Aplastar enemigos, verles destrozados y oir el lamento de sus mujeres.
Una vez hice una maqueta del universo pintando frutas de diferentes tamaños. Como le gusto a la profesora lo dejamos en clase y al poco tiempo comenzaron a pudrirse y a oler mal. Tardaron medio curso en darse cuenta de ello.
Lo más guay es sentirse guay.