Cuélate en su casa con cualquier excusa (mamarle la poya por ejemplo), agarras un recipiente metálico, hierro a ser posible, lo llenas de gasolina y lo metes en el microondas a tope de potencia y tiempo ilimitado.
En un minuto puede explotar y causar un incendio en la cocina. Pero claro, igual no lo matas porque huye. Mejor lo atas al lado de la caldera de gas o algo así (lo de chuparle el miembro es opcional)
Y jabón, lo que necesitas es jabón