Mi hija nació en enero, estuvo 6 días ingresada en la uci de neonatos por aspiración de meconio. Al nacer peso 3,160 pero perdió peso al estar ingresada y se quedó en 3,060 más o menos.
Desde el primer momento vimos que tenia unos reflujos muy fuertes, se arqueaba del dolor, y le costaba coger peso, a lo mejor cogía 50 gr una semana, 70 otra… La pediatra nos decía que, al ser alimentación exclusiva de pecho mientras ganara peso, aunque fuera poco, iba bien y para el tema reflujos pues que sería alérgica a la proteína de la vaca y que la madre dejara de comer cualquier cosa que lo tuviera. Los reflujos no desaparecieron, pero si disminuyeron bastante. En la curva de crecimiento siempre ha estado un poco por debajo debido al peso.
Llegó la vacuna de los dos meses, teníamos cita a las 8:30, la niña comió a las 7:30 y fuimos al ambulatorio. Primero la vio la pediatra, luego la enfermera para la vacuna, y teníamos que esperar para volver entrar con la pediatra, yo veía a la niña muy apagada, sería las 10:30 cuando volvimos a entrar a la pediatra y se lo comenté, me dijo que le iba a hacer una prueba para ver el nivel de azúcar y que no le diéramos de comer, que volviéramos a la enfermería.
Otra media hora esperando, le hacen la prueba de azúcar y tenia 50. Le dimos de comer y la pediatra nos mando para urgencias, que, aunque no parecía grave y pensaba que era por estar tanto rato sin comer ya así aprovechábamos y que le hicieran pruebas allí para asegurarnos.
Estuvimos unas 12 horas en urgencias, le hicieron todas las pruebas que quisieron y en resumen la niña esta estupendamente.
Al mes mas o menos nos llega una carta con una cita para hacerle una prueba de extracción de sangre, como no sabíamos de que iba el tema preguntamos a la pediatra. Por lo que se ve en las analíticas que le hicieron en la uci cuando nació salieron algunos valores un poco bajos, entre ellos el cortisol, y la pediatra que nos atendió en urgencias había hablado con una compañera suya endocrina y había sido ésta la que había solicitado las pruebas. La pediatra nos comento que ella no le echó muchas cuentas a esa analítica porque cuando nacen, y mas estando ingresados, esos valores no son fiables. Que si la niña tuviera problema de cortisol y, por lo tanto, ese fuera el problema por el que tiene el azúcar bajo, la niña mostraría más síntomas como estar apática, no llorar, piel pálida etc etc y no es para nada su caso.
Un par de semanas antes de que llegara el día de la prueba de sangre la pediatra solicitó cita con el especialista gastrointestinal, 5 de julio tenemos la cita, y nos dijo que empezáramos a darle biberones de apoyo de leche hidrolizada. Desde entonces la niña está engordando bastante más, por ejemplo, el miércoles pasado tuvimos revisión con la pediatra y pesaba 5,200 y hoy pesa 5400. En el mes que llevamos con la leche de apoyo ha engordado a un ritmo muy superior a lo que lo hacía antes.
Llegó el día de la prueba, se llama test de synacthen, nos dijeron que fuera en ayudas. Tenían que sacarle 4 botes de sangre, 2 de ellos para mandarlos a Barcelona (somos de córdoba), esto nos extrañó muchísimo.
Aquí empezó la odisea, fueron mas de 3 horas de pinchazos para intentar sacar las muestras, le pusieron suero, discutían entre las enfermeras por ver cuánto le ponían hasta el punto de que una iba a subir la cantidad, la otra le pegaba en la mano para apartarla. La niña vomitando, llorando, mi mujer tirada en el suelo con ataque de ansiedad. Las enfermeras bajaron a llamar a un enfermero de la uci de neonatos para ver si él era capaz de dar con una vena.
En lo que tardan en volver yo veo que la niña esta como con la mirada perdida, muy decaída, los parpados medio bajados, le digo a su madre que le de comer rápido, se lo comento a la enfermera y le mide el azúcar, 53. En esto que vuelve la enfermera con el enfermero de la uci y monta en colera porque mi mujer le esta dando de comer a la niña, tal fue el punto que dejo de hablarle a su compañera por permitirlo, porque había pedido el favor al enfermero y ahora no podía hacer la prueba y le había dejado con la cara cortada, se comunicaban mediante una tercera que había allí.
Para rematar el enfermero se quedo a cuadros cuando vio el estado de la niña, se supone que para que la prueba este bien la niña tiene que estar tranquila, como es obvio, esto estaba lejos de la realidad. También las pruebas tenían que estar en hielo seco desde el momento de su extracción y allí no tenían nada de hielo por lo que la poca sangre que habían sacado no servía para nada, la respuesta de una de las enfermeras es que nadie la había avisado y que porque no le hacían la prueba en otra zona que porque ellas. Tampoco hacía falta que estuviera en ayunas….
Soy una persona paciente pero todo tiene un límite, mi mujer dijo que no íbamos a hacer la prueba, intente no montar un pollo porque trabajo allí, pero juro por mi vida que les hubiera arrancado la puta cabeza allí mismo. Llamaron a la endocrina y le dijeron que nos íbamos, como es obvio no le contaron todo lo que allí ocurrió. Al colgar nos dijeron que bueno, que si queríamos repetir la prueba nos citaban en un mes ya con el hielo allí, con personal de neonatos que esta mas acostumbrado a hacer esas extracciones etc.
Volvimos al mes, ni hielo, ni personal de neonatos ni nada, hacen varios intentos y no son capaces, cuando veo que en uno de los intentos doblan la aguja y la niña se retuerce del dolor, mi mujer coge a la niña y nos vamos, mientras la enfermera va diciendo " la diferencia de neonatos y aquí es que allí no lo veis pero allí la pichan por 4 o 5 sitios a la vez, bueno que tengáis suerte, suerte que no tenga nada".
En unos días se supone que nos llamaría la endocrina para darnos los resultados, al no haber prueba no se si llamará, pero si llama le contaré el percal.
Después de toda esta historia tengo muchas dudas en hacerle la prueba, al menos ahora. La niña va creciendo estupendamente con los biberones de apoyo, las dos veces que le han visto el azúcar bajo se lo he notado yo antes y ha coincidido con tiempos de ayuno elevado. La niña no para quieta, se esta riendo todo el día, no está apagada como cuando le dio las dos bajadas.
No quiero hacérsela, pero y si tiene algo?
También la vio el cardiólogo para descartar, y todo bien.
Nos hemos apuntado a un seguro de salud privado porque, aunque al final los especialistas son los mismos, para hacer pruebas son infinitamente más rápidos.
A día de hoy tiene 5 meses, pesa 5.400. La pediatra la ve muy muy bien, le están salindo sus dientecillos, se mantiene erguida desde los 2 mes y medio mas o menos, se pone boca a bajo y boca arriba sola, hace la croqueta por la cama. Yo que se, yo la veo supersana.
La pediatra le ha recetado omeprazol para que los reflujos no le vengan con acido.