Queriéndome introducir en el cine de Chloé Zhao por un hilo de MV en este foro (Nomadland)
Vi que tenía 4 cortos (Benachin, 2010; Daughters, 2009; The Atlas Mountains, 2008 y Post, 2008), una película que no me llamaba (Songs My Brothers Taught Me), otra que sí (The Rider), la del hilo que se tiene que estrenar y "Eternos" que va de marvelaciones que me la traen al pairo. Así que estaba clara la primera elección.
Para mí superó todas mis expectativas. A nivel teórico por asuntos personales estoy ultrainmerso en todo lo que tenga que ver con "la-salud" (lo que significa para la gente, lo que significa para la filosofía, la medicina, la antropología en distintos países y tribus, cómo se expresa en el cine o en el teatro o en la pintura empleando cualquier tipo de técnica expresiva...) y creo que esta película se podría exponer en cualquier curso de bioética aunque la temática al principio pueda parecer muy alejada a nivel cultural si me baso en cualquier parte (norte o sur) de Europa. Plagada de sensaciones de errores y de ningún acierto, de dudas, de ambigüedad, de miedos a "x" o "y", de angustia, de distancia respecto a los sueños, de fragilidad humana, de finitud, de limitaciones (tanto orgánicas como existenciales), de cercanía a la vez que lejanía familiar (según el momento y quién sea)...
Una oda a un "estilo" de vida abordando desde el minuto -1 la cara desfigurada de esa realidad donde todo el mundo aparta la mirada (hasta la misma persona que sufre esa mala suerte). Donde se van los focos, donde la ética se juega toda su debilidad porque nadie está allí vigilando (los residuos humanos dan igual a todo humano). Donde hay que estar a la altura primero para ti y luego para los demás. Donde hay que creer (tener fe) que a la tercera irá a la vencida (y, si no, a la cuarta porque no hay otra que intentarlo una y otra vez, y otra vez, y otra vez...). La sensación vital de estrechez y la opresión en el pecho no se van durante toda la película. Pero es que la interpretación del protagonista de la película va de eso: de la complejidad de vivir cuando no puedes "apuntar" a nada para darte sentido a tu vida. Y la lección que aprende al final no es ni amable ni deseada. Pero es.
Esperad a los créditos que la dedicatoria de la directora al final vale la pena.