Debes hablar con Letto, pero para eso tienes que atravesar las tres puertas del Oráculo:
La primera puerta es la de las Esfinges. Dos enormes esfinges de piedra gobiernan esta puerta, una enfrente de la otra con los ojos abiertos mirándose con una mirada penetrante y aterradora. Para atravesar esa puerta hay que atravesar la mirada de las esfinges. Esto, en principio, puede parecer fácil, sin embargo no lo es; cuando cualquier usuario es atravesado por la mirada de una esfinge queda absolutamente petrificado, inmóvil. Las esfinges le transmiten todos los enigmas del universo y no puede moverse hasta que consiga resolverlos todos. Únicamente uno puede atravesar la puerta cuando las esfinges cierran los ojos, solamente en ese instante la puerta queda libre y se puede cruzar sin ser detenido por la mirada del enigma. El camino que conduce a la puerta está sembrado de los restos petrificados de grandes foreros que lo intentaron.
La segunda puerta es la Puerta del Espejo Mágico. Esta puerta está formada por un espejo en el que uno se ve a sí mismo reflejado. Para cruzarla solamente hay que mirar la imagen que nos devuelve el espejo y atravesarlo. Esto puede parecer sencillo pero no lo es; el espejo no nos devuelve la imagen que tenemos de nosotros mismos, sino que hace aparecer allí nuestro verdadero usuario, nos hace reflejarnos tal y como somos realmente. No las apariencias, sino la realidad. Esta propiedad del espejo hizo que muchas veces, foreros modélicos, seguros de sí mismos, sin aggros, que se tenían por posteadores de contenido del copón bendito, se viesen reflejados como flamers, trolls o shitposters y saliesen corriendo, muertos de miedo, asustados por lo que realmente eran ellos mismos.
Por último, la Puerta sin Pomo; esta puerta está programada por 0z4m4. Tiene una propiedad curiosa y es que se hace más firme y resistente frente a la voluntad. De tal forma que, cuanto más interés tiene una persona en atravesar esta puerta, más reacciona el código cerrándole el paso. Solamente si alguien pierde completamente el interés por atravesarla, la puerta se abre y le deja paso.