El rincón del jugón v2.0

Los videojuegos se han convertido en un medio de diversión privilegiado para millones de personas. Con el desarrollo que han tenido estos últimos años, han ganado adeptos y se han convirtido en una de las industrias de entretenimiento más rentables de nuestro tiempo.
Ya han quedado atrás los días en los que a los juegos se los consideraba para niños o para frikis.
El mercado del videojuego continúa expandiéndose y creciendo, y cada vez son más los adultos que tienen en su Smartphone juegos como el Candy Crush, con los que matan sus ratos libres y de paso estimulan su cerebro con una actividad divertida.

Haciendo una distinción sencilla, hay dos categorías de videojuegos.

Por un lado, encontramos aquellos títulos que pueden ser considerados de habilidad.
Son juegos con poca o historia ausente, en la que el jugador tiene que llevar a cabo acciones de habilidad e inteligencia para resolver puzles, acertijos, pasar pantallas esquivando o derribando enemigos etcétera.
En esta categoría englobamos títulos como Mario Bros, Candy Crush o los típicos juegos de Arcade que se jugaban los salones recreativos.
Estos juegos sirven para echar un rato, en un tiempo muerto de camino al trabajo por ejemplo, y no involucran al jugador con el personaje, no requieriendo mayor atención que la depositada en coordinar el movimiento inmediato.

Por otro lado encontramos los juegos, generalmente más modernos, que dan un paso más e involucran al jugador en su historia.
En este momento el jugador se vuelve un sujeto activo en la trama del videojuego y entra en la piel del protagonista; “el jugador vive lo que el personaje vive, se identifica con él”.
Por lo tanto, los personajes de estos videojuegos tienen personalidad definida, rasgos y vidas similares a las humanas, y nos pueden despertar todo tipo de sentimientos y emociones.
Los arquetipos de personaje que por ejemplo son usados en el cine, se introducen ahora en el videojuego, otorgándonos la opción de cambiar sus destinos, vivir sus aventuras y sufrir sus desventuras.
Hay teorías que respaldan que según lo que actuamos y representamos en forma de teatro, podemos acceder a ciertos conflictos propios a través de los personajes que estamos representando, y que con el trabajo adecuado, podemos explorar diversas opciones de comportamiento que nos ayuden a solucionar nuestra problemática, y en definitiva, a mejorar como persona y acercarnos un poco más al bienestar.

Debido a esto, es posible que mediante el conocimiento de los juegos a los que juegan los sujetos, las decisiones que toman en los mismos, y los sentimientos asociados a ellas, podamos acceder a conocer la vida emocional y ayudar a resolver ciertas problemáticas que se presupone tienen raíces en la vida real de la persona.

Obviamente, no recomiendo dedicar gran parte del día a estar enganchado a los videojuegos, pero propongo, que siendo una actividad lúdica con millones de usuarios, poder utilizar y poner en palabras lo que muchas veces se actúa en el juego y se fantasea en la vida mental.
No es que una persona por ser violenta, por ejemplo, consuma videojuegos de contenido violento, o una persona sentimental, vaya a disfrutar más las historias de este corte. Lo que propongo es que no se puede establecer una relación de causalidad unidireccional del orden “soy violento, porque juego a videojuegos violentos”, sino más bien “En este momento, tengo necesidad de canalizar mis sentimientos de violencia, y mediante este tipo de videojuegos estoy dando salida a parte de mis angustias agresivas sin que tengan consecuencias en mi vida real”.

Saber leer este tipo de mensajes a tiempo y trabajarlos con ayuda profesional, puede contribuir en un mayor desarrollo personal, conocimiento de uno mismo, y ayuda en la gestión emocional de muchas personas.