MADRID.- Parece una excentricidad de famosos, pero tener un cerdo de mascota, al estilo de George Clooney, o compartir la infancia con una oveja o una cabra resulta que reduce el riesgo de desarrollar en la juventud la enfermedad de Crohn, un trastorno autoinmune que provoca la inflamación de los intestinos y cuyo origen se desconoce.
Investigadores de la Universidad Ludwig-Maximilians de Munich y del Instituto alemán de Medicina Ambiental, han demostrado, por primera vez, que los niños que viven con algún animal de granja, especialmente durante el primer año de vida, tienen menos posibilidades de sufrir la enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa. Hasta ahora, sólo se había comprobado que estos animales protegen a los pequeños de las alergias respiratorias.
Esta relación positiva y el hecho de que haya aumentado la incidencia de esta patología en los países industrializados llevan a los autores a sugerir que "los factores ambientales parecen jugar un papel importante en esta enfermedad".
Para descubrir este vínculo entre los animales y el mal de Crohn, los investigadores estudiaron en 13 hospitales pediátricos alemanes a 748 chicos entre los 6 y los 18 años que habían ingresado con esta inflamación intestinal o con colitis ulcerosa y los compararon con otros 1.481 niños que llegaron al hospital para corregir su estrabismo (una dificultad de la visión) mediante cirugía y que sirvieron de grupo de control.
Los resultados de este análisis, publicados en el último número de la revista 'Pediatrics', muestran que los pacientes con Crohn o colitis ulcerosa vivían más en áreas urbanas que los chicos del grupo de control. Sin embargo, en lugar de fijarse en el la residencia de estos pacientes, los autores del trabajo se han centrado en la convivencia o no de los niños con animales de granja.
Más común en varones
Tras investigar la presencia de un animal de granja o una mascota convencional, como gatos o perros, tanto durante el primer año de vida como en el resto de la infancia, los autores concluyen que "hay evidencias que muestran que el contacto con estos animales, sobre todo en el primer año, disminuye el riesgo de desarrollar la enfermedad de Crohn y además es uno de los factores más importantes para proteger a los niños de las rinitis alérgicas".
"Nuestro trabajo es el primero en mostrar también un vínculo entre las rinitis alérgicas y el mal de Crohn, lo que quiere decir que ambas patologías tienen algunas similitudes en su manera de comportarse que habrá que seguir investigando", añaden.
Asimismo, el estudio ha confirmado que el mal de Crohn es más común entre los varones, no así la colitis ulcerosa, y que ambos trastornos se dan con más frecuencia si los padres también los han padecido.
Aproximadamente, 12.000 niños y adolescentes tienen en Alemania la enfermedad de Crohn. En España, cada año se diagnostican 2.000 casos nuevos de este trastorno, que produce diarrea, dolor, pérdida de peso y debilidad, entre otros síntomas
http://www.elmundo.es/elmundosalud/2007/08/06/medicina/1186424686.html
