se apruebe la nueva ‘Ley de Relaciones entre Razas’ (1), esta mujer está convencida de que irá a prisión. Y yo me pregunto ¿Estará equivocada?

El otro peligroso engaño de aquellos que son testarudos, o bien que están ciegos ante la realidad, se aglutina en torno a la palabra ‘integración’. Estar integrado en una población significa ser para todos los fines prácticos indistinguible frente a los otros miembros. Hoy en día, y desde siempre, cuando hay diferencias culturales y físicas, especialmente el color, la integración es difícil durante un largo periodo, cuando no imposible. Hay, entre los inmigrantes de la Commonwealth personas que han venido aquí en los últimos 15 años, cientos de ellas cuyos propósitos y deseos son integrarse y cuyos únicos pensamientos y esfuerzos se dirigen en esa dirección. Pero imaginar que tal cosa pueda entrar en la cabeza de una gran y creciente mayoría de inmigrantes es una absurda equivocación, y además es peligrosa.

Estamos justo en el límite de un cambio. Hasta ahora han sido la fuerza de las circunstancias y el entorno los que han proporcionado la idea de que la integración es inaccesible para la mayor parte de la población inmigrante, que ellos nunca han concebido ni intentado tal cosa, y que su número y concentración física significan que la presión hacia la integración que normalmente apunta hacia cualquier pequeña minoría no funciona.

Actualmente estamos viendo el crecimiento de fuerzas poderosas que actúan contra la integración; de intereses creados en la preservación y agudización de las diferencias raciales y religiosas con vistas a ejercer su verdadera tiranía, primero entre sus conciudadanos inmigrantes, y después sobre el resto de la población. La nube no mayor que el tamaño de la mano de un hombre, que puede encapotar el cielo tan rápidamente, se ha visto recientemente sobre Wolverhampton, y ha dado señales de expandirse rápidamente. Las palabras que voy a usar ahora mismo, las cito tal cual aparecieron en la prensa local el 17 de febrero. No son mías, sino de un laborista Miembro del Parlamento, que es Ministro en el Gobierno actual: “La campaña de la comunidad sikh para mantener costumbres inapropiadas en Inglaterra es muy deplorable. Al trabajar en Gran Bretaña, especialmente en los servicios públicos, deben estar preparados para aceptar los términos y condiciones de su trabajo. El pedir derechos especiales para su comunidad (¿o deberían decir ritos?) (3) conducen a una peligrosa fragmentación de la sociedad. Este régimen de autonomía comunitaria es un cáncer, ya sea practicado por personas de un color o de otro, y debe ser duramente condenando.” Todo el mérito para John Stonehouse por tener la perspicacia para verlo, y el coraje para decirlo.

Para estos peligrosos y divisivos elementos, la legislación que se propone en la ‘Ley de Relaciones entre Razas’ es el mejor abono que necesitan para florecer. Con esto que acabo de exponer he querido mostrar que las comunidades de inmigrantes pueden organizar a sus miembros, agitarlos y hacer campañas contra sus conciudadanos, y sobrepasar y dominar al resto con las armas legales que los ignorantes y los mal informados les han proporcionado. Según miro hacia adelante, me llena un presentimiento: como el Romano, me parece ver “el Río Tiber con mucha espuma ensangrentada”. Ese trágico e intratable fenómeno que contemplamos con horror al otro lado del Atlántico, pero que está entretejido con la misma historia y existencia de los Estados Unidos mismos, esta viniendo aquí hacia nosotros por nuestra propia voluntad y nuestra propia negligencia. De hecho, ya ha llegado plenamente. En términos numéricos, será de la misma proporción que en los Estados Unidos para el fin del siglo XX. Sólo una firme resolución y acciones urgentes podrían evitarlo todavía hoy. Si la gente será quien demande esas acciones y las obtenga es algo que ignoro. Lo único que sé es que verlo, y no decirlo, será la gran traición.”

(1) Recuerde el lector que este discurso se pronunció en abril de 1968)
(2) Race Relations Bill
(3) Aquí se hace un juego de palabras en ingles entre ‘rights’ y ‘rites’)
(4) Ésta es una cita de Virgilo prediciendo la guerra


Pues parece que Enoch Powell acertó.

En 100 años probablemente los asiaticos que se den una vuelta por Europa vean esta estampa:

Actualización:

Lleva tiempo en Inglaterra coleando el tema de los secuestros y violaciones de niñas inglesas a manos de bandas organizadas de individuos procedentes de países islámicos (lo que aquí llamamos moros).

http://sociedad.elpais.com/sociedad/2014/08/26/actualidad/1409076485_265179.html

http://www.elmundo.es/internacional/2014/08/26/53fc9cac22601de47e8b458b.html

Unos 1.400 niños sufrieron abusos durante 16 años en el norte de Inglaterra
Los menores sufrieron abusos durante 16 años en una localidad del norte de Inglaterra
Esto ocurría a menudo ante la inacción de las autoridades, según el informe divulgado

Cuando parecía que el tema estaba olvidado parece que ha vuelto a salir a la palestra:

http://www.express.co.uk/news/uk/697583/Rotherham-abuse-scandal-child-grooming-gangs-industrial-scale-victims-CSE

Another girl, going under the pseudonym Lizzie, said: "I know a few girls who have come forward recently and been told they are being racist and I know a lot that won't come forward and to be fair I can't blame them.

“Nothing has changed, not in the slightest. It's still the same scale as before."

Un par de viñetas al respecto:

Hemos llegado a un punto que se acepta como algo normal que extranjeros que viven de los subsidios que salen de los impuestos que pagan unos ciudadanos europeos que cada año que pasa ven como sus prestaciones sociales son infinitamente peores, con unas tasas de paro y de paro juvenil con máximos históricos, encima se dediquen a matar ciudanos de forma indiscriminada (Madrid 191 asesinados, Paris 130 asesinados, Niza 84 asesinados, Londres 52 asesinados, Bruselas 35 asesinados) y a violar a niños y niñas europeos (total, son putos infieles, que más da).

7
Peyru

EEUU pasó su trago duro de integración racial con problemas, pero a día de hoy lo tienen bastante superado. En Europa no hemos ni empezado.

El problema no es la generación entrante , sinó los hijos de estos . No creo que sea un apocalipsis como lo pintas tu.

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SasSeR_18

estoy de acuerdo con la última foto. El resto me produjo vértigo

pd. lo digo porque los negros son menos racistas que nosotros. xddd

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M0E

¡STOP EMIGRACIÓN!

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1 comentario moderado
D

Te has olvidado la RPV, te echo un cable anda:

RPV: Los inmigrantes son los culpables de todos los males que acechan al primer mundo.

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Jocanyas

He llegado hasta el hombre que dice estar harto de los inmigrantes y que por eso quiere que sus hijos emigren. Suficiente paradoja para mí.

LaChilvy

Zaragoza nos lleva años de ventaja

Zaragoza sigue ganando población y perdiendo extranjeros

La ciudad tiene 704.239 habitantes (2.352 más que en 2012). El número de extranjeros baja por segundo año consecutivo, pero aumenta la presencia de chinos y nicaragüenses.

http://www.heraldo.es/noticias/aragon/zaragoza_provincia/zaragoza/2013/03/05/zaragoza_sigue_ganando_poblacion_perdiendo_extranjeros_224987_301.html

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Corocotta

#9 Cuando dicen que hay menos extranjeros no es que se larguen, es que los nacionalizan.

Con más de 5 millones de parados hay que venderles a los pringaos de los españolitos que los inmis se van, que la crisis se acaba y que los precios de los pisos empiezan a ir pa'rriba. El PP lo ha vuelto a hacer y tal.

1 1 respuesta
arChieSC2

Sobre la última foto, te diré que si el texto fuese como lo ponen y no se discriminase y se marginase a esas personas esa foto no tendría lugar.

Por el resto "didnt read lol"

arChieSC2

#10 entonces hemos llegado a la absurda parte en que la culpa del paro son los inmigrantes?

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mkkkl

#12 Del paro no hombre. Los inmigrantes tienen la culpa de todo. ¡De todo!

1
Corocotta

Si dentro de 10 años sigue MV online os prometo subir este hilo.

Nos vamos a echar unas risas buenas.

3 3 respuestas
arChieSC2

#14 he vivido en un pueblo con una población inmigrante mayor que la local, creeme no me vas a sorprender y te digo más. Nunca tuve ningún problema en ese sitio, pero claro como antes no había crisis.. ningún "españolito" se quejaba, ahora son todo rios de lágrimas.

choper

#7 True..

..excepto cuando se los necesita para levantar la economía.

M0E

#14 ¿Y si has tenido que emigrar a otro país, lo harás también? :)

9 4 respuestas
X

#1 Ya ves, en el País Vasco tenemos un 15% de paro. Si echaramos de aquí a los sucios andaluces y extremeños que vienen a vivir de nuestras ayudas sociales no tendríamos desempleo.

3
S

#1

Sí, sí, ya me lo se, antiracista es una palabra clave para antiblanco.

#17

En ese caso no estaría haciendo nada malo, estaría engrandeciendo al país al que fuese con su cultura y preparación. Ya sabes.

1
tgr_negro

Alguien me puede decir que ventajas a traído a españa la inmigración? por que lo de pagar las pensiones y que la multiculturalidad enriquece como que no cuela.

#17 yo he estado mirando irme de España y te piden convalidación de títulos nivel B2 del idioma, certificado de antecedentes penales etc. Y eso hablando de la UE, que para un visado a usa u otro país aun es mas jodido. Exactamente lo mismo que aquí que ha pasado todo dios y luego les han dejado nacionalizarse.

1 1 respuesta
FMartinez

Yo sigo flipando cuando se dice que un territorio claramente blanco como es Inglaterra, casi es inferior los habitantes de ascendencia blanca por muuy poquito, y nadie piensa que algo no está yendo bien, por favor... Pero os imaginaríais esto al reves? si fuese por ejemplo nosotros casi mayoria en Marruecos, Argelia, Afganistan, etc? Nos montan una jihad sin pestañear.

1 1 respuesta
_RUGBY_

#17 En la Moraleja no tienes estos problemas!

M0E

#20 ¿Eso dónde, para Japón? xq yo en UK entré con el DNI y sin papeleo ninguno, me registré en la "seguridad social" a la semana y a los quince días estaba currando.

#21 Lo del cómo sería al revés es una suposición que no lleva a ningún lado. La cantidad de inmigrantes en UK que siendo practicantes de su religión y siguen los estándares de su cultura y se sienten asímismo británicos es inmensa. No vale UK como ejemplo de invasión silenciosa o poca adaptación, de verdad.

2 respuestas
FMartinez

#23

Es una suposición, que sabes perfectamente, tú y todos, que es verdad. Que no duraríamos nada en esa supuesta invasión, como la que si está sufriendo los paises del sur de Europa, los llamados 'PIGS', y como no, también más paises de Europa como es UK. Sólo hay que ver Inglaterra.

Y aquí en España tenemos un gran problema, pero de mezcla de todo, en Inglaterra un gran problema con emigrantes islámicos.

Por otra parte, esa supuesta revolución islámica para echar a los invasores blancos, lo veo justificado y lo respeto.

Así como con los paises asíaticos, o los países negros.

2 respuestas
mikelflastic

#14 probablemente un argumento parecido usó ese tal Powell hace 50 años.

M0E

#24 De acuerdo, ¿pero cuáles son los problemas que esto causa? quiero decir, es un problema, ¿pero per se o tiene consecuencias?

D

Lógica hispañistaní: Los inmigrantes musulmanes, orientales o hispanoamericanos son una lacra. Sin embargo nosotros molamos mil como inmigrantes, en UK son racistas de hispañistaníes, no hay derecho, que asco de racistas...

¡No a la inmigración! (Siempre y cuando no sea yo el inmigrante, putos racistas de mierda)

arChieSC2

Esto es una cadena de colores, el más negro es odiado por el menos negro y el menos negro es odiado por el marron y el marron es odiado por el semi marron y el semi marron es odiado por el semi blanco y el semi blanco es odiado por el blanco.

Ah no, que eso solo importa cuando no hay dinero.

michi

#24 Entre los problemas actuales del mundo, la civilizacion, europa y españa creo que el rollo este de la mezcla ocupa el 14314432mil pero bueno, esta bien que alguien se lo tome muy en serio mientras no llegue a ser cansino.

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_RUGBY_

#23 Joder si que vale cuando tienes miles de pakis y de hindús que son sociedades absolutamente cerradas y que llevando 2 generaciones siguen igual.

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