El obrero de derechas

M

#480 Hitler era anticapitalista, antiindividualista, colectivista y nacionalista.

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Kaiserlau

#479 ni un puto argumento, la economía nazi no se socializó en ningún momento xd se mantuvieron en propiedad privada las industrias y los medios de producción e incluso llegó a atraer a capital y industria extranjera en los años de preguerra.

Nadie temía de Hitler (hablo de industriales y grandes empresas extranjeras) como un peligroso socialista xd que quería socializar sus medios de producción para repartirlo a la clase obrera xd.

Ya se que un "liberal" como tú puede permitirse cualquier tontería con tal de.defender posiciones estúpidas. Pero en estos temas meas contra el viento.

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B
#480elred:

dentro de poco dirán que Hitler era comunista

Eso yo ya lo he oido, de dentro de poco nada.

Luego ves como en el nazismo las empresas se forraban con mano de obra esclava (el sueño de los liberales), pero en fin, que la historia no te quite tus pajas mentales de Hitler comunazi.

M

#482

La identificación de la Alemania nazi como estado socialista fue una de las muchas grandes contribuciones de Ludwig von Mises.

Cuando uno recuerda que la palabra “nazi” era una abreviatura para “der Nationalsozialistische Deutsche Arbeiters Partei” (en traducción española Partido Nacional Socialista de los Trabajadores Alemanes), la identificación de Mises no podría parecer tan notable. Pues ¿qué debería uno esperar como sistema económico de un país gobernado por un partido con “socialista” en su nombre salvo socialismo?

Sin embargo, aparte de Mises y sus lectores, prácticamente nadie piensa en la Alemania nazi como un estado socialista. Es mucho más común creer que representaba una forma de capitalismo, que es lo que han afirmado los comunistas y otros marxistas.

La base de la afirmación de que la Alemania nazi era capitalista era el hecho de que la mayoría de las industrias en la Alemania nazi aparentemente quedaban en manos privadas.

Lo que identificó Mises fue que la propiedad privada de los medios de producción existía solo nominalmente bajo los nazis y que la sustancia real de la propiedad de los medios de producción residía en el gobierno alemán. Pues era el gobierno alemán, y no los propietarios privados nominales, el que ejercía todos los poderes sustantivos de propiedad: él, no los propietarios privados, decidía que se iba a producir, en qué cantidad, por qué métodos y a quién se iba a distribuir, así como los precios que se cobrarían y los salarios que se pagarían y qué dividendos u otras rentas se permitiría percibir a los propietarios privados nominales. La posición de los supuestos propietarios privados, como demostró Mises. se reducía esencialmente a la de pensionistas del gobierno.

La propiedad de hecho del gobierno de los medios de producción, como la llamaba Mises, estaba implícita lógicamente en principios colectivistas fundamentales adoptados por los nazis como que el bien común está por encima del bien privado y que el individuo existe como medio para los fines del Estado. Si el individuo existe como medio para los fines del Estado, por supuesto, lo mismo pasa con la propiedad. Igual que lo posee el Estado, su propiedad también la posee el Estado.

Pero los que estableció concretamente el socialismo de hecho en la Alemania nazi fue la introducción de los controles de precios y salarios en 1936. Se impusieron como respuesta a la inflación de la oferta monetaria llevada a cabo por el régimen desde el momento de su llegada al poder a principios de 1933. El régimen nazi infló la oferta monetaria como medio de financiar el enorme aumento en el gasto público que requerían sus programas de obras públicas, subvenciones y rearme. Los controles de precios y salarios se impusieron en respuesta al aumento de los precios que empezó a producir la inflación.

El efecto combinado de la inflación y los controles de precios y salarios es la escasez, es decir, una situación, en la que las cantidades de los bines que intenta comprar la gente exceden de las cantidades disponibles para comprar.

A su vez, las escaseces se convierten en caos económico. No es solo que los consumidores que aparecen en las tiendas antes están en disposición de comprar todas las existencias y dejar sin nada a los clientes que lleguen más tarde (una situación a la que los gobiernos normalmente responden con racionamiento). Las escaseces generan caos en todo el sistema económico. Introducen arbitrariedad en la distribución de suministros entre áreas geográficas, en la asignación de un factor de producción entre sus diferentes productos, en la asignación de trabajo y capital entre las distintas ramas del sistema económico.

A la vista de la combinación de controles de precios y escasez, el efecto de una disminución en la oferta de una cosa no es, como pasaría en un mercado libre, aumentar su precio e incrementar su rentabilidad, operando así para detener la disminución de la oferta o invertirla si ha ido demasiado lejos. Los controles de precios impiden el aumento en la oferta al reducir el precio y la rentabilidad. Cuando hay una escasez, el efecto de un aumento en la oferta es simplemente una reducción en la severidad de la escasez. Solo cuando se elimina totalmente la escasez, un aumento en la oferta necesita una disminución en el precio y genera una disminución en la rentabilidad.

Como consecuencia, la combinación de controles de precios y escasez hace posible movimientos aleatorios de la oferta sin ningún efecto en los precios y la rentabilidad. En esta situación, la producción de los bienes más triviales y poco importantes, incluso las mascotas de piedra, puede expandirse a costa de la producción de los bines más urgentemente necesitados e importantes, como medicinas que salven vidas, sin efecto en el precio o la rentabilidad e cada bien. Los controles de precios impedirían que la producción de medicinas se hiciera más rentable al disminuir su oferta, mientras que una escasez incluso de mascotas de piedra impediría que su producción se hiciera menos rentable al aumentar su oferta.

Como demostró Mises, para ocuparse de los efectos no pretendidos de sus controles de precios, el gobierno debe o bien abolir los controles de precios o añadir más medidas, como precisamente el control sobre lo que se está produciendo, en qué cantidad, por qué métodos y a quién se distribuye, a lo que me referí antes. la combinación de controles de precios con su mayor serie de controles constituye la socialización de hecho del sistema económico. Pues significa que el gobierno ejercita entonces todos los poderes sustantivos de propiedad.

Éste fue el socialismo instituido por los nazis. Y Mises lo llama el socialismo de patrón alemán o nazi, frente al socialismo más evidente de los soviético, al que llama socialismo de patrón ruso o bolchevique.

Por supuesto, el socialismo no acaba con el caos causado por la destrucción del sistema de precios. Y si se introduce sin la existencia previa de controles de precios, su efecto es iniciar el propio caos. Porque el socialismo no es realmente un sistema económico positivo. Es meramente la negación del capitalismo y su sistema de precios. Como tal, la naturaleza esencial del socialismo es una y la misma que el caos económico que resulta de la destrucción del sistema de precios por controles de salarios y precios. (Quiero apuntar que la imposición del socialismo del estilo bolchevique de un sistema de cuotas de producción, que incentiva siempre exceder la cuotas, es una fórmula segura para una escasez universal, igualo que la que existe bajo todos los controles de precios y salarios).

Como mucho, el socialismo simplemente cambia la dirección del caos. El control público sobre la producción puede hacer posible una mayor producción de algunos bienes de especial importancia para él, pero lo hace solo a costa de crear el caos en el resto del sistema económico. Esto pasa porque el gobierno no tiene forma de conocer los efectos en el resto del sistema económico de su aseguramiento de la producción de bienes a los que atribuye una importancia especial.

Los requisitos de aplicar un sistema de control de precios y salarios dan mucha luz sobre la naturaleza totalitaria del socialismo (por supuesto, más evidentemente en la variante alemana o nazi, pero también en la del socialismo al estilo soviético).

Podemos empezar por el hecho de que el interés propio de los vendedores que operan bajo controles de precios es evadir los controles de precios y aumentar sus precios. Los compradores, incapaces de otra forma de obtener bienes, están dispuestos a pagar estos precios más altos como medio de de conseguir los bienes que quieren. En estas circunstancias, ¿qué va a impedir que aumenten los precios y se desarrolle un mercado negro masivo?

La respuesta es una combinación de sanciones severas combinadas con una gran probabilidad de ser atrapado y luego sufrir realmente esas sanciones. Unas simples multas no es probable que supongan una gran disuasión. Se considerarían solo como un gasto de negocio adicional. Si el gobierno es serio respecto de los controles de precios, es necesario que imponga sanciones comparables a las de un delito grave.

Pero la mera existencia de dichas sanciones no basta. El gobierno tiene hacer realmente peligroso realizar transacciones en el mercado negro. Tiene que hacer que la gente tema realizar tales transacciones que pudieran ser descubiertas de algún modo por la policía y acaben realmente en prisión. Para crear ese miedo, el gobierno debe desarrollar un ejército de espías e informadores secretos. Por ejemplo, el gobierno debe hacer temer al vendedor y a los clientes que si realizan una transacción de mercado negro, algún otro cliente en la tienda pueda denunciarles.

A causa de la privacidad y secreto con que deben realizarse muchas transacciones del mercado negro, el gobierno debe asimismo hacer que todo el que vea una operación del mercado negro temeroso de que la otra parte resulte ser un agente policial tratando de encarcelarle. En gobierno debe hacer que la gente tema incluso a sus socios más veteranos, incluso a sus amigos y parientes, no sea que resulten ser informadores.

Y finalmente, para obtener condenas, el gobierno debe poner la decisión acerca de la inocencia o culpabilidad en el caso de las transacciones de mercado negro en manos de un tribunal administrativo o sus agentes de policía en el momento. No puede confiar en juicios con tribunales, porque es improbable que puedan encontrarse muchos jurados dispuestos a dar veredictos de culpabilidad en casos en el un hombre tenga que ir a la cárcel por muchos años por el delito de vender unas pocas libras de carne o un par de zapatos por el encima del precio máximo.

Por tanto, en resumen, los requisitos simplemente para aplicar las regulaciones de control de precios son la adopción de las características esenciales de un estado totalitario, es decir, el establecimiento de la categoría de “delitos económicos”, en la que la búsqueda pacífica del interés propio se considera un delito criminal, y el establecimiento de un aparato policial totalitario lleno de espías e informadores y el poder de un arresto y prisión arbitrarios.

Está claro que la aplicación de controles de precios requiere un gobierno similar al de la Alemania de Hitler o la Rusia de Stalin, en los que prácticamente cualquiera podía resultar ser un espía policial y en los que existe una policía secreta que tiene el poder de arrestar y encarcelar a la gente. Si el gobierno no está dispuesto a llegar tan lejos, entonces, hasta ese punto, sus controles de precios resultarán inaplicables y sencillamente no funcionarán. Entonces el mercado negro asume proporciones enormes. (Por cierto, que nada de esto sugiere que los controles de precios fueran la causa del reino de terror institutito por los nazis. Los nazis empezaron su reino de terror mucho antes de la aprobación de los controles de precios. Por consiguiente, aprobaron controles de precios en un entorno listo para su aplicación por la fuerza).

La actividad del mercado negro conlleva la comisión de más delitos. Bajo el socialismo de hecho, la producción y venta de bienes en el mercado negro conlleva el desafío de las regulaciones públicas respecto de la producción y distribución, así como el desafío a sus controles de precios. Por ejemplo, los propios bienes que se venden en el mercado negro pretendía el gobierno que se distribuyeran de acuerdo con su plan y no en el mercado negro. Los factores de producción utilizados para producir esos bienes igualmente pretendía el gobierno que se utilizaran de acuerdo con su plan y no para el fin de aprovisionar el mercado negro.

Bajo un sistema de socialismo de derecho, como el que existía en la Rusia soviética, en el que el código legal del país hace abierta y explícitamente al gobierno del país el propietario de todos los medios de producción, toda actividad de mercado negro conlleva necesariamente el uso indebido o el robo de la propiedad del estado. Por ejemplo, se consideraba que los trabajadores o directores de fábricas de la Rusia soviética que se llevaban productos que vendían en el mercado negro estaban robando las materias primas proporcionadas por el estado.

Además, en cualquier tipo de estado socialista, nazi o comunista, el plan económico del gobierno es parte de la ley suprema del territorio. Todos tenemos una buena idea de lo caótico que es el llamado proceso planificador del socialismo. Su mayor distorsión por trabajadores y directores drenando materiales y suministros para producir para le mercado negro, es algo a lo que un estado socialista está lógicamente autorizado a considerar como un acto de sabotaje de su plan económico nacional. Y como sabotaje es como lo considera cualquier código legal de un estado socialista. Coherentemente con este hecho, la actividad del mercado negro en un país socialista a menudo conlleva la pena capital.

Creo que un hecho fundamental que explica el reino absoluto de terror que se encuentra en el socialismo es el increíble dilema en el que se sitúa un estado socialista en relación con las masas de sus ciudadanos. Por un lado, asume una responsabilidad completa del bienestar económico individual. El socialismo al estilo ruso o bolchevique reconoce abiertamente esta responsabilidad: es la fuente principal de su atractivo popular. Por otro lado, de todas las formas que puedan imaginarse, un estado socialista resulta una chapuza increíble en esta tarea. Hace de la vida del individuo una pesadilla.

Todos los días de su vida, el ciudadano de un estado socialista debe gastar tiempo en colas de espera inacabables. Para él, los problemas que experimentaron los estadounidenses en relación con las escaseces de gasolina en la década de 1970 son normales, solo que no los experimenta en relación con la gasolina (pues no posee un coche y no tiene esperanza de tener nunca ninguno), sino en relación con las cosas sencillas de la vestimenta, de las verduras e incluso del pan. Aún peor es que se le obliga frecuentemente a trabajar en un empleo que no ha elegido y que por tanto debe indudablemente odiar. (Pues bajo la escasez, el gobierno decide la asignación del trabajo igual que hace con la asignación de los factores de producción). Y vive en una condición de increíble hacinamiento, que apenas deja posibilidades de privacidad. (A la vista de la escasez de vivienda, se asignan huéspedes a las casas; se obliga a las familias compartir pisos. Y se adopta un sistema de pasaportes y visados internos para limitar la severidad de la escasez de vivienda en las zonas más deseables del país). Por decirlo suavemente, una persona obligada a vivir en esas condiciones debe bullir de resentimiento y hostilidad.

Entonces, ¿contra quién sería más lógico que los ciudadanos de un estado socialista dirijan su resentimiento y hostilidad que contra el mismo estado socialista? El mismo estado socialista que ha proclamado su responsabilidad por su vida, le ha prometido una vida de felicidad y es de hecho responsable de una vida infernal. De hecho, los líderes de un estado socialista viven un dilema mayor, ya que cada día animan al pueblo a creer que el socialismo es un sistema perfecto, cuyos malos resultados solo pueden ser obra de gente malvada. Si eso fuera verdad, ¿quiénes podrían ser razonablemente esos hombres malvados, salvo los propios gobernantes, que no solo han hecho infernales sus vidas, sino que han pervertido un sistema supuestamente perfecto para hacerlo?

De esto se deduce que los gobernantes de un estado socialista deben vivir aterrorizando a la gente. Por la lógica de sus acciones y sus enseñanzas, el bullente resentimiento del pueblo puede hacerle levantarse y tragárselo en una orgía de sangrienta venganza. Los gobernantes sienten esto, incluso aunque no lo admitan abiertamente, y por tanto su mayor preocupación es siempre mantener a raya a la ciudadanía.

Consecuentemente, es verdad por muy inadecuado decir simplemente cosas como que al socialismo le falta la libertad de prensa y de expresión. Por supuesto, le faltan estas libertades. Si el gobierno posee todos los periódicos y editoriales, si decide para qué fines va a estar disponibles el papel, entonces evidentemente nada puede imprimirse que el gobierno no quiera que se imprima. Si posee todas las salas de reuniones, no puede realizarse ninguna conferencia o discurso público que el gobierno no quiera que se realice. Pero el socialismo va mucho más allá de la mera falta de libertad de prensa y expresión.

Un gobierno socialista aniquila totalmente estas libertades. Convierte a la prensa y a cualquier foro público en un vehículo de propaganda histérica en su favor y se dedica a la incansable persecución de todo el que se atreve a desviarse un centímetro de su línea oficial del partido.

La razón de estos hechos es el terror del pueblo de los gobernantes socialistas. Para protegerse, deben ordenar que el ministro de propaganda y la policía secreta trabajen constantemente. Uno, para desviar continuamente la atención del pueblo de la responsabilidad del socialismo, y de los gobernantes del socialismo, por la miseria del pueblo. La otra, para secuestrar y silenciar a cualquiera que pueda sugerir siquiera sea remotamente la responsabilidad del socialismo o de sus gobernantes (secuestrar a cualquiera que empiece a mostrar señales de pensar por sí mismo). Es a causa del terror de los gobernantes y su desesperada necesidad de encontrar cabezas de turco para los fracasos del socialismo, por lo que la prensa de un país socialista está siempre llena de historias acerca de conspiraciones y sabotajes extranjeros y acerca de la corrupción y mala dirección por parte de los oficiales subordinados y por lo que es necesario destapar periódicamente conspiraciones nacionales a gran escala y sacrificar a altos funcionarios y facciones completas en purgas gigantescas.

A causa de su terror y su desesperada necesidad de aplastar cualquier respiro incluso de una potencial oposición, los gobernantes del socialismo no se atreven a permitir ni siquiera actividades puramente culturales que no estén bajo el control del estado. Pues si la gente va a reunirse para un espectáculo artístico o un recital de poesía que no esté controlado por el estado, los gobernantes deben temer la diseminación de ideas peligrosas. Cualquier idea no autorizada es una idea peligrosa, porque puede llevar al pueblo a empezar a pensar por sí mismo y por tanto empezar a pensar acerca de la naturaleza del socialismo y sus gobernantes. Los gobernante debe temer la reunión espontánea de un puñado de personas en una sala y utilizar la policía secreta y su aparato de espías, informadores y terror o para detener esas reuniones o para asegurarse de que su contenido es completamente inocuo desde el punto de vista del estado.

El socialismo no puede prevalecer mucho tiempo excepto bajo el terror. Tan pronto como se relaja el terror, el resentimiento y la hostilidad empiezan lógicamente a brotar contra los gobernantes. Así que la situación esta lista para la revolución o la guerra civil. De hecho, en ausencia de terror o, más correctamente, de un suficiente grado de terror, el socialismo se caracterizaría por una serie inacabable de revoluciones y guerras civiles, ya que cada nuevo grupo de gobernantes resultarían tan incapaces de hacer que el socialismo funcionara con éxito como sus antecesores. La consecuencia inevitable a realizar es que el terror realmente experimentado en los países socialistas no era simplemente obra de hombres malvados, como Stalin, sino que deriva de la naturaleza del sistema socialista. Stalin podría pasar a primer plano porque su inusual voluntad y astucia en uso del terror eran las características concretas más necesarias para un gobernante socialista para mantenerse en el poder. Subió al poder por un proceso de selección natural socialista: la selección de los peores.

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TrumpWon

#481 Pero eso no quiere decir que sea socialista, aunque el socialismo también comparta esto.

No fue socialista hitler, fue algo igual de malo o incluso peor porque era una economía que necesitaba la guerra exclusivamente y sin plan a largo plazo viable

YokeseS

#477 Para defender al obrero no hace falta ser clasista ni darte palmaditas en la espalda. No se si sera la mejor opcion, pero si que da la impresion de que es el unico partido que se preocupa por los demas independientemente de su clase. Que se preocupa por su Pais y no por sus votantes.

1 comentario moderado
Kaiserlau

#484 por qué en vez de poner el tochaco no pones la puta referencia. Es ridículo lo vuestro xd

Aquí hasta se ha llegado a decir que lo de faileo del imperio romano fue por socialismo xdxdxddby por supuesto que hay mucho texto defendiendo semejante ida de olla.

Ford era socialista por plantar unas condiciones mínimas a sus empleados? Era socialista la famila Bayer? Es socialismo quitarle la tienda a una persona por tener alguna condición y posteriormente subastarla en el mercado al mejor postor? Es socialismo que el estado no tenga industria pública y tenga que lanzar concursos privados para la fabricación de un modelo de coche, a suministros básicos para el ejercicio?

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elred

Dadle tiempo que se lo está leyendo todavía jajajaja

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YokeseS

El partido nazi era en partudo socialista. Pero no comunista. A ver si aprendemos a diferenciar terminos.

B

#489 #488

Desde luego que ni Kaiser ni tú Tholdrak os lo vais a leer, por eso seguiréis sin entender que Hitler es el enésimo cáncer colectivista y socialista que creó el siglo XX.

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Kaiserlau

#491 Te parece socialista la imagen y el profit del empresario aleman de los años 30? xd vamos a reírnos todos.

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elred

Corea la buena se llama "República Democrática Popular de Corea" así que no puede ser una dictadura, tiene que ser una democracia porque lo pone en el nombre.

El nivel.

#491 Ni yo soy thordrak ni Hitler era socialista, era fascista, puedes seguir repitiendo la misma mentira las veces que quieras, lo único que haces es quedar retratado una vez más.

Aunque ya estarás acostumbrado :rofl:

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B

#492 Tan socialista como la imagen de un gulag. Not real socialism, o real socialism. No sé sabe. Si te hubieras leído lo que ha puesto Muerte lo entenderías, pero estabas demasiado ocupado pidiendo la referencia original, como si te lo fueras a leer de alguna de las dos formas...

#493 El fascismo es un tipo de socialismo.

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Kaiserlau

#494 osea que realmente me estas diciendo que no era socialismo xD ni lo uno ni lo otro. O si lo era pero a su modo? xd como a ti te da la gana no?

Con ese cisma puedes decir que no hay ningun pais capitalista en el mundo. O suiza es une stado socialista por proteger y tener planes de ayuda social a la hora de encontrar vivienda xD etc..

TOOOOOOdo es socialismo

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B

#495 No, no he dicho eso. Aprende a leer.

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elred

Cómo han calado las palabras de Losantos y César Vidal en los "librepensadores" del foro :rofl:

Kaiserlau

#496 xD lmao. Pero si lo que estas haciendo es una burda manipulación, tu y tu gemelier -Que adolfo hizo obra publica!, lmao, -como Roosevelt, lmao, -Que Stalin tenia gulags, -como adolfo, lmao. Y así, hasta el infinito. Ves que facil es contaminar a Rossvelt? que por cierto es objeto de burlas y criticas, muchas de ellas con ese tono en ciertos círculos de auténticos sociopatas aka "libre pensadores".

Y así se termina vuestra lógica, terminando por el imperio romano y mas allá. Que regalaban pan loco! puto socialismo.

DiosUniverso

#468 La moraleja es: en publico merito y esfuerzo, en privado trampas y contactos, la gente de pensamiento de "derechas" personificada. Lo mismo que repito una y otra vez.

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ElDestroyer

No tenéis ni idea de lo que es el socialismo. Pensáis que el socialismo es lo contrario del capitalismo, cuando socialismo es lo contrario de individualismo. Los nazis alemanes serán lo que queráis pero no eran para nada individualistas.

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Kaiserlau

#500 como los carlistas no?

Cryoned

Cojan sitio, que llegan las clases magistrales de socialismo made in primer párrafo de wikipedia. El segundo ya no que era muy largo.

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M

#499 Sí, solo hay que ver a los funcionarios.

Cuando los clientes no es que estén obligados a comprar lo que vendes, sino que te cobras el precio antes de vender de forma forzosa a tus clientes e indistintamente de si al final acaban comprando. Y ya si te arrogas el privilegio de proporcionar sólo tú ese servicio, mejor todavía, te "comprarán" quieran o no. Ese es el incentivo de una empresa pública, de sus gestores y de sus trabajadores, de todos por igual.

Por contra, cuando los clientes pueden elegir si te compran o no, pudiendo dejar de comprarte y comprar a cualquier otro competidor, el incentivo es a ofrecer precisamente un buen servicio, hacer un uso eficiente del factor capital y no sudarte los huevos el factor trabajo (como pasa en los ministerios, que es un choteo).

El "gerente" de una empresa privada "espabila" a los trabajadores porque a él ya le "espabilan" los socios capitalistas. O si hablamos de una cooperativa, los propios trabajadores se "autoespabilan" para ser más eficientes y ganar más dinero.

Luego está el tema de que si uno no produce lo que los demás no quieren o no están dispuestos a asumir dicho coste de producción por el valor añadido, quiebra, desaparece, y todos los factores de producción van a otros proyectos empresariales que sí son valorados. Cuando en lugar de vender de forma libre por un precio, te financias vía impuestos, no tienes el incentivo a producir lo que los clientes consumidores desean, ni están pasando el exámen-análisis de rentabilidad por el coste asumido y el valor añadido.

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DiosUniverso

#503 Y dale con el libro de economía. Cuando haces trampas o tiras de contactos no tienes que demostrar productividad ni rentabilidad ninguna.

Los supuestos "liberales" llevan años chupando del bote de los "ministerios": Aguirre, Abascal, Rivera, Lacalle y todo aquel que diga que es de derechas. Liberal en publico, chupopteros en privado.

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M

#504 Para eso está el Derecho y los tribunales de justicia, para por si haces trampas. Lo de tirar de contactos... Me lo explicas? Porque no le veo la ilegitimidad xD

Una empresa que no es rentable para sus capitalistas, no consigue financiación y quiebra. Una empresa que no paga mejores salarios y ofrece mejores condiciones laboral que las demás, consigue contratar únicamente trabajadores "de baja calidad" (no sé ni como decirlo, pero se entiende) o directamente no consigue contratar, y quiebra.

Hay un mundo en cuestión de incentivos. Ese es el problema del socialista medio, que cree en un mundo ideal, donde no existen los incentivos, donde todas las personas son igual de honestas y se comportan siempre de forma diligente y sin dañar a los demás.

Tú quieres creer que un servicio monopolizado por el Estado (vía servicio público) sin competencia y sin problemas de financiación, al no estar esta supeditada a las ventas sino a los impuestos, va a ofrecer siempre un mejor servicio del que ofrecería la mejor empresa entre una multitud donde cada una debe convencer a las personas de que le compren? Perfecto, oye. Yo ya maduré en ese sentido.

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Cryoned
#505MuErTe-:

Una empresa que no es rentable para sus capitalistas, no consigue financiación y quiebra. Una empresa que no paga mejores salarios y ofrece mejores condiciones laboral que las demás, consigue contratar únicamente trabajadores "de baja calidad" (no sé ni como decirlo, pero se entiende) o directamente no consigue contratar, y quiebra.

eso es falso y tienes ahí en portada la noticia de fortnite con trabajadores metiendo 100 horas semanales por miedo a terminar en la calle mientras ellos baten récords de beneficios.

La realidad no es la teoría, ni para el comunismo ni para el neo-capitalismo.

2 respuestas
DiosUniverso

#505 Un socialista medio no se que pensará. Precisamente se que la gente de derechas habla mucho del esfuerzo y del merito y normalmente tienen puestos de trabajo conseguidos porque su tia trabaja en la empresa, porque no le paga a los empleados las obras de la casa y pasa las facturas y las multas a nombre de la empresa y demás.

No hablo ni de Estado ni de monopolios, solo de hipocresía.

Que digan "Siiiii cobro 3000 euros al mes porque me han enchufado y a ti no, jódete. Y puedo pagar mi seguro de salud privado y el colegio privado porque me case con una arquitecta y tu tienes 2 carreras y pones hamburguesas, lo siento. Viva España"

Pero que no me vengan con "jo tio, que mal , venga hombre no pasa nada, el Estado te roba mucho, en vez 900 podías ganar 600 porque eres poco productivo"

Ala, buenas noches y buena suertes

Gallifrey

#484

ElDestroyer

Lo contrario de socialismo es individualismo. La Alemania nazi creía que el bien común estaba por encima del bien privado.

"El individuo existe como medio para los fines del Estado".

Sólo hay que estudiar un poquito el fenómeno del nacional socialismo para ver que se trata de un socialismo.

En los discursos de Hitler se apelaba constantemente a la unidad e igualdad del volk (pueblo) y colocaba siempre el énfasis en la gemeinschaft o comunidad. Incluso Hitler llegó a afirmar que la idea Volk era más elevada que la de Estado. Tal como escribió en Mein Kampf, el Estado era sólo el medio para un fin. En un discurso (1936) ante trabajadores de la empresa Krupp, Hitler pronunció las siguientes palabras, donde queda claro la concepción colectivista de la sociedad del nacionalsocialismo:

“Todo lo que he emprendido lo he hecho siempre con esta convicción: debe hacerse por nuestro Volk. Siempre que defiendo al campesino alemán, es por el bien del Volk. Yo no tengo ni finca ancestral ni casa solariega. Yo no abogo por armar al Volk alemán porque sea un accionista. Creo que soy el único estadista del mundo que no tiene una cuenta bancaria. No valores, tengo acciones de ninguna compañía. No obtengo ningún dividendo”.

El problema viene cuando algunos confundís capitalismo con individualismo, cuando en realidad, no existen economías “no capitalistas” ya que todas utilizan bienes de capital como maquinarias, herramientas e infraestructuras. La cuestión es diferenciar qué clase de capitalismo se está tratando y evidentemente, la Alemania nazi no era un capitalismo de libre mercado.

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Riocorvo

#499 Ni mas ni menos, asi son todos ellos, sin excepción.

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