Aurora #HO | El Dwarf Fortress de los 4X

La empresa Black ha fletado su primera nave de extracción de combustible. Nosotros le cobraremos un impuesto sobre el combustible que extraiga, y podremos repostar de esta nave si pagamos el combustible.

Inicio la construcción de dos naves Eagle en nuestro astillero más pequeño, para agilizar un poco el proceso de análisis geológico de asteroides para nuestras futuras naves mineras.

También comenzamos la construcción de tres de nuestras nuevas naves de salto Atila, que saldrán en mayo de 2030.

El 5 de febrero del 2029 se termina por fin la investigación económica en la que trabajaba casi todo nuestro personal científico. Vamos a seguir teniendo déficit, pero espero que algo menos.

A pesar de esto último, vamos a tener que dejar de construir naves durante un tiempo, dado que se están comiendo nuestras reservas de dinero y minerales.

El día 13 se fletan nuestras dos naves mineras Kobold.

Previamente hemos ido analizando algunos asteroides del sistema solar para ver dónde tenemos minerales, que son aquellos aquellos que se ven en la imagen:

Envío mis naves al cometa Tempel 1, que es el que mejor pinta tiene de momento. También mando mis naves de carga con un par de minas automáticas y un mass driver. La producción total que sacamos no es muy allá, pero ayudará a cubrir déficits de algunos minerales.

Y aquí está el primer paquete de minerales que sale hacia la tierra.

Una advertencia sobre los mass drivers. Un mass driver es una especie de cañón de minerales, que requiere otro mass driver en destino para capturarlos. ¿Qué ocurre cuando se destruye el mass driver de destino mientras viaja un paquete? Pues que una pelota de varias decenas de toneladas se la pega a miles de km/s contra la tierra, matando a millones de personas y causando una catástrofe global. Así que ya sabéis, tened siempre mass drivers de repuesto.

El 3 de enero del 2030 termina la construcción de un espaciopuerto en la tierra. Esto agilizará bastante las tareas de carga y descarga, permitiendo un comercio civil más fluido.

Y por fin, 5 días después, sale nuestra nave Mason de los astilleros. Se le asigna automáticamente un capitán con 30% de bonus a la fabricación, lo que nos ahorrará algo más de 3 meses de tiempo de construcción.

Inmediatamente la mando al punto de salto del sistema Manchester, que tiene un par de planetas baratos con algunos minerales donde estableceremos colonias. También hay que mencionar, que tras aplicar un severo plan de austeridad durante el último año (0 construcción de nuevas naves o modificaciones en astilleros), al fin hemos conseguido equlibrar la economía, aunque hemos estado muuuy cerca de convertirnos en la Grecia galáctica (hace un par de años teníamos 14 o 15k de dinero, ahora tenemos 2600):

Estamos interesados en los planetas Manchester-A II y Manchester-A III, con coste de 2.63 y 3.41 respectivamente.

Nuestros destructores empiezan a notar los problemas de la edad, la Aquiles 1 (he renombrado las naves porque es un tostón ponerles nombres individuales xD) ha sufrido dos averías en un mes.

Por cierto, la compañía Black tiene ya 10 naves, aunque no les da mucho uso. Ya les daremos trabajo cuando empecemos las colonias de Manchester.

Al explorar uno de los sistemas colindantes a Manchester nos encontramos una sorpresa:

Hay 3 naves destruidas en medio de la nada. Este sistema es un sistema binario cuyo único punto habitable (para la raza humana) es una luna del único planeta que tiene (que es un gigante gaseoso). Como no tengo ganas de perder mi Falcon, la retiro y ya mandaré un destructor a investigar.

Conviene hacernos con los restos de esas tres naves. Por un lado, obtendremos recursos de su reciclado. Por otro, y más importante, podremos obtener tecnología e información sobre qué naves utiliza su propietario, lo cual es una importante ventaja táctica (me preocupa especialmente esa nave de 9k toneladas, que es mayor que las nuestras). Para ello tendré que investigar un módulo específico para hacer naves de reciclaje.

Otra opción sería remolcar los restos a la tierra. El problema es que no tenemos naves de salto civiles.

¡Y por fin salen nuestras Atila, listas para el combate!

Aprovecharemos que las Aquiles 3-5 andan bajas de moral (estaban de entrenamiento) para reagrupar a la flota en la tierra. Así resuministramos las naves, recolocamos capitanes, y organizamos los grupos de asalto para cruzar a Cardiff.

Mientras tanto, la Falcon ha descubierto el sistema Aberdeen, con nada menos que 9 lunas con coste de colonia 2. Habrá que enviar a la Eagle a investigar. Este es nuestro mapa galáctico de momento:

También se han construido nuestras nuevas Eagle.

Tenemos un problema serio con los oficiales, ya que no tengo suficientes capitanes decentes para las naves...

La Mason ha acabado de construir la puerta por el lado del sistema Sol, ahora pasará a construir la parte correspondiente al sistema Manchester.

La primera de las lunas que hemos explorado tiene bastantes minerales, va a caer allí una colonia fijo:

Y ya tenemos todos nuestras naves militares listas. Las organizaremos en 3 grupos, 2 con 2 DD y 1 con 1 DD, así como una nave de salto en cada uno de ellos. Con esto pretendo poder dar una respuesta ágil en caso de encontrarnos varias naves tras el JP, así como poder retirar cualquier nave rápidamente en caso de daños graves.

Y con esto termino. Si no me obligáis a tripostear es posible que suba una actualización más tarde

Banda Sonora Obligatoria:

Por fin ha llegado el día. Nuestras naves, comandadas por el comodoro Joseph Rahman se dirigen a una batalla contra fuerzas desconocidas. Una batalla por el control de Cardiff. Una batalla por el futuro de la humanidad.

Es muy posible que no vuelvan, pero su misión es necesaria. Necesitamos información sobre nuestro enemigo, y la necesitamos ya.

La flota llega al punto de salto. La inexperta tripulación espera nerviosamente instrucciones de sus comandantes, saben que una vez realizado el salto, ya no hay vuelta atrás. Finalmente, el comodoro Rahman da la orden.

El enemigo está justo donde lo esperábamos. Inmediatamente se ordena fijar los sistemas de tiro, no se puede perder un segundo.

La primera salva enemiga impacta antes de que la flota pueda reaccionar, y la Aquilles 002 es instantáneamente desintegrada por la artillería enemiga. 46 sobreviven, el capitán no está entre ellos.

El comodoro Rahman ordena la retirada a un punto seguro mientras se preparan las armas.

La segunda salva acierta de lleno a la Atilla 002, infligiendo un daño masivo. La retirada de la nave ya no es posible.

Las armas tardan lo que parece una eternidad en cargarse. Y no sólo eso, ¡la tripulación aún no ha iniciado las maniobras evasivas!

La tripulación de nuestras naves observa impotente cómo la Atila 002 vuela por los aires tras otra ronda de fuego enemiga.

El comodoro Rahman es lanzado por los aires tras la tremenda explosión que sufre la Aquilles 001. Inmediatamente ordena la evacuación de la nave, dado que su futuro está claro. A estas alturas los mandos de nuestra flota ya han determinado que la Timbra porta algún tipo de arma de alta energía y rápida cadencia de fuego, mientras que la Ceará basa su capacidad ofensiva en misiles con una enorme potencia.

Tras otra ronda de fuego de la Timbra, la Aquilles 001 queda completamente destruida. La decisión del comodoro salvó la vida de 70 hombres y mujeres, incluído él mismo.

La primera oleada de misiles de la Confederación surge por fin de las lanzaderas, ante la mirada de alivio de la tripulación.

Situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas, y se ha decidido que nuestros misiles antimisiles Flea se disparen contra los buques enemigos.

El alivio de los soldados rápidamente se torna en impotencia al fallar 11 de los 12 misiles lanzados contra la Timbra. El segundo al mando ordena la retirada urgente de las naves que siguen en pie.

El contraataque es feroz, aniquilando la Aquilles 003 en cuestión de segundos. El pánico de la tripulación causa que aún no hayan comenzado las maniobras de retirada.

La Atila 001 rápidamente sufre el mismo destino que su nave hermana.

Aquilles 005 es la siguiente en caer, a pesar del contraataque desesperado de la única Atila que queda.

No tarda en seguirla la Aquilles 004, aunque no cae sin antes lanzar una última oleada de misiles con objetivo no de victoria, sino de venganza.

La tripulación de la Atila 003 sabe cuál es su destino, no tiene sentido ofrecer más resistencia.

Finalmente, la Atila es destruida en el vacío del espacio, poniendo fin a una batalla que ha durado menos de dos minutos.

No habrá operación de rescate.

1401 hombres y mujeres partieron en las 8 naves que debían asegurar la protección de la Tierra, y ninguno ha vuelto. Serán recordados como héroes.