Dopaje en el fútbol

DaMMiT

Interesante texto de Ruben Uria sobre el dopaje en el fútbol

Un artículo que no interesa a nadie

Eric Cantona, en sus memorias, relata un pasaje estremecedor. En su época como jugador del Marsellla, llegó al vestuario para cambiarse y se topó con una inscripción en la pizarra que decía lo siguiente: ‘Hoy, pinchazo para todos’. Cantona montó en cólera, cogió la tiza y añadió de su puño y letra ‘pinchazo para todos, menos para Cantona’. Valga la anécdota para ilustrar el hecho de que existen pocos como Cantona en el fútbol. Hay una regla no escrita donde los profesionales, en privado, reconocen que existe el dopaje y esos mismos, en público, defienden la limpieza de su gremio. Más reglas no escritas. Los paladines del fútbol como industria inmaculada sostienen que no existe ningún producto capaz de conseguir que un mal futbolista se convierta en estrella. Para ellos lo mollar es la habilidad, que poco o nada tiene que ver con la medicación. El discurso del lado más soleado de la realidad se oscurece a la hora de hablar de la preparación física. Ahí vienen los problemas, porque una preparación física, con un plan específico de productos dopantes, puede lograr un salto de calidad incuestionable en la capacidad del futbolista. Gana en rapidez, musculatura, resistencia y ritmo. No le permiten regatear mejor, sino más veces. Y no correr más, sino correr durante más tiempo. Las sustancias dopantes no hacen bueno a un jugador malo, pero consiguen que aumente su efectividad. Se agota menos, está fresco, puede repetir esfuerzos y además, sacar partido del cansancio de sus rivales.

El doctor Jean Pierre-Mondenard, una eminencia en la persecución y denuncia del dopaje, establece un parámetro crucial para señalar que el dopaje sí es relevante en el fútbol: ‘Se puede afirmar que un futbolista bien preparado con EPO, anabolizantes o transfusiones, correrá más tiempo, chutará más fuerte y saltará más alto y con más potencia que uno no preparado’. Eso, por no hablar del suministro de sustancias prohibidas a los jugadores para que puedan acelerar el tiempo de recuperación de sus lesiones, aún a riesgo de acortar sus carreras deportivas. Hubo, hay y habrá sospechas de dopaje en el fútbol. Y hubo, hay y habrá positivos probados en el fútbol profesional. Menos de lo que cabría imaginarse y más de los que detecta FIFA, que siempre presume de su tolerancia cero.

Nombres propios. Tal y como revela el diario La Vanguardia, la historia señala casos flagrantes en el fútbol, como los de las selecciones de Alemania y Hungría en la Copa del Mundo de 1954. Un estudio del Instituto Federal de Ciencias Deportivas de Alemania no dudó en dictaminar que su selección, que se impuso a los magiares contra todo pronóstico en aquella final, contó con la ayuda de las anfetaminas, usadas previamente como estimulantes en los soldados de Hitler durante la II Guerra Mundial. Algunos de los miembros de aquella selección alemana sufrieron casos de ictericia cuando volvieron a su patria, a consecuencia de jeringuillas mal esterilizadas. La leyenda negra de aquella final también persigue la reputación de muchos jugadores húngaros, ya que cinco de los once titulares murieron por problemas cardiacos. La Vanguardia, en un magnífico artículo de Xabier G. Luque, también se hace eco de las palabras en los años setenta de un icono como Franz Beckenbauer, que no tuvo reparo en hacer público algo que muchos sospechaban: ‘En la Bundesliga, todo lo que permite mejorar el rendimiento del jugador, es lícito. Nos pinchan y tomamos pastillas de todo tipo’.

En su día, al técnico Zdenek Zeman le nació la conciencia cuando denunció, públicamente, que el Calcio ‘debía salir de la farmacia’. Era 1998 y Zeman destapaba la caja de los truenos. Acabó siendo odiado por los hinchas, desfigurado por gran parte de la opinión pública y repudiado por el corporativismo de muchos profesionales de la Serie-A. Gian Martino Benzi, experto en farmacología, no dudó en denunciar que la Juventus de finales de los noventa tenía ‘281 tipos de medicinas, una cantidad incompatible con una institución no sanitaria, más acorde con un hospital al uso. O los jugadores estaban todo el día enfermos o tomaban más allá de algo terapéutico’. En 2007, nueve años después de que Zeman denunciase la trama, el Supremo italiano dictó sentencia, probando la ilícita administración de fármacos a los jugadores de la Juventus, que llegó a ganar la Copa de Europa en aquella época y disputó dos finales más. Eso sí, el delito prescribió. El secreto a voces quedó expuesto. ¿Quién no recuerda aquel vídeo casero de Fabio Cannavaro inyectándose neotón en la víspera de una final que debía disputar el Parma? El central se reía en aquellas imágenes que dieron la vuelta al mundo. Pero aquello no tenía gracia.

¿Qué hay del fútbol español? En 1987, la revista Interviú publicó un sondeo en la Liga española, con un muestreo basado en las respuestas de 170 futbolistas de los 360 preguntados acerca de si existía dopaje en el fútbol español. El resultado fue estremecedor: el 80% exigía controles anti-dopaje (no existían en España, maravilloso), un 20% reconocía haber usado estimulantes alguna vez y un 70% decía que existía dopaje en el fútbol patrio. El entonces presidente de la AFE, José Luis Uriarte, no dudó en señalar que ‘existe doping en el fútbol español, pero los jugadores no se atreven a denunciarlo en público, por miedo a represalias’. Uno que nunca tuvo miedo a represalias fue el malogrado Juanito que, al ser interrogado en la RFEF, confesó: ‘Tomaba centramina – una suerte de anfetamina- en el Burgos. Unas veces conscientemente y otras sin saberlo. Había ocasiones en que el café no sabía a café.(…) No tengo por qué acusar a nadie, pero el doping existe, porque yo lo he vivido (…) Nadie me explicó si eso era bueno o malo. ¿En el Madrid? En el Madrid la droga la da la camiseta’. Juanito tampoco tuvo pegas para acusar a Rubén Cano, entonces en el Atlético: ‘Se matan contra el Madrid. No sé si con centramina o sin ella. No había visto correr así a Rubén en mi vida. Luis De Carlos, entonces presidente del Madrid, le aconsejó: ‘Puede pensar lo que quiera, pero debe comprender que hay cosas que no se pueden decir’.

Más casos. Javier Clemente, ex jugador del Athletic y entrenador del Espanyol en 1987, tampoco dudó al explicar una anécdota más que jugosa en El Mundo Deportivo: ‘En mayo de 1970 jugábamos contra el Valencia. Se equivocaron al darnos la pastilla. Nos la dieron en la víspera del encuentro, esa noche no pudimos dormir y en el campo fuimos una caricatura y perdimos el título’. Manuel Velázquez también recuerda un partido disputado ante el Borussia en los setenta: ‘Vimos cómo los alemanes se inyectaban ellos solos en su vestuario. Nos quedamos atónitos. Ahí jugaba Stielike. Se lo comentamos cuando vino a Madrid y nos dijo que las inyecciones eran para infiltrarse. Nos pareció absurdo, no le creímos’. En 1986, durante el Mundial de México, Ramón María Calderé, dio positivo por efedrina, justo el compuesto que le costó una sanción a Maradona. Calderé pudo demostrar que fue un error del médico al recetarle el fármaco y pudo seguir jugando. También por efedrina dieron positivo Paco Sanz y Dani García Lara en el Real Madrid B, a causa de un error del doctor Neyra, que en vez de vitaminas suplementarias dio otra cosa a los jugadores. El Doctor Herrador calificó aquello de error y Neyra se mostró profundamente arrepentido.

Quién no recuerda la nandrolona, aquella sustancia que acabó con una sanción ejemplar para Carlos Gurpegi, jugador del Athletic de Bilbao, mientras el doctor Sabino Padilla (aquel al que Núñez quiso fichar para el Barça de Van Gaal) trataba de convencer al personal de que el cuerpo del jugador generaba niveles altos de esa sustancia. Tal y como informó la Cadena COPE en su día, La teoría de Padilla se fue por la alcantarilla y Gurpegi tuvo que pagar. La nandrolona también se cruzó en la vida de Pep Guardiola, de 2001 a 2007, cuando dio doble positivo en el Brescia tras sendos controles antidopaje. Todos los comités culparon a Guardiola, que defendió su inocencia hasta llegar a la justicia ordinaria, para defender su inocencia a costa de quien fuese. En 2005 se le condenó a siete meses de prisión, pero el 23 de octubre de 2007, el Tribunal de Apelación de Brescia absolvió al canterano del Barça de la acusación de dopaje, logrando que su nombre quedase limpio.

En 1991, varios médicos de los clubes del fútbol español denunciaron irregularidades en los controles antidopaje. Decían que algunos equipos sabían, previamente, que en sus partidos se iban a realizar pruebas a sus jugadores. Increíble, pero cierto. Lo mejor de la historia es que en 2003, trece años después de esa denuncia de los doctores, la Cadena SER desveló que los controles antidopaje no eran secretos, algo de lo que presumía la RFEF, y que clubes como el Athletic tenían conocimiento de cuándo debían pasar esos controles. De hecho, José Ramón De la Morena aseguró que había avisado al Secretario de Estado para el Deporte de que los jugadores del Athletic pasarían un control ante el Racing de Santander y que los elegidos serían Julen Guerrero y Aitor Karanka. Dicho y hecho: el Athletic jugó en Santander, hubo control después del partido y los elegidos para pasarlo fueron Guerrero y Karanka. La credibilidad del fútbol español, después de eso, quedó a la altura del fango. O más abajo. ¿La solución? Aquí paz y después, gloria.

Tampoco nadie se alarmó cuando la Cadena SER informó de que después de un Rayo-Las Palmas en Vallecas, un empleado denunció que había encontrado un gran número de jeringuillas en el vestuario visitante. Nadie quiso hacer preguntas incómodas. Nadie husmeó. Nadie tuvo demasiado interés en cuestionarse para qué demonios eran esas jeringuillas y que contenían. Ahora, en 2013, en plena ‘Liga de las Estrellas’, donde el vicepresidente de la Liga confiesa que se amañan partidos pero no puede probarlo, se han registrado unas denuncias en As del que fue presidente de la Real Sociedad, Iñaki Badiola, diciendo que la Real pagó en negro unas medicinas que podrían ser sustancias prohibidas. A falta de pruebas convincentes sobre la veracidad de los hechos, sí existe un testimonio, el de Sander Westerveld, el portero de aquella Real, que ha negado la mayor. Eso sí, no ha tenido problema en reconocer que, antes y después de los partidos les ponían una vía intravenosa. Él dice que no sabía qué le inyectaban, pero se dejaba inyectar. No preguntaba, pero tiene la certeza de que no había doping. Así están las cosas.

Diciembre de 2006. El doctor Eufemiano Fuentes señalaba en ‘Le Monde’ que, en materia de dopaje, existe una filtración selectiva. ‘Hay deportes contra los que se puede ir y otros contra los que no, ya que disponen de una maquinaria legal muy potente para defenderse y eso podría costar también su puesto al que manda en el deporte". ‘Le Monde’, a través de una investigación de Stephane Mandard, accede a documentación del doctor Fuentes. La información del diario galo desvelaba planes de Real Madrid, Barcelona, Betis y Valencia, correspondientes a la temporada 2005-06. Ante la rotundidad acusadora, los cuatro clubes anunciaron medidas legales. En 2009, ‘Le Monde’ fue condenado a abonar 300.000 euros al Madrid y 30.000 al doctor Del Corral. Dos años más tarde, era condenado a pagar 15.000 euros al Barça. Fuentes negó toda vinculación con esos clubes. ¿Recuerdan aquella entrevista a Fuentes en ‘Le Monde’ en 2006? Ahí se encuentra una frase reveladora sobre las presiones externas que decía sufrir: ‘Me han amenazado de muerte tres veces, me han dicho que si decía ciertas cosas, mi familia y yo tendríamos problemas’. Hoy Eufemiano sigue sin revelar su lista completa de clientes. Es más, nadie ha querido exigir que aporte esos nombres y releve sus identidades. Ejemplar.

Las autoridades españolas lo tienen claro: ‘El fútbol español está completamente limpio’. Los futbolistas tampoco tienen ninguna duda: ‘No existe dopaje en el fútbol’. En cuestiones de dopaje, pareciese como si el fútbol estuviese envuelto de un halo de santidad, mientras que en el resto de deportes minoritarios, sus practicantes sí cargan reputaciones de tramposos, canallas y mentirosos compulsivos. Sin embargo, el sistema de control del dopaje en el fútbol y su nivel de exigencia está en las antípodas del que soportan ciclistas y atletas. Según publicó el diario ABC, en el fútbol español no se hacen análisis de sangre ni específicos de EPO. Tampoco de CERA, fármaco estrella e indetectable durante años. Es más, el fútbol está al margen del pasaporte biológico de la Agencia Mundial Antidopaje, un modelo de predicción en materia forense similar al que usan los CSI para identificar el ADN en escenarios de crímenes. La RFEF indica que esos test son demasiado caros. Es decir, se pasan controles de orina, pero no de sangre. Los más baratos sí, pero los más fiables, no.

¿Y en qué consisten esos test antidoping? Pues la Federación determina al inicio de cada temporada, mediante sorteo ante notario, los partidos en los que se va a realizar el control. En cada encuentro se eligen, por sorteo, dos futbolistas y un sustituto por cada uno de los equipos y esas muestras pasan a la Comisión Antidopaje, que las envía a los laboratorios para ser analizadas. Se eligen, por cada jornada de Liga, dos encuentros de Primera y dos de Segunda. Es decir, en la ‘Liga de las Estrellas’ no se hacen controles a ocho partidos cada jornada. Impresionante. Por cierto, los ciclistas profesionales, a los que se les aplica la presunción de culpabilidad en vez de la de inocencia, dedican un porcentaje de su sueldo a sufragar los gastos de los controles anti-dopaje. Un detalle tan pequeño como revelador.

Hay más. En España no se hacen controles sorpresa porque son caros para la Federación Española. Un control de orina tiene un coste que oscila entre los 100 y los 180 euros, mientras que uno de sangre sale por unos 600 euros. Así que la RFEF, siempre presta a la hora de recaudar pero remisa a la de gastar, se ahorra los test sanguíneos y se escuda en que eso es materia de UEFA y FIFA. Según el diario Marca, en España, cada fin de semana ocho jugadores profesionales pasan un control anti-dopaje tras los partidos. Sí, el dato es correcto: 4 jugadores en 10 partidos de Primera y 4 en Segunda. Es decir, sólo 8 jugadores de un total de 360 convocados pasan el test. En Francia o en Alemania pasan el control correspondiente 156 futbolistas cada fin de semana. Alucinante. Por cierto, en España, la Federación organiza los controles y además, sanciona. Lo nunca visto. Como dice el profesor Mondard en las páginas de La Vanguardia, ‘es como si el presidente de una empresa fuese, a la vez, delegado sindical’.

El fútbol no debe estar bajo la presunción de culpabilidad y no hay que acusar a nadie sin las suficientes pruebas, pero sí conviene responder a demasiadas preguntas que, a vista de los datos expuestos, se agolpan. Ahí van unas cuantas: ¿existe voluntad real de investigar los pasajes anteriormente mencionados? ¿el periodismo comenzará a hacer las preguntas incómodas que se necesitan? ¿es admisible que quien hace los controles ponga las sanciones? ¿están todos los deportes manchados menos el fútbol? ¿a la industria del fútbol le conviene que se detecten casos de dopaje? ¿los patrocinadores del fútbol abandonarían el negocio si hubiese doping? Y por último ¿el fútbol español hace todo lo que puede por garantizar su limpieza? La respuesta tiene dos letras, la palabra es una sola.

(*) Querido lector, si después de este kilométrico artículo ha llegado al final, le felicito. Sólo le pido que recuerde que esto que acaba de leer no le interesa a nadie. No vende.

http://es.eurosport.yahoo.com/blogs/ruben-uria/art%C3%ADculo-interesa-185922953--sow.html

1
M

edit

6
I

inb4 "mi equipo no se dopa"

3
N

Con las pruebas en la mano que castiguen a todo el que sea culpable.

Zero_G

Eufemiano deberia salir y recitar el nombre de todos sus clientes.

Fin.

1 respuesta
DaMMiT

#5 si no ocurre eso, el deporte español no va a tener ninguna credibilidad.

1 1 respuesta
N

Eufemiano trataba a medio mundo. No va a soltar ningun nombre por voluntad propia y el juez tampoco se los va a pedir.

cabron

Pero al final esto es como lo de Armstrong, que iba hasta arriba, pero los que quedaron por detrás de él también... si todos están en las mismas condiciones, al final sigue siendo el mejor.

Si de ese artículo se puede extraer algo, es que no hay situación de desventaja, vamos que no es que lo haga solo X equipo y el resto no, lo cual le daría una ventaja desproporcionada, se enfrentan todos en las mismas condiciones.

Esto no lo digo como justificación sobre si está bien o mal, pero tampoco puedes decir que las victorias son injustas, si los dos equipos han usado los mismos medios para intentar conseguirlas.

1 1 respuesta
winea

#6 Lo que a mi me toca los cojones es que en la NBA les esta permitido doparse o al menos no tienen control sobre ello y siguen con la misma fama y estrellato

DaMMiT

#8 hombre, los controles controles que hay en españa y los que hay en alemania...

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FreemAN-

Yo no tengo ninguna duda de que en el fútbol hay dopaje. Mi pregunta sería más bien si hay algún deporte de élite en el que la gente no lo haga.

Al ciclismo le ha caído la china.

2 respuestas
cabron

#10

Internamente ese tipo de cosas deben ser bastante interesantes, por que los jugadores me imagino que hablarán entre ellos, y cuando los internacionales se juntan en sus selecciones supongo que se darán cuenta de "pequeñas" diferencias entre unas ligas y otras.

#11

No seas mal pensado, sí que hay deportes donde el dopaje no existe, como el curling!

jonhy_walker

Está claro que dopaje hay en todos los equipos, ¿también a Raul se le acusó de algo si no me acuerdo mal no?

Lo peor es que Eufemiano le dijo a la jueza, se la lista con todos y cada uno de los deportistas tratados, se la digo? Y la jueza: NO. Y se lo repitio 3 o 4 veces, le digo los nombres? Y la jueza se negó en todas. Asco de justicia.

1 1 respuesta
DiSoRDeR

El artículo es indeciblemente tendencioso:

Para empezar se basa casi entero en casos de hace décadas, lo q no significa q hoy sea igual porque antes no había los mismos controles. No sólo eso, la mayoría de esos casos no se basan en ninguna prueba, si no en vagas hipótesis del tipo "Un empleado de la limpieza dice q se encontró jeringuillas q a saber q contenían".

En segundo lugar omite datos q no le interesan, como que el fútbol le saco un positivo al mismísimo Maradona, o que la UEFA sí hace controles sorpresa, y análisis de sangre. Y muchos.

En tercer lugar manipula descaradamente situaciones, cómo el video de Cannavaro, q aunq ciertamente feo ya se dijo q era una sustancia legal, o las condenas a Le Monde. Vamos a ver, Le Monde acusa a Barcelona y Real Madrid y q espera este hombre q hagan, ¿q se queden de brazos cruzados? Acuden a la justicia y el asunto es fácil: demuestra lo q has publicado. No puedes? Paga. Es decir, q ahora es más prueba lo q diga Le Monde q una sentencia firme, tócate los cojones.

Cuarto, Rubén Uria no es médico, es periodista, no tiene ni idea de cómo funciona el doping, ni como funcionan los controles, ni q medicamentos están permitidos, ni nada de nada. Ni siquiera parece haber tocado un balón en su vida, en el colmo de la desfachatez pretende hacer parecer q el doping tiene un efecto similar en el fútbol q en el ciclismo.

No sé si hay doping en el fútbol, pero desde luego este popurrí sensacionalista de historietas no arroja ninguna luz.

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Ulmo

#11 Primero habría q definir "dopaje".

weeheee

Si el Eufemiano recitase todos sus clientes, mas de uno se pondria las manos a la cabeza.

De todas formas, si se pillase algun Español random con alguna sustancia ilegal, ya se ocuparian desde la prensa de quitarle la culpa y tirarle la culpa a la carne.

VENTURIN

Si hubiese un descarado dopaje en la liga española los conrtroles UEFA y FIFA habrían pillado ya a más de un español ó estrellita random de club español

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mongandante

Pep fue el pionero

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PalesTina

Todos los equipos profesionales tienen equipos medicos que administran a los jugadores sustancias que rozan la ilegalidad y a menudo la sobrepasan. El que no lo quiera ver o es ciego o se tapa los ojos

Todos menos en el Sporting que son tan malos que o bien les inyectan placebos a todos, o es que todos tienen una resistencia increible a cualquier sustancia que les haga aumentar el rendimiento :(

3
DaMMiT

#17 como todos los positivos que dieron Lance y sus compañeros de equipo?

1 respuesta
w4nx1

Todavía habrá ingenuos que pensarán que si existe dopaje en el fútbol de élite lo realizan solo unos equipos y no el suyo xDDDD seguro que #18 entre otros.

Grimmer8

#14 Estoy de acuerdo en algunas cosas que dices, pero en cuanto a lo que respecta a Maradona no. Es cierto que fue un gran revuelo lo de su doping, tan cierto como que tenía demasiados enemigos en la FIFA por criticarla abiertamente con asiduidad.

VENTURIN

#20 No es lo mismo ya que en futbol los controles te los hacen distintas entidades, en España puede haber un viva la virgen en temas de dopaje pero si vas a Champions ó a Europa League tienes que pasar controles de la UEFA, y si vas al Mundial te controlan los de la FIFA.

En resumidas cuentas, en el futbol para que te hagan la vista gorda tienes que tener untadas a la Federación Nacional, UEFA y la FIFA. Otra cosa es que hagan controles de risa ó te permitan niveles altisimos de x cosa (en comparación con otros deportes). Pero vamos, teniendo en cuenta que el futbol no es un deporte tan fisico como el ciclismo, atletismo y demas disciplinas donde el talento apenas cuenta pues se ve normal

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mongandante

Hacedle caso a VENTURIN, de estas cosas controla bastante

3
kiLLoSaMa

#23 tienes que tener untadas a la Federación Nacional, UEFA y la FIFA

Federacion Nacional: Joan Gaspart, Rosell, Freixa,

UEFA: Josep Lluís Vilaseca Guasch, Şenes Erzik(vicepresidente) director de proyectos de UNICEF

no me apetece buscar mas

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NeV3rKilL

No creo que en el fútbol haya el dopaje tan extendido como en otros deportes. Se inyectan mierdas como todos, como las infiltraciones para jugar lesionados pero nada al nivel del ciclismo u otros deportes porque el fútbol no lo requiere.

Al futbol no gana el que exprime su cuerpo al 100%. Gana el que conjunto el esfuerzo con la calidad, y la calidad no viene en forma de jeringuillas.

1 1 respuesta
kakarikez

#13 pq es un juicio contra la salud publica no contra los que se dopan.

es decir se esta condenando al medico no a los clientes. el dia que el juicio sea contra clientes que de nombres. no es tan dificil de comprender.

pero claro, es obvio y logico que eufemianio intente desviar la atencion por ese lado y que asi no se hable de lo que le acusan a el

shturmovik77

#26 Entiendo a los que se decis, que doparte no va a hacer que tires una falta mejor, o que vayas a dar un pase de 80 metros al pie, pero como comentaba en un post por ahí hace unos días...en una temporada de 50 partidos es evidentisimo que un posible dopaje es muy beneficioso en todos los sentidos. Este deporte es muchisimo más físico de lo que parece.

Edit* Siguiendo con el chismorreo, podéis creeroslo o no, pero conozco casos contados en 1ª persona de ex jugadores reconociendo que se han dopado para X partido, y estamos hablando de fútbol profesional.

Andy

pues para mi es difícil pensar en un doping en el fútbol. Entiendo las ayudas con cosas que han dicho como cafeína, sueros intravenosos, factores de crecimiento etc.

Pero el doping sólo lo veo válido en prácticas explosivas -remo, ciclismo, atletismo, natación....- en el fútbol no veo realmente qué utilidad se le podría dar. Quizás desconozca a fondo el tema, pero no creo que haya productos dopantes que ayuden realmente a los futbolistas. El doping no te hace meterla por la escuadra.

2 respuestas
VENTURIN

#29 y aunque lo hubiese tampoco te creas que el fisico es tan importante, si todo dependiese del fisico CR sería mejor que Messi, sin embargo CR teniendo un mejor fisico está muy por debajo de Messi como jugador, y asi mil ejemplos de jugadores que basan su juego en el fisico mientras otros sin destacar mucho en eso con la calidad se hacen tops

Obviamente nadie jugaría en 1ª con el cuerpo de Homer Simpson por mucho talento que tuviese, pero tambien es cierto que por mucho fisico que tengas si sólo sabes correr tu techo deportivo es ser extremo en algun ascensor de 1ª

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