¿Por qué la gente sigue votando a idiotas?

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Los primeros minutos de este vídeo lo explican. Y el hecho de haber tenido que buscarlo con subtítulos, un poco también.

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allmy

El primer problema de la democracia es que es cortoplacista (si, 4 años es un corto plazo :psyduck: ). Con votaciones cada 4 años en las que hay que mantener el poder lo que se consigue es que la mayoría de las políticas solo se hagan a 4 años vista. Hay políticas que a corto plazo son malas, pero que a largo plazo (pongamos, 20 años) son un triunfo. Esas políticas no tienen cabida en nuestra democracia.

El segundo lugar es que la gente en general, incluso mucha gente con estudios, es profundamente "poco ilustrada". Ese es un problema endémico en España, y la cosa suele venir más de familia. Dejando a un lado clases, España se divide entre unos pocos ilustrados, y mucha gente bastante poco ilustrada. Si, aunque tenga una ingeniería se puede ser poco ilustrado. En pocos países hubieran colado timos tan evidentes como los que han colado en España, aunque la persona a la que intentes timar tenga pocos estudios. Y es precisamente entre este tipo de gente en la que calan como dice The Guardian discursos simplistas, con análisis simplones, etc. Y no hay más que leer muchos comentarios de MV para darse cuenta de lo poco ilustrados que son algunos xD

Es en realidad una simbiosis, el primer grupo no quiere que el segundo "aprenda". Y el segundo prefiere que le den todo hecho y decidido.

El tercer problema es que la democracia pende de la mayoría. Si la mayoría es manipulada para elegir el desastre, el desastre llegará. Si la mayoría decide arrogarse sobre sí misma y tiranizar a una minoría, así sea, porque le presuponemos a la mayoría toda la legitimidad moral para hacerlo.

1 2 respuestas
TeNSHi

#62 El primer problema no es un problema del sistema democrático, es un problema de los políticos del sistema y en nuestro caso de los políticos españoles, en otras democracias por ejemplo se pactan leyes de educación para 15-20 años y si se cambian es con consenso.

Aquí si están cerca las elecciones se pueden ir a la mierda tales pactos, uno bastante conocido por ejemplo era la ley propuesta por Gabilondo para educación que contaba con el apoyo de todo el mundo, pero se acercaron elecciones y el PP ya no quiso pactar.

Respecto a los que vais un poco de sobrados, yo la gente mas inteligente que conozco no va diciendo que lo son todo el rato, en cambio los que mas intentan destacar su "inteligencia" al final son los mas bocas (no todos, claro), vamos mas o menos de lo que habla el articulo que se ha puesto en este hilo.

1 respuesta
m4andg4

#31 La gente letrada en su inmensa mayoria no son catetos. Sin embargo la inmensa mayoria que no tiene la ESO son catetos, es un hecho. Supongo que se refería a eso.

Mejor asegurarse una mayoria realmente crítica a un rebaño de ovejas sin opinión y sentido critico como es la mayoria de gente que no ha sido capaz de sacarse la ESO (por poner algun ejemplo).

Claro, que eso va en contra de muchos principios y derechos que nos hacen a todos "iguales". En parte es justo, en parte no.

allmy

#63 El primer problema es un problema de voluntad y de honestidad, está claro. Pasa hasta en las empresas, que no son precisamente una democracia. Muchísima gente no ve a más de un trimestre vista. Es en este caso, un problema de sistema remunerativo, en el caso de los políticos no lo se. Los pactos están bien, y si para algo van a servir los nuevos partidos es precisamente para obligarse mutuamente a pactar. Cuando hay dos partidos casi que no hace falta porque uno va a tener mayoría absoluta. Cuando hay 4 o 5, es necesario para poder "hacer algo".

Aunque bueno, hay mucho ruidos con las peleas por X o por Y. Lo que vemos en los periódicos solo es el 10% de las cosas. En el 90%, los políticos de casi todas las formaciones suelen estar de acuerdo.

Me da igual que me taches de sobrado o no. Yo no estoy hablando de inteligencia, estoy hablando de ser ilustrado, que no tiene mucho que ver ni con el nivel de estudios, ni con la inteligencia. De hecho, el propio concepto de inteligencia, me parece bastante vago en cuanto a como se define actualmente en la mayoría de los casos. Ser ilustrado es algo bastante más amplio, es ser instruido en la vida en general, es tener cultura, es saber como funcionan las cosas, donde están los límites, etc.

PorcsByte

Lo que se menciona en #62 sobre los "ilustrados" (no sé si yo lo hubiera llamado así) es algo que comparto. Para mí fue una sorpresa (debía ser un poco ingenuo) llegar a la universidad y encontrarme gente que no sabía si Murcia tiene playa o que te venían con aquella de que "a mí es que no me gusta leer" escuadronase en que para eso estaban estudiando una ingeniería.

Estoy hablando de gente joven con teóricamente estudios superiores (sea lo que sea eso), que sacaba buenas notas, con sus titulitos y su cosas y que no saben, literalmente, nada sobre la historia de su país. Ahora mismo, para mí, tener estudios no es sinónimo de cultura. No todos los que ven televisión basura son chonis, canis y ninis y eso a lo poco que te fijes te das cuenta.

Tener la ESO o saber inglés no te hace necesariamente más apto para poder votar o no. Lo que debería validar a una persona como ciudadano con derecho a voto es el tipo de persona a la que aspira convertirse y las motivaciones con las que espera conseguirlo.

putodios

Sinceramente, "idiotas" son todos. Pero más idiota es aún el que cree que ciertos "idiotas" van a arreglar lo que otros estropearon.

1 1 respuesta
Dieter

#67 yo hago el mismo ejemplo con la mierda, es mas grafico y mas facilmente entendible xD.

Rivendel

Red clientelar, estómagos agradecidos

B

Los votos en España están amañadisimos. No me cansaré de decirlo una y otra vez y no entiendo por qué no se le da bolo. Hay cientos de poblaciones que aumentaron su censo justo antes de las elecciones, salió hasta en los periódicos ...

R

Vivimos en un país en que hay gente que dice que es una injusticia que "la Pantoja" esté en la cárcel. Que ostias queréis?

SirPsycoSexy

Para empezar no todo el mundo le da el mismo sentido y entiende lo mismo cuando realiza el acto de votar. Más aún, tampoco se le da misma finalidad:

¿El voto es una decisión paramétrica o una decisión estratégica?

Dependiendo la respuesta que se le dé a esta pregunta se podrían esbozar distintas razones sobre por qué la gente vota a los mismos idiotas.

Akiramaster

¡Qué vivan las cadenas!

1 comentario moderado
cepsen

#1 Porque Dios los cría, y ellos se juntan

7 días después
RusTu

Tontos de los cojones, tontas del culo y tontos útiles (políticamente hablando)

En términos marxistas nos hallaríamos ante el problema clásico de la alienación capitalista. Alienado o tonto de los cojones, escojan el concepto que prefieran. Ahora bien, ¿cómo decirle a un elector de la clase trabajadora que está alienado porque tira piedras sobre su propio tejado al votar a la derecha o a las izquierdas de corte social-liberal? Muy crudo verse en esa situación práctica. Lo más probable es que nuestros hipotéticos interlocutores nos manden a tomar vientos por listillos y pedantes. No obstante, el conflicto como tal, por mucho escapismo verbal y huída hacia adelante que empleemos para soslayarlo, continuará percutiendo en una mente comprometida con el rigor analítico y la verdad política.[...]

Las armas de la izquierda transformadora, caso de que todavía exista tal rara avis política e ideológica, debieran ser la capacidad de plantear con claridad, brevedad y coherencia y la voluntad de ser sinceros más allá de las coyunturas sociales las respuestas y soluciones que demanda la realidad compleja y cambiante del día a día, retornando con fuerza al centro neurálgico de la actividad humana productiva, el trabajo, allí donde las contradicciones de clase se manifiestan con mayor énfasis y virulencia.[...]

Descifrar las claves que contaminan nuestra opinión política exige una actitud crítica permanente. También pide que la duda sea el método de análisis predilecto; duda, por supuesto, comprometida con la libertad y la ética de izquierdas. Duda que no se aferra ni a credos ni a liderazgos ni a mitos ni a citas de autoridad que no hayan sido debatidas de forma plural y democrática. Ya no es tiempo de carteles emblemáticos ni de líderes entronizados por su carisma personal. La capacidad cultural de la clase obrera ha aumentado considerablemente en todos los órdenes del saber, si bien la argamasa intelectual que podría dar sentido y continuidad a su compromiso o activismo político sigue aferrada a los iconos consumistas del capitalismo: opciones de pago múltiples (a plazos, con tarjeta, en efectivo, bajo préstamo oneroso…) para alcanzar libertades en forma de mercancías culturales de intensidad ecléctica y corto o breve recorrido.[...]

Las ideas se hacen y se modelan en un caldo de cultivo determinado por relaciones de poder muchas veces invisibles. Nunca podremos estar seguros de la asunción de una idea original propia sin poner en duda el entorno y los alrededores donde vivimos y nos hemos desarrollado como seres sociales en permanente contacto con la realidad circundante.[...]

La persona alienada no deja de ser inteligente ni funcional en el resto de facetas mundanas, profesionales o particulares, ni tampoco es mejor o peor, moralmente hablando, que los individuos de su clase o ambiente más cercano. Simplemente, dan su voto al enemigo en mitad de una inocencia irresponsable: al empresario que les explota, al banco que les desahucia y al político que les miente y les regala la dádiva de la vanidad etérea para obtener su sufragio contra natura.[...]

Para la persona alienada todos los políticos son iguales porque todos van a lo suyo. Esta es su mayor bastión para defender a ultranza su irracional postura. Ella solo quiere un trabajo, sea el que fuere, y tranquilidad absoluta. La ideología capitalista ha neutralizado a este segmento social en su capacidad crítica, disolviendo sus identidades históricas de clase en poses culturales de viejas tradiciones y gestos sociales asociados a nichos de consumo y de estatus concretos[...]

¿Cuántos electores y electoras adquirirán la vitola de tontos de los cojones y tontas del culo en los próximos comicios de ámbito estatal? Todo lo que sea bipartidismo PP-PSOE entraría dentro del capítulo de alienados a tiempo completo de la clase trabajadora, esa zona difusa nada politizada que solo reconoce a simple vista estampillas de la virgen de los remedios imposibles y líderes mediáticos de palabras sonoras de fácil interpretación. Por lo que se refiere al PSOE, también acumula una legión de fans bienintencionados que aún no son capaces por sí mismos de ver las disonancias fraudulentas entre la historia de su formación y la praxis derechista de sus dirigentes.

En el apartado de tontos útiles o instrumentales estarían los potenciales clientes de Ciudadanos y UPYD, marcas blancas de las elites en la sombra que buscan resortes de enganche más estéticos y alejados de los dilemas derecha-izquierda de toda la vida.

Difícil tarea la de encuadrar a los votantes de IU y Podemos. Los vaivenes organizativos de lU y las indefiniciones estratégicas de Podemos hacen que el no-alienado tenga dudas más que razonables para decantarse por una u otra candidatura. Unos huelen a izquierda herida o en retirada y otros a oferta de izquierda de temporada o de todo a 100. ¿Qué hacer? ¿Votar en blanco o abstenerse y dar más chance al bipartidismo predador y a sus advocaciones menores?

Para que vean ustedes: ser tonta o tonto, políticamente hablando, es una condición a la que puede accederse de forma muy facilota y si requisitos especiales. También existen los tontos de los cojones y tontas del culo ataviados brillantes masters cursados en el vasto mundo mundial. Eso sí, ser tonta o tonto es reversible gracias a la duda razonable y al sentido crítico dialéctico. Por tanto, políticamente hablando, la tontería tiene terapia efectiva.

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