Este viernes había quedado con una bien consolidada y especial follamiga en Sol (Madrid), para luego ir con cierto usuario de este foro a montarnos una buena juerga por Tribunal. Sucede que a mí me pilla bien la línea 5, que es la que uso siempre para llegar hasta ahí desde Gran Vía, cómo no, pasando por Calle Montera.
Los de fuera de Madrid quizá no lo sepáis, pero en esa calle pululan una cantidad de putas que es flipante. No es difícil encontrarse un par de docenas de ellas a lo largo de la calle. Muchas veces hasta se te acercan y te preguntan que si quieres follar. A mí ya en múltiples ocasiones me han parado para decirme las típicas "¿vamos? ¿vamos a follar?". Hasta ahí todo normal.
Sucede que ese día, mientras caminaba calle abajo para encontrarme con esta chica, crucé miradas con una de ellas. La tía realmente daba la talla: rubia, cuerpazo, buenas facciones, y sólo maquillada lo justo. Por su cercanía a las otras putas, se notaba que debía ser del gremio, además de que sus ropajes tampoco evidenciaban exceso de mojigatez. Vamos, que estaba bastante buena, y por ello mi mirada se postró sobre ella cerca de tres segundos, entre los cuales la mitad del tiempo hubo contacto directo de miradas. Rápidamente aparté la mirada, ya que me imaginaba que me haría las típicas preguntitas de siempre cuando pasara cerca.
Sorprendidó me hallé cuando, pese a que había pasado algo lejos de ella, se me acercó y se puso a seguir mi paso. Inició con un simple y llano "eh, te vienes conmigo?", y rápidamente sin darme tiempo a dar respuesta, de un "¿te vienes a follar?", al que rápidamente le contesté con un seco "no, gracias". Proseguí mi paso viendo al frente, y la tía acelera, se pone delante mía siguiendo mi paso, y me intenta camelar, pero con una cosa que me chocó un poco "jo venga, que tú eres un chico guapo, yo a ti... te lo hago gratis".
Yo no me considero ningún Adonis ni nada por el estilo, y tampoco sería la primera de estas putas que me llama guapo, para hacer negocio claramente. ¿Pero lo de gratis? ¿Qué coño? Me quedé un poco perplejo, por lo que la vi con cara rara y le pregunté si estaba diciendo eso en serio, a lo que contestó que sí, que no pasaba nada y que le apetecía y ya está. Más perplejo me quedé todavía, seguí caminando y le dije que no me lo creía, que lo sentía. Me volvió a seguir, a paso más lento y ya atrás, y me dijo en alto "¿en serio no te apetece? En serio, que te lo quiero hacer gratis". Le repetí que no me lo creía y que tenía cosas que hacer, ante lo que se quedó atrás, y ya pude seguir mi camino para completar mis planes.
Ahora pregunto, ¿es esto normal? ¿Os ha pasado alguna vez? ¿Me iban a robar un riñón? Al menos a mí me pareció bastante rocambolesco y gracioso, y me pareció una anécdota graciosa de contar, vaya.
PD: bajo mi análisis, la tía parecía ir en serio y por supuesto que uno se plantea cosas xD, pero sinceramente, no me planteo acostarme con una puta en un futuro cercano, y a saber si luego me iba a pedir "propina" o vete tú a saber, lol.