Hola a todos los Federos.
Vengo a contar la historia que me ha pasado hace unos minutos y creo que sería curioso compartirla con todos vosotros. Seguro que se esboza alguna sonrisa entre alguno de los lectores.
Todo comenzó hace un par de meses, cuando una chica que tenía novio decidió dejarlo por unos motivos. Una noche estando borrachos chateando nos confesamos que nos gustabamos y que nos atraíamos. Aprovechando su "situación" no perdí la oportunidad y a lo Barney Stinson, ataqué. Ella vive en otra ciudad, aunque eso no es problema por que vendrá a visitarme en navidades. No creo que sea una relación estable por la distancia y eso pero vamos, es una tía guay y buena gente, buena persona.
Me comentó que un determinado día sería su cumpleaños. Ella ya sabía cuando era el mío (31 de Diciembre), por lo que cuadraba con navidades, así que me lo daría cuando vendría a visitarme. No tardó en comprarme el regalo y avisarme de que lo tenía, que era muy bonito etc. Obviamente yo también quería comprarla algo molón. No iba a comprarla un anillo ni un collar, quería comprarla un peluche gracioso. La gustan y me gustan, está bien. Después de ir a trabajar pasé por Eroski y pasé por la zona de peluches (también conocida la zona como la de los niños pequeños) y vi de todo, cosas muy chulas, Pocoyós, perros que hacen cosas raras, putas mierdas y por fin vi lo que más me convenció... vi a Trancas y Barrancas (las hormiguitas de El Hormiguero, de Pablo Motos). Muy cracks ellas, me decanté por Trancas, es mas hijadeputa y con mas picardía, me cae mejor, mola más, pega mas conmigo. Así que con mi Trancas más feliz que una perdiz fui a enviarlo por correos.
Ahora viene la otra parte de la historia. Ya ha pasado una semana y hoy por fin ha llegado Trancas. Llegó por la tarde, cuando lo recogió me mandó un mensaje y ponía: "Te voy a matar, gracias!". No entendía ese mensaje, pero bueno, lo dejé pasar. Por la noche hablando con ella todo normal: "Muy guayyy, gracias!!" y demás cumplidos.
De repente, me salta: "Tengo que confesarte una cosa...". Todo extrañado yo, pregunto: "¿Que es?", "- El regalo que te tenía comprado son las hormiguitas". No había regalos en toda la tierra para que fueran los mismos. ¡NO! Que puta casualidad, en fin, son cosas que te pasan en la vida. A priori igual no suena muy impactante la historia, pero cuando estas con el misterio de los regalos un mes y al final ambos regalos son iguales, algo falla.
Con esto amigos, y con esto concluyo, quiero deciros que la culpa la tiene Zapatero.
PD: SgtoElias, flamea un poquito, no te cortes.